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Animales Más Iguales - El Arte Sutil de la Verdadera Democracia

Capítulo 5 - Acoplamiento y Encapsulación

Acoplamiento y Encapsulación

Si alguna vez ha trabajado en una grande empresa, probablemente haya notado el caos que se produce cuando la gente se salta la cadena de mando (en cualquier dirección). Una organización puede volverse inestable cuando el director general se salta a todos sus directivos y da órdenes directas a los ingenieros
o un representante de ventas se salta los mandos intermedios para informar directamente al director financiero. Un ejemplo más tabú es cuando el director general mantiene una relación íntima con una empleada de nivel básico. En todos los casos, la autoridad e “independencia” de los los mandos intermedios se han visto socavados.

Este problema puede ser aún más complicado si una empresa es un conglomerado de muchas empresas más pequeñas, cada una de las cuales funciona en gran medida con autonomía. Eludir la
cadena de mando puede disolver la pretendida autonomía de las suborganizaciones, crear dependencias ocultas e incluso exponer a las organizaciones ante la responsabilidad legal.

En una sociedad democrática que sigue las reglas del poder relativo poder relativo, es fundamental que todos sigan la cadena de mando para garantizar que el pueblo conserve el poder que da legitimidad al gobierno. A medida que veamos cómo funciona esto se empieza a entender cómo los imperios DSDN (Democracias sólo de Nombre) cooptan el poder del pueblo violando la cadena de mando.

¿Quién debe tener la autoridad para cobrar los impuestos a un individuo? Su comunidad local, su estado, el gobierno federal, o todos los anteriores? Actualmente vivimos en un mundo donde es todo lo anterior y eso es una violación masiva de la soberanía e independencia de la comunidad.

Utilicemos una analogía para describir la importancia de respetar la cadena de mando. Imaginemos que una democracia de Estados es como una democracia de personas. Ahora imaginemos que el
gobierno de una democracia de personas tuviera el derecho de cobrar impuestos directamente a las células de los cuerpos de las personas. Habría que cuestionar el juicio de cualquier individuo que acepte un tratado de paz en el que otro pudiera tomar incluso tan solo un control parcial sobre las células de su cuerpo.

Las células tienen ahora dos maestros, tu cerebro y el gobierno, que está dirigido por el cerebro de otra persona. Las cosas comienzan a parecerse a una escena de la Matrix, donde la humanidad
ha sido esclavizada por las máquinas que extraen “energía” (también conocida como poder) de cada persona mientras controlan sus sentidos. El cerebro individual vive en una realidad simulada en la que pretende tener autonomía, pero el cuerpo está encadenado, débil, dependiente y drenado de toda la energía sobrante por la Agencia Tributaria.

Si ninguna persona en su sano juicio firmaría voluntariamente un tratado de paz en el que renuncie al control sobre algunas de las partes de su cuerpo, entonces ¿por qué una comunidad en su sano juicio firmaría un tratado de paz en el que en el que renuncian al control de sus miembros? La razón por la que la gente formó la comunidad fue para tener una defensa mutua de sus derechos, por lo que un gobierno comunitario que cede el control de sus miembros a influencias externas, es negligente en su
responsabilidad y ha perdido la legitimidad democrática.

Una democracia de estados no debería saber nada de la composición de los estados. Desde la perspectiva de la informática, el hecho de que los estados estén compuestos por condados y
que los condados se componen de ciudades que a su vez se componen de personas es un detalle de implementación. A nivel federal, el tratado de paz es una democracia de estados, donde cada estado se considera una parte igual.

Ahora considere cómo funcionaría esto desde el punto de vista de la “recuperación de impuestos”.
Si el tratado de paz entre estados pide que las partes contribuyan a la financiación federal, entonces
esa financiación debe provenir del miembro con el consentimiento del mismo miembro. Esto significa que una persona individual nunca debe tener ninguna interacción con el gobierno federal a menos que actúe como representante elegido o designado de un estado. Todos los impuestos federales deben ser facturados a los estados y cada estado debe tener autonomía para decidir cómo recaudar el dinero para pagar el impuesto. Esta estructura garantiza que un estado pueda decidir colectivamente la secesión sin cambiar nada de su estructura fiscal y sin que los individuos tengan que preocuparse sobre si pagar o no pagar los impuestos federales.

Esta idea fue entendida, en parte, por los redactores de la Constitución de los Estados Unidos, que establecía que los impuestos directos debían ser repartidos entre los estados y que el objeto del reparto es que tengamos un censo.

El concepto de prorrateo de es un concepto antidemocrático
que es similar en principio en la afirmación de que cada persona debe ser proporcional a su peso en una balanza o que su porcentaje del total de impuestos pagados debería basarse en el número de células de su cuerpo. En efecto, el prorrateo dice que “algunas personas” son “más iguales” que otras, mientras que la democracia se supone que es entre iguales voluntariamente acordando un tratado de paz bajo la ley de la selva.

En un sistema verdaderamente democrático, negociado entre iguales, todas las partes tienen el mismo voto, las mismas obligaciones y los mismos beneficios. Todos los estados tendrían los mismos impuestos. Un estado como California tendría que dividirse si su gente quisiera tener más influencia, pero al hacerlo tendría que pagar cuotas adicionales. De esta manera, las cuotas se siguen repartiendo por población, pero sólo con una autonomía equivalente. Esto protege a los estados más pequeños de la “colusión” de la población de California.

Imagínese que las Naciones Unidas tuvieran autoridad para imponer un impuesto sobre la renta que se aplicara a todas las personas del mundo? Esto debilitaría directamente a la autonomía de los
Estados Unidos. En la actualidad, Estados Unidos y otros países financian las Naciones Unidas colectivamente y cada país puede decidir abandonar y retirar la financiación como entidad única.
Incluso aquí la financiación no es uniforme (Estados Unidos paga 70%), lo que a ciertos países les da más influencia sobre las Naciones Unidas.

Un impuesto federal en los individuos socava la privacidad e independencia de los gobiernos de los estados y condados. Extrae la riqueza directamente de los niveles inferiores de gobierno (el pueblo) y luego la utiliza para extorsionar la conformidad a los gobiernos estatales y locales. Por ejemplo, el gobierno federal puede retener la financiación de escuelas, carreteras y fuerzas de seguridad a menos que los estados se conformen. Los estados han visto socavada su independencia al permitir que el gobierno federal utilice los recursos del pueblo contra el estado. Con los fondos ya retirados del pueblo por el gobierno federal, los recursos del estado (por ejemplo, los ciudadanos de Virginia) carecen de fondos para crear escuelas independientes si no están de acuerdo con el Departamento de Educación de Adoctrinamiento. Se hace mucho más difícil para la organizar una huelga de impuestos si el estado no tenga ya el control sobre el flujo de dinero de los impuestos.

Llevemos esto al extremo. ¿Qué pasaría si el gobierno federal implementara un impuesto sobre la renta del 90% en la gente y luego diera a los gobiernos estatales la financiación condicionada a su cumplimiento. Además, supongamos que que no se permitieran deducciones por los impuestos estatales y locales. ¿Cuánto dinero les quedaría a los gobiernos estatales para tributar? ¿Tienen los gobiernos estatales alguna autonomía o capacidad de representar al pueblo? ¿Aceptaría algún estado anteriormente independiente tales términos de antemano? Si nadie aceptara esos términos de antemano, entonces ¿qué legitimidad puede existir en un sistema que ha llegado a él de forma progresiva?

El propósito del gobierno estatal es representar a los gobiernos de los condados y el propósito del gobierno es representar a la gente del condado. Un individuo tiene mucha más representación dentro de su condado que en toda una federación de estados, compuesta por cientos de millones de personas.

Es posible que la gente llegue a un consenso dentro de su condado y que ese consenso a todos los habitantes del condado les da más poder. Su condado tiene mucho más poder para negociar con el Estado como un frente unido de 50.000 personas unificadas que si 50.000 personas descoordinadas quisieran conseguir la misma influencia. Esta es una situación de cómo dos personas trabajando juntas pueden superar a dos personas que operan sin coordinación. El poder efectivo de cada
miembro de una sociedad es mayor cuando se organiza en unidades compuestas más pequeñas.


virginia


Estudio de caso - Derechos de las armas en Virginia

Este estudio de caso implica un problema ofensivo para muchas personas. Por favor, tómese un momento para separar el concepto de su opinión personal sobre las armas, y recuerde que estamos
en el proceso de llegar a un consenso en una verdadera democracia. El resultado final previsto no justifica ni invalida los medios. Los principios discutidos por el caso estudio también se aplican a otros temas como el aborto, la marihuana y la inmigración, y en esos temas este proceso puede favorecer
su opinión.

El estado de Virginia tiene 8,5 millones de habitantes organizados en 95 condados. La mayor parte de la población se concentra en zonas urbanas donde el partido predominante es el Partido “Demócrata”, que en adelante llamaré el partido DSDN (Democracia solo de Nombre) porque no se adhieren a los principios de una verdadera democracia. Como Virginia no es una democracia de condados, el gobierno del estado termina controlado por el partido DSDN. El partido DSDN propone desarmar al pueblo, que es algo que el 96% de los condados de Virginia están activamente en contra, basándose en resoluciones aprobadas por los gobiernos locales.

Si Virginia fuera una democracia de condados entonces el resultado sería muy diferente. Todo el estado reconocería el derecho individual a portar armas. Los individuos en el 96% de los condados tendrían sus derechos mejor protegidos. Los individuos que viven en los condados que están a favor
prohibir las armas podrían separarse y formar su propio estado o unirse con los condados de Maryland; sin embargo, es poco probable que eso sea necesario porque una democracia de condados no debería preocuparse tanto por los derechos individuales de las armas como por la independencia del propio condado.

Esto significa que si el condado de Loudoun quisiera prohibir armas internamente, entonces al condado de Floyd no le importaría. Como los impuestos, las regulaciones no deben pasar por encima de los gobiernos intermedios. Una democracia de condados estaría más preocupada por el derecho de cada condado a formar una milicia. Una democracia de estados se preocuparía por el derecho de cada estado a formar una guardia nacional, y una democracia de países se preocuparía por el derecho de cada país a tener su propio ejército.

Si los Estados Unidos no renuncia a su derecho a tener un ejército ante las Naciones Unidas, entonces ¿por qué los estados renunciarían su derecho a formar una Guardia Nacional al gobierno federal, los condados el derecho de formar una milicia al estado, o los individuos el derecho a la autodefensa a su condado?

¿Manda la Mayoría Global?

Si la democracia consistiera en someter a la minoría (débil) a la voluntad de la mayoría (fuerte) entonces China debería gobernar a los Estados Unidos. Ciertamente no se deduce que un
país de 320 millones de personas deba operar un imperio global coaccionando a los otros 7.000 millones con amenazas de cambio de régimen. China no debería controlar a Estados Unidos más que
California debería controlar Virginia o más que Richmond debería controlar el condado de Floyd o más de lo que un propietario de una plantación debería controlar a sus esclavos.

Dicho de otra manera, el partido DSDN, con un 51% de población, no debería controlar el partido RSDN (Republicano solo en Nombre) más de lo que los RSDN deberían controlar a los DSDN si tuvieran el 51% de la población. La política de partidos es similar en su naturaleza a la mezcla de la población de Rusia y los Estados Unidos en un mismo territorio mientras la gente mantiene su “identidad” rusa y americana, y cada año tenemos que elegir si votamos a un ruso o a un americano como presidente por encima del resto del mundo.

Sólo bajo la ley de la selva tiene sentido que el 51% gobierne sobre el 49%. De hecho, bajo la ley de la selva es legítimo que el 51% mate al 49%. También es legítimo, bajo la ley de la selva, que el 1% mate al 99% si tuvieran el poder de hacerlo. ¿Cuál es la diferencia entre que el 51% amenace con matar al 49% si no cumple y que el 51% les mate a ellos? Si el 51% realmente no cree en el genocidio (o en la amenaza del mismo) entonces se deduce que deberían permitir la secesión del 49%.

Hay una fuerte tentación para los que están en el grupo del 51% de la población a defender la aplicación universal de sus teorías sobre la gestión de la sociedad. ¿Qué pueden perder? ¡La ley de la selva está a su lado! Hay un conocido dicho:

Primero vinieron a por los comunistas
y yo no dije nada
Porque yo no era comunista

Luego vinieron a por los socialistas
y yo no dije nada
Porque yo no era socialista

Luego vinieron a por los sindicalistas
y yo no dije nada
Porque yo no era sindicalista

Luego vinieron a por los judíos
y yo no dije nada
Porque yo no era judío

Luego vinieron a por mí, Y no quedó nadie que hablara por mí.

La idea es que elegir el lado de la mayoría funciona hasta que un día dejas de ser la mayoría.
Independientemente de tu sistema de creencias, no siempre estarás en la mayoría. Sería una tontería adoptar un sistema de creencias que te sirva hoy pero que justifique tu muerte mañana.

Lecciones de la Ingeniería de Software

La secesión es mucho más difícil si la estructura de gobierno no sigue los principios de bajo acoplamiento y fuerte encapsulación. He pasado mi carrera desarrollando complejo software y “sistemas operativos blockchain”. La gobernanza podría verse como nada más que un sistema operativo para la sociedad. Desde la perspectiva de un programador informático, quieres organizar el código en funciones, las funciones en clases, las clases en bibliotecas, las bibliotecas en programas, los programas en sistemas operativos, los sistemas operativos en intranets, y las intranets en Internet. Si no modula su código y respeta las APIs (interfaz de programación de aplicaciones) adecuadas produce “código espagueti” que es imposible de mantener, depurar, reutilizar o actualizar. El resultado son errores, corrupción de datos, y un desarrollo más lento. Suele ser más rápido reescribir un programa desde el principio antes que arreglar el “código espagueti”. Los gobiernos “espagueti” casi siempre deben que colapsar y rara vez son capaces de reformarse.

Para evitar los problemas del código espagueti, los desarrolladores siguen el principio de modularidad (agrupación geográfica), bajo acoplamiento (separación de poderes), minimización de dependencias (independencia) y ocultación de los detalles de la implementación de la interfaz pública (separando el gobierno federal del pueblo). Una sociedad estable y compleja debería seguir algunos de estos
principios de diseño. De esta manera, si hay un error en un área, no derrumba a toda la sociedad.

Capítulo 6 - El Poder de la Aleatoriedad

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El Poder de la Aleatoriedad

La aleatoriedad es una propiedad poco apreciada de los procesos políticos. Dejar todo en manos del “azar” puede parecer arriesgado cuando el destino de una nación está en juego, pero en este
caso es absolutamente esencial para protegerse de la captura por parte de partidos políticos y otros inclinaciones inesperadas hacia el statu quo.

Los sistemas informáticos utilizan la aleatoriedad en muchos diferentes algoritmos para protegerse de los peores resultados, la sobreoptimización y el estancamiento en los mínimos locales. Bitcoin utiliza la aleatoriedad para llegar a un consenso sobre quién puede ampliar el libro de contabilidad, lo que protege a la moneda digital de la censura. Los juegos utilizan la aleatoriedad con fractales para crear entornos más realistas similares a los de la naturaleza. La naturaleza utiliza aleatoriedad para crear la diversidad necesaria para la evolución y adaptación a los entornos cambiantes. Sin la introducción de la aleatoriedad, la vida no sería posible, pero las estructuras resultantes de la vida no se pueden considerar aleatorias. Aunque se deriva de una aparente aleatoriedad, la vida tiene un orden que lleva a muchos a creer en un creador inteligente.

La utilización de la aleatoriedad reconoce que incluso los planes mejor trazados tanto de los ratones como el de los hombres a menudo salen mal. No importa que una comunidad piense que puede organizarse, existe la posibilidad de que se equivoque, y la aleatoriedad garantiza que una variedad de opiniones minoritarias tengan la oportunidad de expresarse a lo largo del tiempo.

La gente tiende a organizarse en grupos y evitarán interactuar con externos. Una sociedad que desea fomentar el espíritu de colaboración e inclusión necesita superar el agrupamiento natural y asegurarse de que, con el tiempo, todo el mundo hable con los demás. La aleatoriedad es una de las formas en las que podemos evitar dicha tendencia.

El principio de Pareto

Toda actividad o sistema favorece a las personas con unas determinadas habilidades, ya sean jugar al baloncesto, ganar un concurso de ortografía, escribir libros o ganar unas elecciones. Las habilidades tienden a distribuirse según una distribución de Pareto, con un pequeño número de personas que son mucho mejores que los demás.

Las distribuciones de Pareto se dan naturalmente en todas partes:

  • El 20% del esfuerzo crea el 80% de los resultados
  • El 20% de los trabajadores producen el 80% del resultado
  • El 20% de las vainas de guisantes contienen el 80% de los guisantes
  • El 20% de las especies de pájaros representan el 80% de todos los pájaros
  • El 20% de las funciones obtienen el 80% del uso
  • El 20% de las personas posee el 80% de la riqueza
  • El 20% de las ciudades tienen el 80% de la población

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El Principio de Pareto puede aplicarse también en otras proporciones como 90/10 o 70/30, pero el concepto es que la mayoría de las cosas en la vida no se distribuyen uniformemente por naturaleza. Además, el Principio de Pareto es recursivo. Si el 20% de los fallos de programación causan el 80% de los errores del programa, entonces el 4% de los fallos de programación causará el 64% de los errores del programa, y el 1% de los fallos causará el 51% de los errores.

Suponiendo una distribución de Pareto 80/20 de la “influencia política”, el 1% de las personas tiene más del 50% de la influencia, y en una democracia con reglas mayoritarias, eso significa que el 1% de las personas controla el 100% de los resultados. Si asumimos una distribución de influencia más pronunciada como por ejemplo una distribución del 90/10 de la influencia, entonces el 0,1% de la población controlaría el 72% y el 0,0001% controlaría el 53% de la influencia, lo que equivale a que 200 personas colectivamente tengan más influencia que 200.000.000 personas combinadas.


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Imagina que nuestro proceso político fuera como una partida de ajedrez. Si quieres ser presidente tienes que ser el mejor jugador de ajedrez. Las habilidades del ajedrez se distribuyen por el Principio de Pareto, lo que significa que los mejores jugadores son mucho mejores que la persona media. En un proceso como este, el liderazgo raramente cambiaría y estaría concentrada en gran parte en personas con rasgos muy similares, las cuales les hacen ser exitosos jugadores de ajedrez.

Los procesos políticos que utilizan la campaña pública para conseguir votos son similares a una partida de ajedrez optimizada para una combinación de distintos rasgos. En particular, está optimizado para aquellos que están dispuestos a decirle a la gente lo que quiere oír en lugar de decir la verdad. Está optimizado para aquellos que disfrutan gobernando sobre los demás y no para los que no les gusta mandar a los demás.

Está optimizado para quienes están dispuestos a hacer “promesas” que no pueden o no tienen intención de cumplir. Está optimizado para aquellos dispuestos a formar partidos/facciones y no a los que operan según sus principios. Está optimizado para el pensamiento a corto plazo y no para la planificación a largo plazo. Estos rasgos negativos se distribuyen según los Principios de Pareto entre la población, igual que ser bueno en jugar al ajedrez o cualquier otra actividad. Cuanto mayor sea la población, mayor será la diferencia entre los políticos más hábiles (o los jugadores de ajedrez) y la persona media.

¿Qué escuela tendrá el mejor equipo de baloncesto? ¿La pequeña escuela del condado con 100 estudiantes o una gran escuela privada de una ciudad, donde atienden 10.000 estudiantes? Supongamos que la habilidad es asignada al azar de 0 a 100 a cada estudiante y cada
escuela tuviera que seleccionar un equipo con 10 jugadores. La escuela con 10.000 alumnos podría formar 10 equipos de 10 jugadores, todos con un nivel de habilidad de 100. La escuela pequeña tendría suerte con tener un jugador con un nivel de habilidad de 100 y la media del equipo
estaría más cerca de 95.

Si las habilidades se distribuyeran por Pareto entonces el 1% de los jugadores tendría más habilidades que el 51% combinado. Esto significa que una escuela grande podría presentar un equipo con 10 jugadores cerca del nivel 100, pero una escuela pequeña tendría suerte de tener 1 jugador cerca del 100 y 9 jugadores por debajo del 50. La experiencia lo confirma, las escuelas más pequeñas casi siempre tienen equipos inferiores.

La aleatoriedad puede nivelar el campo de juego en los juegos de azar. Imagina cómo serían las cosas si cada escuela seleccionara al azar su equipo de baloncesto entre los estudiantes que tengan disponibles. En este caso, todas las escuelas tendrían equipos con un nivel medio de habilidad de 50, independientemente del tamaño del alumnado. En el caso de la distribución de Pareto de las habilidades de baloncesto, el equipo medio podría tener un nivel de habilidad inferior a 10.

En el caso de juegos optimizados para “habilidades negativas” como la indulgencia, las mentiras y la manipulación, esto sería un buen comercio. En el caso de las habilidades positivas, como la sabiduría, el conocimiento económico y el juego limpio, esto sería un mal comercio.

A medida de que los países crezcan, el porcentaje de la población en los niveles más altos de gobierno se reduce. Por ejemplo, sólo sólo tiene 1 presidente y 100 senadores, independientemente de la población. Esto es similar a cómo las grandes escuelas tienen el equipo de baloncesto del mismo tamaño, independientemente del tamaño del alumnado. Cuanto más grande es un país, mayor es la brecha entre los que saben jugar al juego político y la persona media.

Si un juego favorece los comportamientos antisociales o inmorales, los que están en el poder tenderán a tener esos rasgos en mayor abundancia en relación con la demás población, al igual que la distribución de las habilidades de baloncesto en escuelas pequeñas frente a las grandes. Este es otro ejemplo de cómo la aleatoriedad puede nivelar el campo de juego. Imagina que cada proyecto de ley presentado por el Congreso tuviera que ser firmado por una mayoría de dos tercios de un grupo de 100 ciudadanos seleccionados al azar. Por término medio, el Congreso sería incapaz de aprobar leyes que no se ajustan a los deseos del pueblo. En este caso, el truco consistiría en garantizar que la
aleatoriedad fuera realmente aleatoria y el conjunto fuera realmente representativo.

Otro ejemplo de cómo la aleatoriedad puede nivelar el campo de juego; el orden de los nombres que constan en el bolleto pueden influir en el resultado. El primer nombre de la lista tiene una ventaja
sobre todos los siguientes nombres. Al aleatorizar la papeleta, se garantiza que ningún candidato tenga ventaja. La realidad es que en las elecciones típicas la mayoría de los votantes son tan ignorantes (pero racionalmente) que su voto contiene aproximadamente la misma cantidad de información que echar a cara o cruz (tirar una monda). Si la investigación de Brennan en su libro “Contra la democracia” se mantiene, el votante típico proporcionaría menos información útil que tirar una moneda. Esto se revela a menudo por lo estrecho que es la diferencia entre un candidato ganador y uno perdedor en un sistema bipartidista - ¡la gente está literalmente adivinando!

Debería haber poca diferencia entre una muestra aleatoria de 10.000 personas y un voto forzado de 200 millones. En la medida en que existe una diferencia, ésta mide las diferencias en el “entusiasmo”, “motivación” o “valor” que tiene el voto en la población. En efecto, existe un “coste del voto” y
ese coste influye el resultado de las elecciones que surja realmente desde una muestra aleatoria. Mucha gente se opone a un “impuesto electoral” y a otras “barreras al voto”, pero las barreras siempre existirán. Si no podemos eliminar las barreras, quizá debamos construir barreras artificiales que seleccionen las aportaciones de mayor calidad. Este funciona siempre que no dejemos que el fin justifique la definición de calidad (es decir, los medios).

La reducción práctica de un proceso electoral a un sistema bipartidista tiende a seleccionar cualidades indeseables y, o, denegan el derecho a voto a quienes no toleran a ninguno de los dos partidos.
La selección aleatoria entre un conjunto más amplio de candidatos reintroduciría la variedad y evitaría la captura a largo plazo por parte de los partidos políticos.

Existe un precedente de uso de la aleatoriedad para la selección de líderes en las comunidades amish. Los amish consideran buscar el poder o el liderazgo como una vanidad y una fuente de corrupción. Su proceso implica que la comunidad nomina anónimamente a los líderes. Toda persona que obtenga un número mínimo de nominaciones es elegible. A continuación, utilizan un proceso para seleccionar al azar entre los candidatos elegibles. Normalmente hay entre 3 y 12 candidatos de este tipo en sus pequeñas comunidades. Curiosamente, el candidato seleccionado es de por vida, y no tiene más remedio que aceptar el papel o dejar la comunidad. Es como ser reclutado para el ejército, que, por cierto, también utiliza un sistema de sorteo aleatorio.

El concepto de utilizar la aleatoriedad en el gobierno se denomina sortición y es un proceso utilizado para cubrir los puestos de gobierno. En la antigua democracia ateniense sortición era el método principal para nombrar a los funcionarios políticos y se consideraba un principio fundamental de la democracia. La razón de ello es su conocida propiedad de evitar el faccionalismo (partidos políticos).

Desafortunadamente, la adopción directa de la sortición ateniense no es escalable. La ignorancia racional (un tema recurrente en este libro) es el concepto de que hay un coste para adquirir conocimiento y ese coste debe ser compensado por la utilidad del conocimiento. El arte de la buena gobernanza y la economía sólida es un campo que pocos estudian y menos aún tienen experiencia práctica. No todo el mundo disfruta leer libros como éste. El valor de aprender este conocimiento está limitado por el impacto que el uso de ese conocimiento tendrá en tu vida. Con un tiempo limitado, la mayoría de las personas se dan cuenta de que es más valioso mejorar sus habilidades en su carrera
que aprendiendo habilidades de gobierno que nunca llegan a utilizar. Si tan solo estas personas ignorantes fueran lo suficientemente sabias como para evitar cargar al resto de nosotros con su voto.

Es correcto asumir que en una población grande un proceso de clasificación puramente aleatorio produciría resultados masivamente subóptimos. Esto se deduce directamente del principio de Pareto
de Pareto, que establece que la habilidad combinada de la mitad de la población es menor que la habilidad combinada del 1% superior. La persona media es significativamente (por órdenes de magnitud) menos hábil que el mejor individuo. Si el Congreso fuera seleccionado al azar, entonces sería como elegir nuestros equipos olímpicos por sorteo. Los resultados serían igual de trágicos.

Mientras que la pura aleatoriedad puede llevar a resultados subóptimos, un poco de “filtro de Pareto” puede llegar muy lejos. Imaginemos la mejora si seleccionamos al azar sólo a aquellas personas que obtuvieran una puntuación superior a la media en su examen de selectividad de la universad.
Esto eliminaría la mayoría de los candidatos potenciales mientras se mantiene un gran tamaño de muestra de personas representativas de la mayoría de los ámbitos de la vida. Los que no están representados tienen más probabilidad de perjudicar a sí mismo y a los demás en la medida en que sus ideas se incorporen al poder.

Lo que necesitamos es un sistema que pueda identificar a aquellos en el 1% o el 10% de los más capaces de representar al pueblo y luego seleccionar al azar entre ellos para evitar la corrupción sistémica o el estancamiento del poder. En el próximo capítulo se presentará un proceso de este tipo.

Capítulo 7 - El Desempate Político

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El Desempate Político

¿Y si la habilidad del “buen gobierno” fuera como el juego del ajedrez? Imagine que Estados Unidos y China decidieran resolver sus disputas en una partida de ajedrez jugada por sus respectivos líderes. El pueblo quiere asegurarse de que su país gane, así que ¿cómo iría el actual proceso electoral del DSDN?

Considere por un momento que el votante típico es racionalmente ignorante sobre el ajedrez y que nunca ha jugado. La población se divide en partidos y patrocina candidatos con filosofías opuestas sobre cómo jugar al ajedrez. El pueblo tiene la oportunidad de votar por supuestos expertos de ajedrez.

En fin el presidente elegido sería el más hábil en convencer a los demás de que sabe jugar al ajedrez. Una habilidad que no tiene nada que ver con jugar al ajedrez. De hecho, los mejores jugadores de ajedrez seguramente son horribles en convencer a los demás de que saben jugar mejor.

Imagínese que a nadie se le permitiera jugar ajedrez hasta que fuera elegido. Se limitaran a leer sobre partidas de ajedrez históricas. ¿Apostaría usted un candidato seleccionado de esta manera? Si se require la habilidad de ajedrez para ganar contra China, entonces la mayoría de la gente recomendaría encontrar al mejor jugador a través de torneos. Todos los interesados en representar a Estados Unidos podrían participar. Se emparejarían al azar para jugar una partida. Los ganadores de la primera ronda serían emparejados al azar con otros ganadores. Este proceso sigue hasta que se identifica un campeón de ajedrez y este campeón se enfrentaría a China. Debe quedar claro que en comparación con las votaciones, un torneo es más probable en identificar y producir un jugador altamente cualificado.

Para evitar que el mismo jugar de ajedrez gobierne de por vida, el líder podría ser seleccionado al azar entre el 1% de los campeones de ajedrez. Esto minimizaría la oportunidad de que tramposos tengan una victoria garantizada y nos permite corregir en caso de que hubieran maestros de ajedrez psicópatas. Desgraciadamente, no hay una forma fácil de celebrar un torneo para dirigir un país; sin embargo, si pudiéramos diseñar un juego que ponga a prueba las habilidades altamente correlacionadas con un buen gobierno, entonces será un sustituto más adecuado que el juego de política de partidos que jugamos hoy en día.

Si el propósito del gobierno es permitir que un grupo de personas llegue a un consenso, entonces debería ser dirigido por alguien experto en el arte de construir consensos. El más hábil es aquel que puede obtener el consentimiento unánime de la población; el menos hábil es el que divide a la población en facciones enfrentadas.

Para identificar al mejor constructor de consenso, organizamos un torneo que asigna aleatoriamente a pequeños grupos (~10 personas). Cada grupo debe alcanzar una supermayoría (~7/10) sobre uno de sus miembros para representar a su grupo. En informática, 2/3+1 representa el umbral de tolerancia para fallos bizantinos. Esto pone a prueba a cada miembro del grupo para ver quién es más eficaz en la construcción de consenso. Un grupo que no puede llegar a un consenso es como una partida de ajedrez que termina en empate y nadie del grupo avanza en el torneo. El proceso se repite hasta que se identifica al mejor constructor de consenso.

Imagínese cómo sería nuestra sociedad si todos los que ocupan cualquier cargo electo tuviera que pasar por este proceso. ¿Crees que el Congreso tendría un índice de aprobación del 30% y que la fe
en el gobierno estaría por debajo del 20%? Si China usa un proceso similar, ¿cuáles son las posibilidades de que se pueda alcanzar un acuerdo comercial entre dos expertos constructores de consenso? En teoría un sistema de desempate podría permitir una población de mil millones de personas identificar un congreso/parlamento en sólo ocho o nueve rondas donde cada ronda es asignada un mes entero para alcanzar el consenso. En general, el proceso debería ocupar mucho menos tiempo que el(los) año(s) que los políticos pasan en campaña y debate a través del proceso de primarias y hasta las elecciones generales. El Congreso o el parlamento elegiría un presidente, un vicepresidente y un tribunal supremo de entre sus miembros. Como alternativa, el poder legislativo, el poder judicial y el poder ejecutivo podrían tener torneos independientes.

El hecho de que las eliminatorias políticas puedan escalar a miles de millones de personas no significa que sea una buena estrategia para organizar todo el mundo bajo una jerarquía de desempate. Seguiría violando los principios de poder relativo entre el individuo y el grupo; es decir, si no hay una forma clara de llegar a un consenso sobre cómo descomponer la comunidad en unidades autónomas e independientes, entonces no hay un camino fácil hacia la secesión. Sin la secesión, la capacidad de decir "¡no! se pierde y sin poder decir “¡no!” se pierde la capacidad de negociar y consentir, y sin consentimiento no hay legitimidad, y sin legitimidad no hay democracia.

Para apoyar mejor la secesión, imagina que cada condado utilice un desmempate político para elegir una “junta de supervisores”. Debido a que el condado promedio tiene una población de
50.000 habitantes, esto podría hacerse con un promedio de sólo 2 a 3 rondas, potencialmente ocurriendo en un solo día. Una vez seleccionada la junta, pueden elegir a uno de sus miembros para que represente al condado en niveles superiores (como el estatal).


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En Estados Unidos hay 3141 condados. Imagínese si cada condado fuera autónomo y pudiera unirse a cualquier estado o país sin primero tener que pedir permiso para abandonar el estado o país en el que se encontraba anteriormente. Dentro de cada estado todos los condados utilizarían una eliminatoria política para nombrar a sus representantes en el congreso estatal. Finalmente
cada estado podría, si así lo decidiera, unirse a una estructura de gobierno federal.

El componente clave de esta estructura es que mantiene la posibilidad de resolver desacuerdos mediante la secesión. Un individuo al que no le guste la junta de supervisores de su condado local puede mudarse a un condado vecino. Un condado que no le guste su estado puede convertirse en un
país independiente o unirse a otro estado. Un estado al que no le gustan los “Estados Unidos” puede independizarse o unirse a otra federación.

El principio es que los gobiernos de nivel superior son “gobiernos de gobiernos”. Esto maximiza la autonomía local y entrega a los habitantes la libertad de establecer su propio camino, para vivir y dejar vivir. Si se desea un gobierno mundial, éste debe estar compuesto por países independientes que sean libres de abandonarlo en cualquier momento.

Retirada de Puestos

Ocasionalmente, un representante muere o traiciona a sus electores hasta tal punto que debe ser destituido antes del final de su mandato. En cualquier momento un grupo de 10 personas puede cambiar de representante alcanzando un nuevo consenso de más de 2/3. Esto crea una especie de democracia líquida en la que los malos actores pueden ser identificados y eliminados antes de que puedan hacer más daño.

La Evolución de los Estados Unidos

La estructura del gobierno de los gobiernos, está más cerca de la constitución original de los Estados Unidos, antes de la 17ª enmienda, cuando las legislaturas estatales elegían a los senadores federales.
La 17ª enmienda eliminó efectivamente la representación “estatal” a nivel federal, aplanando la pirámide de representación entre el individuo y el gobierno federal.

Los estados se unieron a la unión con la expectativa de que tenían derecho de secesión. Se produjo una concentración adicional de la representación al limitar el número de congresistas. A principios del siglo XIX había menos de 50.000 personas por congresista, ahora ahora son más de 650.000 por congresista. Esto representa un crecimiento de más de 10 veces en el poder relativo del congresista frente al individuo asumiendo una relación lineal.

Debido a la naturaleza no lineal de la distribución de Pareto de poder, esto podría ser también un crecimiento de 100 veces en el poder relativo de un congresista frente al pueblo. Al cambiar a un sistema de “gobierno de gobiernos”, cada condado tendría una población media de 50.000 habitantes
y los 3141 representantes designados por los condados serían similares al número de congresistas que hubiéramos tenido bajo la constitución original. Al vincular distritos de congreso con condados podríamos minimizar la oportunidad de manipulación.

La evolución desde una federación de estados independientes a un efectivo “imperio DSDN” ha socavado el poder real del pueblo para controlar su destino. La resistencia de movimientos de secesión es uno de los principales medios por los que el statu quo elimina el poder del pueblo para alcanzar un nuevo consenso.

Proceso de Desempate Político de Tecnología Baja

Todo proceso democrático debe ser lo suficientemente sencillo para que cualquier comunidad pueda aplicarlo sin depender de soluciones de alta tecnología. Cuanta más dependa un proceso sobre una tecnología, más dependiente es de un pequeño número de proveedores tecnológicos y más inaccesible es para las masas.

Las soluciones de baja tecnología deben escalar de pequeños grupos de 50 personas hasta países enteros con miles de millones de personas. Implementar un desempate política requiere organizar a una población en agrupaciones aleatorias de 4 a 12 personas de manera que facilite a todos los implicados una gran confianza en la integridad de la aleatoriedad. Cuatro personas es el mínimo necesario para lograr consenso tolerante a fallos 2/3+1 Bizantinos. Cada grupo debe elegir uno de sus miembros para que sea representante del grupo. Empecemos por demostrar
cómo esto podría funcionar a pequeña escala y luego ampliarlo.

Comunidades con menos de 200 personas

Empecemos con una pequeña comunidad de 50 personas, como una iglesia, un club o representantes de cada uno de los 50 Estados. Este grupo organizaría un evento en un centro de eventos de la comunidad local o en su sala de reuniones, y colocaría 13 mesas de 4 personas. Una vez que todos se presenten, el anfitrión traerá una baraja de y le dará a todos la oportunidad de barajar la baraja a la vista de todos los demás. A continuación, pasaran por una fila y recibirán una tarjeta. A cada mesa se le asignará un rango de cartas (1, 2, 3…). Al recibir una carta, la gente se dirige a la mesa que corresponda a su carta. Una vez que todos estén en su mesa, puede comenzar una discusión
durante la cual los individuos negocian para determinar quién puede mejor representar a su mesa.

Una vez identificada la persona representativa se le entregan las cartas. Un individuo debe conseguir al menos tres de las cuatro cartas para representar a la mesa. Una vez completadas todas las mesas hay hasta 13 representantes, cada uno con al menos tres cartas. A partir de ahora los representantes pueden debatir delante de toda la comunidad (por ejemplo en un escenario) para elegir un líder. El líder debe tener al menos 9 de los 13 votos (2/3 + 1). En caso de que no se alcanza la supermayoría, el proceso vuelve a empezar. Una alternativa que podría defendernos del soborno o la influencia de los famosos es elegir al azar entre los 13 primeros.

Otra alternativa es que los 13 primeros se dividan en tres grupos aleatorios, cada uno de los cuales elige un representante y luego seleccionan al azar de los tres primeros.

Este proceso puede ampliarse hasta 200 personas, añadiendo más barajas y aumentando el tamaño de la mesa inicial hasta 12 personas.

Comunidad de 1000 personas

La ampliación del desempate político a un colectivo de 1000 personas requiere una ligera variación en el proceso. Mil personas fácilmente pueden encontrar un lugar como una escuela que pueda soportar 100 mesas de 10 personas. En este caso necesitaremos 20 barajas de cartas de dos colores diferentes, por ejemplo, una baraja con la espalda rojo y otra baraja con la espalda azul.

A cada mesa se le asignaría un rango y un color (por ejemplo, As rojo, 9 azul, etc.). Una vez más, la gente podría participar en el barajado y luego hacer cola para coger una carta, y luego ir a su mesa correspondiente. Cada mesa tendría 10 personas que tendrían que llegar a un acuerdo de 7 de 10.
Una vez que todas las mesas hayan elegido a su representante entonces podría tener lugar una segunda ronda utilizando las reglas para un grupo de 100 personas.

Comunidad de más de 10.000 personas

Cuando una comunidad llega a 10.000 personas es demasiado grande para albergarla en un solo lugar y es el momento de empezar a agrupar a la gente en recintos de 1000 personas. Cada recinto
debería tener aproximadamente el mismo tamaño (entre 900 y 1000 personas) y utilizaría el mismo proceso que una comunidad de 1000 personas para elegir a un representante del recinto. Los 10 representantes finales de los recintos se reunirían para elegir al representante final.

La agrupación de personas en distritos electorales debe hacerse de manera que sea robusta contra la manipulación subjetiva. El objetivo es evitar que haya collusión entre la gente para corromper la
distribución aleatoria y, por lo tanto, reintroducir los partidos políticos o la manipulación de circunscripciones. Esto puede lograrse agrupando a las personas según propiedades estáticas distribuidas aleatoriamente.

Un ejemplo es la asignación de personas a los distritos electorales por su fecha de nacimiento. Otra posibilidad es organizar los distritos electoralesg eográficamente utilizando un algoritmo determinista no sujeto a manipulación, como una cuadrícula GPS.

Comunidad de 100.000+ personas

Es igual que una comunidad de 100 representantes. Una comunidad de un millón de personas sería igual que una comunidad de 1.000 representantes de recinto. En este momento se puede ver un patrón emergente que puede escalar a miles de millones de personas utilizando menos de cuatro eventos, cada evento consiste en grupos de 1000 o menos, usando nada más que unas barajas de cartas ampliamente disponibles.

Bajo este sistema es imposible que alguien “emita múltiples votos” o que voten “personas muertas” o “mascotas”. Para participar hay que presentarse y eso significa que debes estar vivo y en un solo lugar a la vez. No sólo esto, sino que no habría campaña porque las personas a las que puedes votar son las que se asignan al azar a tu mesa. Sin campaña no hay ventaja de los titulares de cargos, la influencia de los famosos, los insultos, la manipulación de los medios de comunicación, la influencia de la riqueza, ni la necesidad de financiar las campañas.

Dado que cada grupo requiere un acuerdo de 7 de 10 y los grupos no pueden coordinarse de antemano, no existe la posibilidad de formar partidos políticos. Como en cada elección la gente se
organizan en nuevos grupos aleatorios, un titular de cargo no tendría base.

Desempate Político de Tecnología Alta

Una solución de alta tecnología implicaría que todos usaran su teléfono móvil y la tecnología blockchain. Bajo este enfoque se utilizan técnicas criptográficas para crear un número aleatorio honesto. Un ejemplo de este tipo de algoritmo es el uso de un futuro hash de bloque de Bitcoin. Una vez seleccionado el número aleatorio, se utiliza como semilla para un algoritmo determinista de barajado que organiza a la gente en grupos de 10.

Se puede crear automáticamente una sala de chat para todos los grupos combinado con una opción de videoconferencia. El grupo podría disponer de horas o meses para llegar a un consenso de forma asíncrona. Los miembros del grupo votarían al representante (que podrían cambiar varias veces).
Una vez que 2/3+ de los miembros del grupo están de acuerdo, se elige un representante. El proceso se repite con los representantes.

Todo el mundo puede ver las discusiones en las que estan involucrados los representantes en los niveles superiores. Cada persona tiene la oportunidad de evaluar a sus representantes en función de la fidelidad de su prestación. Esta información permanece accesible en los años posteriores para cuando un nuevo grupo de 10 personas decida si nominar o no, a un representante anterior.

Debido a la transparencia de la blockchain y a la integridad criptográfica de los algoritmos sabemos que el sistema no puede ser “hackeado” como las máquinas de votación tradicionales. Si las salas de chat se sustituyen por videoconferencias interactivas y programadas al mismo tiempo, entonces también se puede impedir que la gente vote varias veces o que los muertos voten. Por desgracia, es un poco más difícil impedir que extranjeros se unan a distancia.

El Consenso requiere Tiempo

Llegar a un consenso lleva tiempo y no debería cambiar frecuentemente, especialmente en las sociedades más grandes, donde los cambios afectan a más personas. Un alto índice de cambio en las leyes o en el liderazgo sugiere que las cosas están sucediendo sin que la personas puedan procesar, discutir y consentir a los avances. Sin consentimiento, las personas que dirigen el gobierno han violado el tratado de paz de la sociedad y han devuelto al pueblo a la ley de la selva.

Imagina una dictadura en la que el líder cambiara cada 12 meses. Sería imposible para una comunidad ejecutar un plan a largo plazo. Esto afecta a más que solo el gobierno, sino que todas las empresas deben adaptarse a las normas cambiantes.

Puedes pensar en el poder del gobierno como un tesoro encerrado en la caja fuerte de un banco. Si no se toman precauciones el banco puede ser robado antes de que alguien pueda responder. No sólo
los bancos tienen que preocuparse por los ladrones externos, también tienen que preocuparse por los robos internos.

Una comunidad que pretenda poner gente en el poder debería integrar un proceso que limite el daño que puedan causar unos pocos malos actores. Una forma de hacerlo es aprovechar técnicas utilizadas por los bancos para asegurar sus bienes. Una de las formas en que los bancos y muchas empresas aseguran sus cajas fuertes es implementar un bloqueo de tiempo. La idea es que la puerta de la caja fuerte sólo se puede abrir después de un tiempo de retraso obligatorio.

Cuando trabajaba en Dominoes de adolescente teníamos que desbloquear la caja fuerte 30 minutos antes de que necesitáramos acceder al dinero. La idea es que si alguien intentaba robar la tienda tendría que que esperar para acceder al efectivo, incluso si podían convencer al gerente para que introdujera el código adecuado. Esta demora le da tiempo a la policía para responder.

Cuando se aprueban nuevas leyes, es necesario un plazo mucho más largo ya que la población tarda mucho más en organizarse y crear un consenso sobre la resistencia. Las leyes de la sociedad deben ser estables y estar diseñadas para permanecer coherentes con realidades físicas y metafísicas relativamente inmutables.

La naturaleza de la realidad subyacente no está cambiando rápidamente; por lo tanto, nuestras leyes tampoco deberían cambiar con frecuencia. Cambiar rápidamente las reglas/leyes es como tratar de volar un avión con un retraso de dos minutos entre la emisión de un comando en el joystick y ver los resultados en los indicadores. Es imposible pilotar un avión así a menos que los cambios sean
extremadamente pequeños, de manera que el impacto en dos minutos sea lo suficientemente pequeño como para corregir el rumbo. Los movimientos bruscos podrían estrellar el avión antes de que los indicadores indiquen un problema.

Los impactos políticos, económicos y ecológicos de las leyes pueden tardar décadas o siglos en manifestarse. Una forma de lograr un control y equilibrio es garantizar que las leyes propuestas por un congreso deben ser ratificadas por el siguiente congreso, tras un ciclo electoral completo, antes de
de entrar en vigor. Esto implicaría que desde el momento en que una ley obtiene 2/3+ de aprobación en un congreso, tardará al menos cuatro años durante los cuales puede ser retirada por los siguientes
congresos posteriores. Después de cuatro años, el nuevo congreso tendría que ratificarla con 2/3+ de aprobación.

Entonces la ley caducaría si no es renovada por el siguiente congreso. Sólo después de mantener 20
años, la cláusula de caducidad terminaría y la ley se renovaría automáticamente hasta que se apruebe y ratifique una nueva ley.

Una ley que puede mantener el consenso durante cuatro temporadas de desempate político y aún así obtener una ratificación de más de 2/3 es una ley para la que existe un amplio consenso. Una ley que no puede mantener el consenso durante ese periodo es probable que se haya redactado por miedo o por corrupción.

Hay un dicho en política: “nunca desperdicies una crisis”. La idea es que durante los periodos de
de agitación, los políticos pueden aprovecharse de la población, pero también pueden ser aprovechados por los medios de comunicación y otras personas influyentes, dispuestos a introducir
leyes que de otro modo nunca se aprobarían. Ejemplos de estas leyes incluyen los rescates bancarios y la Ley “Patriota”. Ninguna ley debería aprobarse en una emergencia. En una verdadera emergencia
el mercado libre y la cooperación voluntaria bajo un conjunto estable de leyes pueden cubrir las grietas. Hacer excepciones para “emergencias” es una puerta trasera a la tiranía porque los líderes
pueden declarar una emergencia siempre que su propaganda sea lo suficiente como para poder asustar a la gente.

Seguramente habrás oído el consejo de “consultarlo con la almohada”, antes de tomar cualquier decisión importante que cambie tu vida. Este es especialmente bueno para las decisiones que no son fáciles de deshacer. Un sistema de gobernanza que aplique plazos obligatorios de tiempo de espera facilita más tiempo a la genta como para consultarlo con la almohada. El simple acto de retrasar sus decisiones da a su subconsciente tiempo para procesar emocionalmente las consecuencias. El resultado final es que, en promedio, las personas toman mejores decisiones y evitan el equivalente al “gasto impulsivo”.

Aprovechando el poder de Pareto

He pasado la última década experimentando con tecnologías diseñadas en ser resistentes contra la captura de pequeños grupos. La idea detrás de Bitcoin es que podemos asegurar contra los bancos o el gobierno de la apropiación de sus bienes digitales utilizando un libro de contabilidad pública resistente a la censura. Si alguien fuera capaz de controlar quién puede publicar en el libro de contabilidad, entonces pueden congelar fondos y extorsionar cumplimiento. Para derechos de propiedad de manera similar al oro, un protocolo de criptomonedas debe ser estable y casi imposible de cambiar o censurar.

Inicialmente cualquiera podía utilizar su ordenador personal para participar en el proceso de consenso de Bitcoin. Al principio yo produje muchos bloques en la red Bitcoin usando sólo mi ordenador. Mientras operaba a esta escala, todo el mundo con un ordenador podía estar seguro de que sus transacciones no podían ser censuradas.

A medida que la comunidad Bitcoin creció, las economías de escala tomaron las riendas y hoy en día sólo hay tres empresas diferentes que controlan el 51% de la producción de bloques. Con el 51% pueden censurar cualquier bloque que contenga transacciones que no les gusten. Además, se ha creado un hardware especializado que hace que sea antieconómico para los individuos con un ordenador normal asegurarse de que su transacción será incluida.

Debido a que el hardware, las habilidades y la infraestructura son altas barreras de entrada, la corrupción de los pools de minería (que podrían ser vistos como partidos políticos) se convierte en un potencial problema.

Un proceso similar sucede en todos los demás algoritmos de consenso. El Principio de Pareto toma efecto y el 1% de la gente gana el 51% de la influencia, lo que significa que el 1% acaba teniendo el control. Una comunidad que quiera protegerse de ser capturada necesita contrarrestar el Principio de Pareto. Hemos visto que la aleatoriedad es una herramienta eficaz para nivelar la influencia de Pareto.

También hemos visto que la aleatoriedad pone en el poder a personas con una habilidad “mediana” y que la habilidad mediana está muy por debajo de la mejor habilidad posible. Hemos aprendido que cada “juego” que creamos selecciona un conjunto distinto de personas según la distribución de Pareto.

Las blockchain de prueba de trabajo (Proof of Work) como Bitcoin, selecciona las habilidades técnicas y el acceso a electricidad barata. Las blockchain de prueba de participación (Proof of Stake), como las que yo que he creado, tienden a seleccionar a los ricos y las plataformas de intercambios de criptodivisas que gestionan los depósitos de los tokens de otras personas.

También hemos visto que algunos juegos, como la moderna política de partidos, seleccionan a personas con rasgos patológicos. Convirtiendo el juego en algo como las eliminatorias políticas podemos seleccionar de una distribución de Pareto de rasgos más virtuosos. El problema al que nos enfrentamos es que cualquier distribución única probablemente tenga una especialidad estrecha. Por ejemplo, si el desempate político selecciona a los constructores de consensos, podría seleccionar en contra de los pensadores estratégicos y los ingenieros.

Las habilidades necesarias para gobernar una sociedad puede requerir el consenso sobre un conjunto diverso de rasgos la cual ninguna única distribución de Pareto podría optimizar. Suponiendo que los conjuntos de habilidades no se alineen completamente, compartir la influencia entre múltiples distribuciones de Pareto aumentaría la diversidad y la descentralización de la influencia. El reto consiste en identificar un conjunto de juegos únicos para identificar al mejor de los mejores.

Desde esta perspectiva, puede tener sentido utilizar juegos como el ajedrez, el go, el póker, los concursos de deletreo, Starcraft o BattleBots. Utilizando estos juegos podemos identificar un subconjunto de la población que está por encima de la media de inteligencia y habilidad en
múltiples dimensiones. Es poco probable que la gente pueda coludir para manipular un conjunto tan diverso de juegos. Uno de los retos es llegar a un consenso sobre qué juegos seleccionar.

Independientemente del juego, es fundamental que se use una forma de sortición (selección aleatoria) para que el liderazgo en cualquier categoría no se estanque. Creo que el proceso de consenso del desempate político podría seleccionar a personas lo suficientemente capacitadas para llegar a un consenso sobre el conjunto de juegos. Dicho esto, la selección aleatoria de los líderes
de los mejores de varios juegos de desempate según el principio de Pareto, puede representar
una complejidad innecesaria.

Tecnocracia

Muchas personas defienden que debemos dejar que los científicos y otros “expertos” nos digan cómo organizar la sociedad. Si estas personas realmente saben lo que es mejor, entonces todo el mundo debería seguirlos. Es cierto que los mejores y más brillantes están en mejor posición para tomar decisiones sabias; sin embargo, el desafío se convierte en cómo identificarlos sin abrir una puerta trasera a la corrupción.

A lo largo de la historia, los poderes fácticos han quemado a personas en la hoguera por no estar de acuerdo con la “ciencia” del momento. Ideas como que la Tierra gira alrededor del sol o los beneficios de lavarse las manos antes de dar a luz se consideraban heréticas. En los tiempos modernos la “ciencia” es financiada por personas con motivos políticos y el resultado es la corrupción de la información. Desde una perspectiva puramente lógica la tecnocracia comete el pecado de apelar a la autoridad y por lo tanto debe ser rechazada como una falacia lógica.

Si se quiere gobernar mediante una tecnocracia, todavía hay que llegar a un consenso sobre quién es el mejor y hay que hacerlo de una manera que no esté corrompida por los prejuicios políticos y la “ciencia” interesada. No debe existir una “clase académica” o una “clase mediática” que elige a los “expertos”, ya que en este caso la clase académica representará una estructura de poder oculta que manipula el poder político en beneficio personal.

Uno de los problemas de dejar que expertos en un solo campo establezca la política es que carece de conocimientos interdisciplinarios. Por ejemplo, lo que podría ser mejor desde una perspectiva médica podría ser desastroso desde una perspectiva económica. En un intento de salvar vidas utilizando los conocimientos de una disciplina, se puede matar inadvertidamente a mucha más gente debido a factores no tenidos en cuenta de otras disciplinas.

Recuerde que la mayoría de las personas son racionalmente ignorantes con respecto a la buena gobernanza, la filosofía y la economía. Incluso los médicos, ingenieros y científicos son racionalmente ignorantes sobre de los asuntos que no son de su especialidad. Es más, los que son expertos en su campo suelen estar demasiado seguros de sus conocimiento de otras áreas.

Es por esta razón que la selección de personas para las habilidades abstractas de lógica, retórica, matemáticas, teoría del juego, memorización, etc., es mucho mejor que seleccionar personas con conocimientos altamente especializados en un sector en concreto. Un órgano de gobierno debe estar compuesto por personas capaces de razonar y negociar desde los primeros principios.

Además, las habilidades deberían ponerse a prueba mediante juegos con reglas bien definidas y ganadores objetivos (donde es difícil hacer trampas) en lugar de “el académico más publicado o con más conexiones políticas”. Por último, independientemente de cómo se midan las competencias, siempre debe utilizarse la aleatoriedad para seleccionar entre todos los que superen un umbral mínimo.

Resumen de la eliminatoria política

La selección de líderes debería basarse en un juego de habilidad que optimice los rasgos virtuosos combinados con una clasificación aleatoria para evitar el estancamiento. Hay que tener mucho cuidado que las eliminatorias no premien en exceso los rasgos antisociales.

El proceso debe ser escalonado en una estructura de desempate para filtrar eficazmente a los mejores de los demás. Combinando este proceso con el superponer de mandatos y el tiempo entre la aprobación y la ratificación de nuevas leyes, podemos proteger el consenso público y evitar que este sea capturado por representantes corruptos o corrompidos por masas emocionalmente manipuladas durante los periodos de crisis.

Este proceso es inmune a los partidos políticos porque cada grupo es seleccionado al azar y debe alcanzar una mayoría de 2/3 + 1. Es inmune a la ventaja del titular de cargo, porque cada año se asignan personas a nuevos grupos al azar. Es inmune a la manipulación de circunscripciones porque todos los grupos son elegidos aleatoriamente. Es inmune a las promesas de campaña y de la promoción porque no hay que convencer a nadie más que a los de tu grupo. Es inmune a la ignorancia racional porque la mayoría de la información que se necesita puede obtenerse directamente de la discusión en el grupo.

Aprovecha la sabiduría de las multitudes porque evalúa a todos los miembros de la población usando la información local. No depende de que los participantes tengan un conocimiento global; lo que deben
juzgar es el carácter y la lógica de las personas de su grupo. Esto es lo que llamo la verdadera democracia y es un fuerte contraste con los DSDN que devoran a su población bajo la ilusión de legitimidad democrática.

Capítulo 8 - Independencia por Diseño (1ª parte)

IndepDesgn


Independencia por Diseño

Al negociar un tratado de paz, solo se pueden negociar términos justos entre dos personas si tienen la capacidad de decir “no, gracias” y salir de las negociaciones. Si una persona tiene algo que la otra necesita para vivir, entonces es posible la extorsión. Para evitar la extorsión, todos los miembros de un grupo político deben permanecer lo suficientemente independientes como para poder alejarse.

Además, Una vez que se haya alcanzado un acuerdo, las partes deben tener la capacidad de separarse en caso de que otras partes no cumplan con el tratado. Esto requiere que los tratados de paz (gobiernos) se diseñen para garantizar la independencia de las partes.

Bajo este modelo, el gobierno federal de los Estados Unidos podría verse como una democracia de estados. Para que el gobierno federal tenga poder legítimo sobre los estados, los estados deben primero dar consentimiento para unirse a la federación. Para poder mantener el consentimiento, los Estados deben tener suficiente independencia para poder salir de la federación.

Dicho de otra manera, ¿podría Virginia separarse de Estados Unidos y sobrevivir siendo sancionada o rechazada por el resto de Estados Unidos? Si no es así, ¿qué opciones tendría la gente de Virginia en caso de que el gobierno federal decida cobrar impuestos a Virginia y a subsidiar a California?

Si Virginia construye su comunidad de tal manera que sea dependiente de las corporaciones internacionales, ¿estaría el pueblo de Virginia en una posición de negociación mucho más débil en respecto al resto del mundo? Si los 50 Estados juntos practicaran la independencia, Estados Unidos también sería independiente y podría evitar enredos extranjeros innecesarios.

Aunque todos los Estados pueden ser independientes, todavía se benefician de la formación de una federación. La federación proporciona un proceso de resolución de disputas entre los estados y permite que los estados actúen “como uno” cuando tratan con el resto del mundo. Pueden coordinarse sobre estándares y una defensa común. Pueden trabajar juntos para derribar dominós más grandes.

Hay dos formas de lograr la independencia: ser autosuficiente o tener una multitud de socios comerciales independientes. Una persona puede ser independiente si hay una multitud de comunidades a las que podría unirse. Cuanto más grande sea una comunidad, más debe inclinarse hacia la autosuficiencia porque hay menos socios comerciales.

No es suficiente tener “dos o tres” socios comerciales para un bien en concreto ya que es dezmasiado fácil coludir y es probable que tengan muchos intereses comunes. Necesitaríamos cientos o miles de proveedores independientes para asegurarnos de que sea poco probable que todos se nieguen a realizar comercio con usted.

Una consecuencia de la independencia es la redundancia, que hace que la sociedad sea antifrágil frente a las crisis económicas y los desastres naturales. Más importante aún, protege a la sociedad de desastres políticos provocados por el hombre.

Cada comunidad debe producir su propia energía y cultivar sus propios alimentos. La electricidad que produce debe provenir de sus propios recursos renovables. Una comunidad que puede proporcionar alimentos, refugio, ropa y energía es una comunidad resistente y ha logrado la independencia y, por lo tanto, tiene la capacidad de participar en verdaderas democracias.

Si una comunidad debe importar productos de otras comunidades, debería centrarse en la importación de bienes duraderos. Una comunidad que depende de una red eléctrica extranjera está a merced de las demandas diarias de cumplimiento. Una comunidad que compra paneles solares a una comunidad extranjera puede pasar décadas sin estar a merced de otros para obtener su electricidad. Si las relaciones se deterioran, una comunidad tiene el tiempo suficiente para producir sus propios paneles solares, encontrar otro productor de paneles solares o cambiar a otro medio de generación de energía.

Una comunidad que no sea proactiva en la defensa de su independencia será consumida gradualmente por aquellos de los que depende. Las libertades cotidianas desaparecerán y la “dependencia” convertirá a la comunidad en unos esclavos prácticos.

El hecho de que un dueño de esclavos no esté haciendo demandas hoy, no significa que usted no sea un esclavo. Cuanto más dependiente se vuelva, más doloroso y costoso será recuperar su independencia.

Un ejemplo sería Walmart, que se muda a una ciudad pequeña y vende productos a un precio más bajo que las tiendas familiares que existían antes. Estos precios más bajos vienen a coste de la dependencia. Cada miembro de la comunidad que acepta el cebo de precios más bajos debilita la independencia de la comunidad. Es el clásico dilema de prisionero.

En el dilema del prisionero, dos personas son capturadas por un delito, pero el procurador solo tiene pruebas suficientes para que le encarcelen durante un año. El fiscal les ofrece a ambos un trato, si usted confiesa y su amigo no lo hace, entonces queda libre y su “amigo” recibe veinte años. Si ambos actúan con egoísmo y confiesan, ambos reciben cinco años. Si ambas partes actúan de manera desinteresada en la oferta y ambas permanecen en silencio, ambas partes reciben un año.

En acorde con la teoría de juegos, la elección correcta sería confesar porque si asume probabilidades de 50/50 de que la otra parte confiese, entonces quedará libre o tendrá cinco años, un valor esperado promedio de 2.5 años. Por otro lado, permanecer en silencio tiene un resultado o de un año, o veinte años, un valor esperado de 10,5 años. Si todas las partes adoptan esta estrategia, el resultado esperado es que ambos pasen cinco años en la cárcel.

En una comunidad, las personas tienen la opción de comprar en Walmart (confesar) o comprar de una tienda local (permanecer en silencio). Al desertar a su comunidad, obtiene un beneficio (precios más bajos, también conocido como menos tiempo en la cárcel) y los miembros de su comunidad pagan un precio más alto (más tiempo en la cárcel) cuando los propietarios se ven obligados en subir los precios debido a los volúmenes más bajos.

Sin embargo, si todos desertamos la comunidad entoncés la tienda local deberá cerrar sus puertas y su comunidad ahora depende de Walmart, que es libre de aumentar los precios y controlar qué productos y empleos están disponibles en su comunidad. Peor todavía es que las ganancias que genera Walmart abandonan la comunidad en lugar de permanecer dentro de la comunidad. Esto afecta a todos los demás negocios de la comunidad.

Se podría decir que todas las personas se encuentran en un dilema de prisionero multipartidista en el que todos tenemos la opción de “ahorrar un dólar” a coste de los demás (incluido usted mismo al final) o para “comprar localmente” en beneficio de toda la comunidad, pero a un coste más alto individual. Los parámetros son ligeramente distintos en el sentido de que si demasiadas personas desertan, toda la comunidad sería vendida como esclava. Si asume que todos los demás van a desertar, entonces también podría desertar y “ahorrar un dólar” porque de todos modos terminará siendo esclavizado.

Si preguntaras a todos los miembros de la comunidad si preferirían “ahorrar un dólar” o “ser independientes”, es probable que muchos opten por la independencia; sin embargo, también sienten que su elección es intrascendente para el resultado final. Las probabilidades de que su elección de “ahorrar un dólar” haga una diferencia en el resultado final son tan pequeñas que “ahorrar un dólar” gana. Este es un ejemplo de la tragedia de los comunes.

Los individuos que ciegamente persiguen ganancias (precios más bajos) se venden a sí mismos y a su comunidad como esclavos. Un sistema de gobernanza comunitaria eficaz debe tomar medidas activas para cambiar las estructuras de incentivos para que la comunidad mantenga la independencia.

En cualquier comunidad, es probable que haya personas que voluntariamente elijan el mercado local de agricultores en lugar de Walmart, pero que haya suficiente participación voluntaria o no, depende de la cultura. Una comunidad tendría que estar muy organizada y unida para mantener una cultura de individuos que anteponen la comunidad local al beneficio personal a corto plazo. En una comunidad así, es probable que existan presiones sociales para hacer cumplir un tratado de paz comunitario con respecto a la compra de productos locales.

Sin embargo, una vez que una comunidad alcanza un cierto tamaño, las presiones sociales ya no son efectivas (Dunbar ataca de nuevo). Aquí es donde un tratado de paz formal puede ayudar a la comunidad en alcanzar un consenso democrático sobre cómo mantener su independencia. Imagínese si la junta de supervisores local colocara un impuesto sobre las ventas del 50% sobre cualquier producto importado a la comunidad. De repente, Walmart ya no tiene los precios más baratos y la mamá y el papá se quedan en el negocio.

Una consecuencia de esto es que toda la comunidad paga precios más altos, pero sus miembros mantienen su independencia. Si cree que el propósito del gobierno es defender los derechos de su pueblo, entonces eso significa que el gobierno debe defender la independencia de su pueblo, incluso si eso significa evitar que la gente venda voluntariamente al resto de la comunidad a la esclavitud dependiente. Un gobierno que no puede defender la independencia de la comunidad en su conjunto no puede defender la independencia de sus miembros.

Sin independencia, los miembros de la comunidad no pueden negociar un tratado de paz desde una posición de poder marcharse. Sin negociación no hay consentimiento y sin consentimiento no hay verdadera democracia. Sin una democracia legítima, una comunidad no puede acceder a estructuras de gobernanza de nivel superior. La legitimidad de un gobierno local depende de la independencia que se asegure para sí mismo y para su pueblo.

Analicemos este problema desde una perspectiva de exportación. Imagina que eres un agricultor en una comunidad pobre: ​​los que están fuera de tu comunidad pueden ofrecerte más por tu comida asi que vendss toda tu comida a los extranjeros. Como resultado, su comunidad local se muere de hambre mientras usted gana suficiente dinero con sus exportaciones y puede permitirse pagar para importar bienes que usted mismo no produce. Este escenario se ha sucedido innumerables veces en países que experimentan un colapso económico.

Ya sea importando o exportando, las personas pueden debilitar a su comunidad local. En efecto, no existe una comunidad local y todo el mundo se vuelve sujeto (dependiente de) una comunidad global gobernada por los directores ejecutivos “dictadores” que dirigen empresas internacionales controladas por oligarcas accionistas distribuidos según el principio de Pareto.

¿Qué pasaría si las comunidades no aceptaran medidas para defenderse de las grandes corporaciones? ¿Cuál es la diferencia entre Walmart y un partido político de un país extranjero? Después de todo, Walmart y otras compañías internacionales no son más que comunidades de millones de personas (empleados) que operan bajo el gobierno de un accionista (gobierno de accionistas). Una compartocracia se rige por la distribución de Pareto y, por tanto, es una oligarquía.

Muchas de las empresas internacionales de hoy son órdenes de magnitud más grandes que los países pequeños. Si usted o su comunidad depende de una de estas grandes empresas, entonces su “democracia” está sujeta a una tiranía extranjera antidemocrática.

La pregunta es, ¿la gente de un país pequeño que está implementando una verdadera democracia realmente tiene el control de su país si depende de una potencia extranjera para las necesidades de su sociedad? Si la gente no tiene el control, ¿sigue viviendo bajo una democracia? Si no viven bajo una democracia, ¿bajo qué están viviendo?

Dinero Independiente

Mantener el control sobre el dinero de la comunidad es lo más importante que una comunidad debe hacer para mantener la independencia. Si su comunidad no controla su dinero, alguien más lo hace por ti. El control sobre el dinero es el control sobre todas las transacciones financieras y todos los ahorros. El poder de emitir dinero es el poder de reasignar recursos en la economía y socavar los ahorros.

Históricamente, el oro y la plata se usaron como dinero porque tenían muchas propiedades necesarias para el dinero: uniformidad, divisibilidad, portabilidad, durabilidad y escasez. Cualquier mercancía con estas propiedades puede utilizarse como dinero. Voy a proponer que el dinero necesita otra propiedad: independencia. Si el dinero no es independiente del control de alguién sobre su emisión, la gente no tiene el control de su economía. Si la gente no tiene el control, ¿entonces es una democracia?

Con frecuencia se afirma que la casa de los Rothschild tenía una máxima: "Controlemos el dinero de una nación, y no nos importa quién haga sus leyes". La experiencia ha demostrado que los banqueros centrales pueden crear picos y caídas, elegir ganadores y perdedores y, de lo contrario, comprar cualquier activo o sobornarse el camino para conseguir la influencia que deseen.

Más recientemente, la criptomoneda ha demostrado que la tecnología blockchain se puede utilizar para crear activos digitales con la mayoría de las características del dinero. La criptomoneda es más portátil, pero menos duradera (es poco probable que las criptomonedas específicas sean valiosas en mil años). Esto es posible gracias a la transparencia y la capacidad de sus usuarios de “bifurcar” o “separarse” y crear una nueva blockchain en caso de que alguien obtenga el control sobre el libro de contabilidad.

Las reglas de la criptomoneda se establecen de antemano y por tanto tiene la propiedad de la independencia. Debido a que la criptomoneda es programable, se puede implementar cualquier número de “reglas fijas” diferentes, a diferencia del oro y la plata, que tienen un conjunto de reglas fijas definidas por la naturaleza.

Un beneficio importante de la criptomoneda es que cada comunidad puede tener su propio dinero. Esto protege a las comunidades del control externo de aquellos que tienen mayores suministros de oro y plata. El hecho de que una comunidad no necesite oro o plata para implementar su propia criptomoneda es un beneficio importante para la independencia. Una moneda local también es una manera fácil de fomentar y hacer cumplir la independencia local mediante el control sobre el cambio entre moneda extranjera y local.

¿Alguna vez se preguntó por qué cada país serio del mundo tiene su propia moneda?

Un potencial problema con las soluciones basadas en tecnologías blockchain es que dependen de tecnologías que actualmente requieren una comunidad global para ser establecidas. Si el estado de Virginia no puede producir sus propias computadoras desde la extracción de materias primas hasta la fabricación de CPU, placas base y monitores, entonces construir su sistema económico sobre esta tecnología es construir su infraestructura más crítica sobre una base de dependencia.

Una comunidad podría asumir la posición de que el hardware de una computadora puede durar unos 20 años si se lo cuida adecuadamente. En caso de bloqueo, la comunidad tendría hasta 20 años para negociar la paz en términos justos o innovar un reemplazo interno. Desafortunadamente, existen muchos riesgos, como las erupciones solares, que podrían acabar con gran parte de los aparatos críticos monetarios de la noche a la mañana.

La experiencia nos ha demostrado que incluso los países que sufren sanciones internacionales, como Irán, pueden mantener suficiente infraestructura para que algunas personas tengan acceso a Bitcoin. Ningún bloqueo es perfecto, por lo que siempre hay una forma de obtener cantidades limitadas de bienes extranjeros a precios elevados.

Las comunidades que se toman en serio el ser una verdadera democracia y no una DSDN, deben controlar su propio dinero al nivel local más posible. El oro, la plata y el platino pueden ser las opciones más prácticas para implementar la independencia monetaria a nivel mundial.

Capítulo 8 - Independencia por Diseño (2ª parte)

2ª Parte

El precio de la independencia

Como puede ver en los ejemplos anteriores, la independencia tiene un alto precio en términos de material de nivel de vida. Imagínese si su país aplicara un impuesto de importación / exportación del 200% a todos los bienes para incentivar la independencia. Todo lo que produce su país se volvería mucho más barato (debido a la redirección de las exportaciones a los mercados locales), y todo de lo que dependen sería tres veces más caro.

En el caso extremo de la autosuficiencia, significaría vivir solos en el bosque y buscarnos la comida. En una comunidad pequeña y autosuficiente, podría significar vivir como en el siglo XVIII. En una comunidad autosuficiente un poco más grande, podría parecerse más a principios del siglo XIX.

En caso de que tenga dudas, no estoy defendiendo que todos adopten un estilo de vida Amish. Las cosas no son tan blanco y negras y la autosuficiencia total tiene inconvenientes al igual que la dependencia completa. Lo ideal sería que una comunidad vigilara de cerca hasta dónde llega por el camino de la dependencia y permanezca preparada para pagar el precio de volver a la autosuficiencia al negociar tratados de paz.

Existe una correlación directa entre el nivel de especialización que apoya una sociedad y el número de individuos en esa sociedad. Cuantos más beneficios de la especialización exija un individuo, más dependiente se volverá de una comunidad más grande. Cuanto más grande sea la comunidad sobre la que un individuo depende, menor influencia tendrá sobre los términos del tratado de paz. En el caso extremo, cada individuo tiene una especialización única y todos dependen de esa especialización. La pérdida de un solo individuo reducirá el nivel de vida de todos o, en peor todavía, provocará la muerte de la comunidad.

Es tan importante para una comunidad mantener su independencia como lo es para un individuo. De hecho, la independencia de un individuo generalmente depende de la independencia de su comunidad. Si una comunidad no tiene agricultores, entonces esa comunidad no puede ser autosuficiente. Una comunidad así necesitaría mantener una gran cantidad de relaciones con otras comunidades o estará a la merced de aquellos en la que depende para alimentarse.

Interdependencia

Se podría argumentar que cuando dos comunidades son interdependientes, ninguna de las partes tiene ventaja sobre la otra. Sería como si un individuo controlara el agua y otro la comida. En un entorno así, uno podría esperar una posición de negociación justa. Desafortunadamente, la interdependencia no es un equilibrio estable. Tan pronto como cualquiera de las partes toma medidas para mejorar su independencia, la otra parte se vuelve dependiente y pierde el poder de negociación necesario para dar su consentimiento a la democracia.

Las personas siempre estarán tentadas a sacrificar su independencia y aceptar la interdependencia o la dependencia absoluta a cambio de una vida más cómoda. Esta comodidad se produce a coste del crecimiento sostenible de la civilización y transmite los riesgos existenciales a las futuras generaciones.

Hay una cuento sobre un hombre que cada día de Acción de Gracias quería comer pavo salvaje. Se iba a cazar y tenía que estar muy callado para no alertar a los pavos. Algunos años atrapaba un pavo; otros años fracasaba.

Luego, un año, tuvo una idea. Una idea horrible. ¡Tuvo una idea horrible maravillosa! Todos los días salía y alimentaba a los pavos salvajes. Con el tiempo, los pavos engordaron y bajaron la guardia. Venían corriendo cada vez que salía con el cubo de comida. A partir de ese año, el hombre pudo acercarse y atrapar un pavo con la mano y nunca más tuvo que preocuparse por perderse una cena de Acción de Gracias.

Si no quiere terminar con la cena de Acción de Gracias de alguien, entonces debe estar en guardia contra cualquier cosa que ponga en riesgo su independencia y le haga “gordo y feliz”. Puede ver este este proceso en acción en muchos de los modelos de negocio. Las empresas ofrecen habitualmente a los clientes servicios “gratuitos” durante años con el fin de aumentar el efecto de red, socavar la competencia y generar dependencia. Una vez que se logra la dependencia, la empresa cambia de táctica y comienza a aprovechar su posición para extraer dinero y poder de sus dependientes.

Antifragilidad e Independencia

Nassim Taleb escribió el libro “Antifrágil: Cosas que se benefician del desorden”. Su libro introdujo el concepto de antifragilidad. Un sistema frágil se rompe cuando se expone a la caótica aleatoriedad de la naturaleza, mientras que un sistema antifrágil gana fuerza a partir de perturbaciones aleatorias. Sus músculos y huesos se fortalecen cuando se someten a tensiones. Las plantas de un invernadero sufren y mueren sin variaciones de temperatura, luz y viento. El ayuno intermitente y una dieta variable son componentes críticos para una vida saludable. En efecto, toda la vida se beneficia de perturbaciones aleatorias y muere sin ellas.

La tecnología, por otro lado, es frágil y se rompe sin un mantenimiento constante. Cuanto más aleatoriedad y volatilidad hay en el entorno, más rápido falla la mayoría de la tecnología. Conducir por un camino de tierra es más difícil para su automóvil que conducir por un camino pavimentado. Un automóvil antifrágil se volvería más fuerte conduciendo por carreteras con baches y más débil conduciendo por carreteras lisas.

La aleatoriedad en la vida es como una prueba de dependencias. Nos impide dar algo por sentado. Si desarrollamos una dependencia de algo, como la red eléctrica, entonces el día en que la naturaleza lanza una erupción solar en nuestro camino, experimentaremos una gran perturbación e incluso una muerte masiva.

Como especie, trabajamos toda nuestra vida para eliminar la aleatoriedad y poner orden en el caos. Nuestro objetivo es eliminar la volatilidad de los mercados, los ingresos, la alimentación, los climas interiores y exteriores. Lo fascinante de los sistemas antifrágiles es que se debilitan y mueren sin
disturbios.

En cierto modo, nuestra búsqueda hacía la estabilidad nos hace dependientes y corremos un riesgo mucho mayor de los eventos del “cisne negro” que “nadie podría haber visto venir”. Desafortunadamente, los eventos del cisne negro son mucho más comunes de lo que nos gusta admitir.

Un individuo, una comunidad, un país y todos los acuerdos sociales deben introducir perturbaciones regulares en su entorno o las cosas tenderán hacía un falla catastrófico del sistema completo. A nivel individual, esto significa ayunar periódicamente de todas las cosas en su vida. Este es uno de los beneficios de renunciar a cosas durante la Cuaresma.

La aleatoriedad en la vida no es agradable, por eso intentamos evitarla a todo coste. Ignoramos los riesgos y seguimos con nuestras vidas como si nada de lo que dependamos fallara. Damos las cosas por sentado. En nuestra sociedad compleja es difícil entender cómo se acumulan los riesgos hasta que un día una pequeña e insignificante gota derrama el vaso.

Nuestra sociedad es como una montaña cubierta de nieve. Sin perturbaciones periódicas, la nieve se volverá más y más profunda hasta que un último copo de nieve desencadene una avalancha. Las estaciones de esquí introducen alteraciones intencionalmente para reducir las posibilidades de una gran avalancha que podría matar a personas.

Nuestra sociedad es como un bosque que hace todo lo posible para evitar daños por incendios. Se vuelve tan eficiente en la prevención y mitigación de incendios (“rescates”) que la gente casi olvida que los incendios forestales son algo que sucede. Mientras tanto, las ramas muertas se acumulan en el suelo del bosque. Eventualmente, una sola chispa enciende un fuego que nadie puede detener y esta vez el fuego arde tan caliente que esteriliza el suelo del bosque e incluso mata los árboles que son naturalmente resistentes a los incendios. El bosque pasa de un ecosistema próspero a un desierto de la noche a la mañana.

Los incendios son una parte de la naturaleza de la que depende la vida. Hay muchas plantas cuyas semillas requieren el calor de un fuego suave para brotar, pero cuando un fuego es demasiado caliente, incluso estas semillas no sobreviven. El acto de eliminar la volatilidad de cualquier sistema antifrágil corre el riesgo de fallas catastróficas e irrecuperables. La sociedad es un sistema antifrágil.

Lo que aprendemos del trabajo de Nassim Taleb es que los sistemas de gobernanza comunitaria bien diseñados y que respeten la vida deben exponer todas las dependencias potenciales a factores estresantes periódicos para que las personas no se vuelvan demasiado dependientes del statu quo. Nos hemos convertido en expertos en eliminar la aleatoriedad y uniformizar las cosas; ahora debemos convertirnos en expertos en volver a agregar la aleatoriedad y hacer que las cosas sean diversas.

De la misma manera que los estilos de vida modernos requieren trabajo artificial (ejercicio), debemos ejercitar la capacidad de nuestra comunidad para hacer frente al cambio o nuestras comunidades caerán en la dependencia, y de la dependencia a la explotación, y de la explotación a la tiranía, y de la tiranía al genocidio.

A continuación se muestra un ejemplo de cómo un sistema de gobernanza puede mejorar la resiliencia, la independencia y la antifragilidad de la comunidad.

En lugar de imponer un impuesto de importación / exportación fijo o un impuesto de importación / exportación variable dirigido por personas, una comunidad podría imponer tasas impositivas realmente aleatorias (de 0% a 10,000%) en intervalos verdaderamente aleatorios (de meses a años) en todos los productos con distantas tasas para cada producto.

Dicho sistema tiene la capacidad de identificar dependencias que no seon evidentes y asegura que la comunidad no se sienta demasiado cómoda con “soluciones alternativas” a fijar tarifas que podrían ser demasiado bajas o demasiado altas. Tiene el beneficio adicional de asegurar que las tarifas no se conviertan en políticas por naturaleza, sino que permanezcan enfocadas en la intención de construir la fuerza y ​​la independencia de la comunidad.

A menudo estamos ciegos ante las complejas interdependencias en las que conforma nuestro mundo moderno. Hay un antiguo proverbio conocido como “Por falta de un clavo” que explica este concepto:

Por falta de un clavo se perdió una herradura,

por falta de una herradura, se perdió un caballo,

por falta de un caballo, se perdió una batalla,

por falta de una batalla, se perdió el Reino.

Y todo por un clavo de una herradura.

En otras palabras, una sola dependencia aparentemente insignificante puede derribar reinos enteros. Dado que nadie es capaz de trazar las complejidades de todas las posibles dependencias, deberíamos asumir que cualquier cosa podría convertirse en una dependencia. Las tarifas aleatorias pueden ser mucho más efectivos para identificar una dependencia oculta de clavos de herradura antes de que derrumbe el reino.

Una vez más, nos encontramos con un conflicto entre la efciencia y la resiliencia individual y comunitaria necesaria para asegurar una verdadera democracia. Se necesita tiempo, energía y dinero para ir al gimnasio. Se necesita ensuciarse, sudar y sufrir. No siempre es agradable. La alternativa es volverse débil, gordo y enfermo, y luego, cuando la naturaleza le lanza una verdadera bola curva en su camino, no es físicamente capaz de superarlo. Finalmente, sufre la calidad y la cantidad de nuestras vidas cuando buscamos una vida “fácil”.

Otro gran beneficio de las tarifas aleatorias es que la sociedad aún puede beneficiarse de los beneficios del comercio mundial sin convertirse en víctima de la dependencia mundial. Esto nos permite aprovechar la especialización al mismo tiempo que aseguramos una redundancia suficiente para garantizar que nuestra independencia no se convierta en dependencia.

Dicho todo esto, una sociedad organizada en torno a estos principios necesariamente tendrá estilos de vida menos consuntivos, menos entretenidos y con menos lujo que los que tenemos hoy. Mayor parte de nuestro tiempo y recursos se destinarían a los ahorros, sistemas de respaldo e inventario.
Afortunadamente, la reducción en el estilo de vida solo sería temporal porque una vez que el mercado se adapte puede continuar su crecimiento exponencial de una manera más sostenible.

Como sociedad tenemos que elegir entre la tasa de crecimiento y la antifragilidad. Si optamos por crecer más rápido, automáticamente limitamos hasta dónde puede progresar la sociedad antes del colapso. Si crecemos más lentamente y construimos una base más sólida, podremos apoyar a una sociedad más desarrollada.

Es como el cuento de Aesop sobre “La tortuga y la liebre”. Una liebre se burla de una tortuga porque se mueve lentamente, hasta que un día la tortuga lo desafía a una carrera. La liebre rápidamente deja atrás a la tortuga y, convencida de su victoria, se echa una siesta a mitad de la carrera. Sin embargo, cuando la liebre se despierta, descubre que su competidor, que camina lento pero constantemente, ha llegado antes que él. La moraleja de la historia es que si nos volvemos demasiado confiados como sociedad y buscamos el ocio en lugar del trabajo prudente, terminamos perdiendo la carrera.

Secesión

La independencia es una condición previa necesaria para la secesión, y la capacidad de separarse es necesaria para asegurar la independencia. Al negociar un tratado de paz, debe establecer un proceso de secesión. Es como establecer un acuerdo prenupcial antes de casarse. Cuando comienzo un negocio o compro una participación minoritaria en una empresa, siempre compruebo cómo puedo salir del acuerdo.

Uno de los métodos que utilizo es poner una cláusula que permite a una persona establecer el valor de la empresa y la otra persona puede decidir si vende su mitad o compra la mitad de la otra persona. Otras veces he acordado en liquidar los activos de la empresa a valor contable. La única vez que no hice un plan previo para la separación, casi tuve que llevar el asunto ante un Tribunal.

Ser un accionista minoritario le deja con pocos derechos y los derechos que le quedan son difíciles y costosos de imponer. En el mejor de los casos, su capital es públicamente accesible y simplemente puede decidir venderlo.

Al formar una comunidad en una verdadera democracia, todos son accionistas minoritarios. Si la comunidad posee bienes o territorios comunes, entonces se debe diseñar un plan sobre cómo disolver la comunidad y formar dos o más comunidades nuevas. Un tratado de paz sin un plan de secesión es una guerra civil espernando por suceder.

Imagínese un condado con 50.000 habitantes que se ha dividido en dos campos basados ​​en la religión. Las religiones no están ubicadas geográficamente, lo que dificulta la división geográfica. ¿Qué tipo de acuerdo podrían haber alcanzado estas 50.000 personas de antemano?

Para empezar, tendrían que formarse dos grupos, con 20.000 y 30.000 personas (las cosas rara vez son 50/50). El grupo minoritario tendría que acordar un nuevo tratado de paz entre ellos para poder negociar con el grupo mayoritario. En este punto, la minoría puede ofrecer comprar a la mayoría u obligar a la mayoría a comprar a la minoría.

Alternativamente, se puede designar a un tercero independiente para mediar y luego arbitrar una división justa de la tierra. Si no se planifica la secesión, se planifica el fracaso.

Porque a pesar de sí mismo, cualquier movimiento que piensa y actúa en terminos de ismos se vuelve tan involucrado en la reacción contra otros ismos que, sin darse cuenta, acaba siendo controlado por ellos. Ya que forma sus principios en reacción contra ellos envés de mediante un estudio comprensivo y constructivo de las necesidades, problemas y posibilidades reales”. - John Dewey

Capítulo 9 - La Cisma del Ismo

La Cisma del Ismo

Este capítulo está dedicado a disipar las preocupaciones de aquellos que se apresuran en etiquetarme como partidario o opositor del anarquismo, el capitalismo, el socialismo, comunismo, marxismo, corporativismo, o cualquier otro ismo potencialmente inaceptable o miope. Como expliqué en la introducción, he viajado por el mundo de los ismos y he incorporado lecciones de todos ellos para construir una teoría de verdadera democracia que mejor soporta la promesa de un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sin dejar de ser coherente con la naturaleza.

Lo que todos los ismos tienen en común es que se derivan de la ley de la selva, tanto si la gente quiere reconocerlo como si no. La mayoría de la gente está tan centrada en cómo en cómo se asignan las “cosas” que ignoran cómo se asigna el “poder” en la realidad. Eligen dar su poder a personas que prometen utilizar la concentración del poder resultante para darles más cosas. Lo que la gente pasa por alto es que, al ceder su poder, obtendrán a cambio mucho menos de lo que podrían haber producido si hubieran conservado su poder.

Si tuviera que elegir un solo ismo que reflejara mejor mi posición sería el voluntarismo. Esto significa que apoyo cualquier forma de organización comunitaria que cuente con el consentimiento de los gobernados demostrado por el derecho de secesión. Desde esta perspectiva, me opongo al universalismo: la creencia de que todos deben ser gobernados por los mismos principios. Aunque soy fundamentalmente voluntarista, hago argumentos de primeros principios para persuadir a la gente a voluntariamente adoptar sistemas comúnmente considerados comunistas, socialistas y capitalistas. Este capítulo intentará explicar cómo resuelvo estas disputas sin ser internamente contradictorio, sin ignorar la naturaleza humana o sin ser percibido como un analfabeto económico.

Si vamos a tener un debate sobre los ismos, lo mejor es empezar con las definiciones. Como este es mi libro, yo defino los términos tal y como los entiendo. Si no estás de acuerdo con mis definiciones, está bien; eres bienvenido a tener tus propias definiciones. Pero mientras estés aquí, te pido que dejes de lado tus definiciones y adoptes las mías sólo el tiempo necesario para seguir mi razonamiento.

Anarquismo

La idea del anarquismo es que debemos vivir con reglas y sin gobernantes. En los capítulos anteriores he argumentado que es imposible tener reglas sin gobernantes porque debemos llegar a consenso sobre cuáles son las reglas, cómo deben aplicarse y cómo resolver las disputas. Una visión alternativa del anarquismo es que no es más que la ley de la selva, donde la fuerza manda. Si el anarquismo es la ley de la selva, entonces estamos en todo momento bajo el anarquismo, aunque grupos de personas acepten voluntariamente un “tratado de paz” que establezca propiedad y procedimientos de resolución de disputas. Podemos ver claramente que los países soberanos interactúan bajo el anarquismo en el escenario mundial.

Un anarquista es alguien que se niega a aceptar voluntariamente cualquier “tratado de paz” de nivel superior. Aunque vocalizan su acuerdo, sus acciones indican generalmente que prefieren la paz ante la guerra y que sus protesta contra los tratados de paz son teóricas. Dicho esto, los anarquistas no tienen problemas morales para romper las leyes si pueden salirse con la suya. Nunca han aceptado un tratado de paz y sólo cooperan en la medida necesaria para evitar problemas. Se saltan las señales de stop cuando nadie mira. Robarán, matarán o destruirán si creen que eso sirve a sus intereses. En casos menos extremos, evitarán los impuestos y eludirán las regulaciones gubernamentales.

Con esta perspectiva del anarquismo, todos los que utilizan cualquier medio físico y social que esté en su alcance para “imponer” sus reglas sobre los demás bajo la ley de la selva son anarquistas.

Marxismo/Comunismo

A continuación voy a abordar el marxismo porque Marx proporciona una listado de doctrinas esenciales del comunismo, las cuales son;

  • Banco centralizado
  • Educación controlada por el gobierno
  • Trabajo controlado por el gobierno
  • Propiedad gubernamental del transporte
  • Propiedad gubernamental de las comunicaciones
  • Propiedad gubernamental de la agricultura y la industria
  • Eliminación de la propiedad privada
  • Fuerte impuesto sobre la renta de todos
  • Eliminación de las herencias
  • Planificación regional

Lo interesante de esta lista es que los Estados Unidos -ambos principales partidos políticos- y la mayor parte del mundo apoyan en principio casi todos las doctrinas del comunismo. Todos los países del mundo utilizan dinero emitido por un banco central. La educación está altamente regulada a nivel estatal y federal, y los DSDN y RSDN se resisten generalmente a la educación no regulada.

Con la “pandemia” de COVID 19 hemos visto que los gobiernos alrededor del mundo han declarado casi unánimemente sobre el derecho a decidir si la gente puede ir a trabajar y cómo se debe vestir. Los gobiernos han interferido recientemente en los derechos de propiedad privada impidiendo los desahucios. Durante décadas se han violado los derechos de propiedad mediante la confiscación civil de bienes.

Todo el mundo está sujeto a un impuesto sobre la renta y a un impuesto de sucesiones tanto a nivel federal como en la mayoría de los estados. Los límites sobre lo que se nos permite comunicar está aumentando rápidamente y todas las carreteras, aeropuertos y otros medios de transporte son propiedad del gobierno o están tan regulados por el gobierno mediante el control implícito y explícito que de facto se le puede considerar propiedad suya.

Un país que puede hacer todo lo que los RSDN y DSDN apoyan, ya ha asumido el control total, aunque “permiten” a la gente hacer algunas decisiones. El gobierno se ha reservado el poder, en principio, para ejercer un control total al estilo comunista.

Los RSDN y DSDN ya han aceptado los principios del comunismo; cualquier diferencia es sólo una cuestión de graduación, como ajustar las tasas de impuestos, aumentar la regulación, etc. Se considera que estas “en control” de tu coche incluso cuando no tienes las manos sobre el volante solo porque tienes la capacidad de tomar el volante en cualquier momento. Del mismo modo, los gobiernos tienen un control comunista sobre el pueblo porque pueden regular cualquier cosa en cualquier momento.

Me parece que definir el comunismo basándose en la forma en la que se implementa es bastante limitada. Después de todo, un banco central podría tener una política bancaria respaldada por oro y con un 100% de reservas. La educación controlada por el gobierno podría seguir enseñando pensamiento crítico y carecer de propaganda. El propósito mismo del gobierno es resolver las disputas con respecto a la propiedad, lo que significa que el gobierno es, en última instancia, en control de todas propiedades.

Por lo tanto, el comunismo puede describirse mejor por el resultado previsto del ejercicio del control total sobre todo. Este resultado es una “igualdad en el nivel de vida” para la mayoría de la gente. Es un intento de escalar el estilo de vida comunal a una escala mayor. Es un intento de eliminar el ánimo de lucro. Irónicamente, los que promueven el comunismo a menudo lo hacen en la creencia de que dará lugar a un “beneficio personal” al redistribuir la riqueza de los demás a uno mismo y esos líderes “emprendedores” del movimiento comunista pretenden transferir el control de los demás a ellos mismos, sabiendo muy bien que el control equivale a riqueza.

Estoy completamente en contra de los intentos de eliminar completamente (o de eliminar la mayoría) de la distribución natural de Pareto de la riqueza. Todos esos intentos sólo pueden destruir la riqueza, porque sin beneficio (producir más valor del que se consume) no hay justificación para asumir los riesgos que conlleva la producción. Estoy firmemente en contra del comunismo según esta definición.

El título de este libro, “Animales Más Iguales”, es una referencia al libro de George Orwell, “Rebelión en la granja” (Animal Farm), en el que los animales intentan establecer el comunismo y declaran que “Todos los animales son iguales”. Al final, los cerdos se apoderan de la granja y empiezan a vivir como el mismo granjero al que han derrocado. El resultado es que la constitución animal sea reinterpretada como “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.

Los animales esperaban formar una sociedad en la que todos fueran iguales, pero la afirmación de que algunos animales son “más iguales” que otros expone una contradicción en la ley suprema del país. ¿Cómo pueden ser todos iguales si algunos se consideran más iguales? En el caso de la Rebelión en la granja y la de nuestra sociedad actual, se supone que todos somos iguales ante la ley y que tenemos el mismo poder, pero en la práctica sabemos que esto es muy lejos de la realidad.

El concepto de que las cosas pueden tener un grado de igualdad es como definir la igualdad como la diferencia entre dos animales. El contrario de más igual sería menos distinto. Los animales perfectamente iguales tendrían cero diferencias. Cuanto “más iguales” son los animales, menos diferencias esperaríamos.

El problema del comunismo no es que las comunas “no funcionen”, es que a nivel nacional son fundamentalmente militantes (anti-paz) en el sentido de que ninguna comuna puede crecer de forma orgánica y voluntariamente desde dos personas a miles, por no hablar de millones de personas. Una comuna sólo puede crecer hasta el comunismo nacional a través de medios militantes (uso del poder de la selva). Sólo puede mantener un estado comunista reprimiendo violentamente a quienes tienen ideales alternativos.

En efecto, aunque el pueblo sea “igual” económicamente, no es “igual” políticamente. El poder en un sistema comunista debe distribuirse mediante una distribución de Pareto extrema para aplanar la distribución de la riqueza de la gran mayoría. Podría decirse que el comunismo es el resultado natural de la concentración extrema de poder.

Cualquier ismo que permita la concentración de poder acabará intentando utilizar ese poder para evolucionar hacia el comunismo como medio para concentrar aún más el poder. Irónicamente, con el poder concentrado viene la riqueza concentrada, ya que hay poca diferencia práctica entre el control y la riqueza porque la propiedad se define comúnmente como el “derecho de control exclusivo”.

En el comunismo las personas se convierten en la propiedad “privada” y la “riqueza” de los dirigentes. Hay poca diferencia entre el comunismo y la esclavitud. Históricamente, ninguna clase dirigente comunista se ha sometido a las mismas reglas que su pueblo; técnicamente ni siquiera es posible hacerlo. Sobre el papel puede que los “gobernantes” no “poseen” nada, pero tienen el uso exclusivo de la “propiedad comunitaria”, que es de facto la propiedad privada.

Este libro trata de igualar a la gente en su poder y dejar que la riqueza caiga donde pueda. La premisa es que toda la riqueza se crea utilizando la mano de obra y si los hombres fueran más iguales en términos de poder, entonces naturalmente serían más iguales en términos de riqueza.



El anterior gráfico muestra un ejemplo representativo de la distribución normalizada de la riqueza entre una población bajo varios ismos. La forma de leerlo es que el eje horizontal representa 100 personas abstractas, y el eje vertical representa el “valor neto” de cada persona. Bajo el comunismo 95 de cada 100 personas tienen la misma riqueza (prácticamente 0) mientras que la clase dirigente tiene casi toda la riqueza. Muchas veces es incluso más extremo de lo que he mostrado.

El socialismo, del que hablaré a continuación, no llega al extremo del comunismo, pero desde luego intenta reducir la desigualdad de la riqueza. En el capitalismo también hay concentración de la riqueza pero menos que en el comunismo y el socialismo. Independientemente del ismo que se adopte, al menos el 20% de la población vivirá de forma relativamente pobre. No se puede escapar de Pareto y cualquier intento sólo empeora las cosas.

La riqueza total de una sociedad puede medirse como el área debajo de cada respectiva curva. La mitad de la población que vive en relativa pobreza suele creer que “si los ricos solo compartieran” podrían mejorar su nivel de vida. Lo único que consiguen es que casi todo el mundo caiga en la pobreza, excepto la clase dirigente. Se reduce el área debajo de la curva.

Socialismo

El socialismo es comúnmente visto como una versión lite del comunismo. Al igual que el marxismo, requiere el control total de todo, sólo difiere en el grado en que los gobernantes pretenden utilizar el control. En lugar de aplanar completamente la distribución de Pareto, los gobernantes intentan poner límites a la brecha de riqueza entre los más ricos y los más pobres. Por supuesto, la clase dirigente está en gran medida exenta de los límites a su riqueza y la imposición de estos límites significa que deben tener más poder que todos los demás. Más comúnmente, el socialismo es la idea de “compartir la carga de la vida” a través de varios programas “sociales” y redes de seguridad.

Yo defino el socialismo como cualquier sistema que quita muchos y da a unos pocos, o al revés, da a muchos y quita a unos pocos. Con esta definición, todos los gobiernos son organizaciones inherentemente socialistas. Socializan los costes de la defensa nacional, los desastres naturales, la vejez y la atención médica. Socializan los costes de la policía, las prisiones y las quiebras bancarias.

Las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada son una forma de socialismo. Conceden a sus propietarios límites sobre su responsabilidad, transfiriendo los costes de esa responsabilidad al conjunto de la sociedad. Irónicamente, la mayoría de los socialistas consideran que las empresas son como criaturas del capitalismo. La personalidad corporativa es un medio para privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. Las patentes son un medio de transferir el poder al “inventor” o al propietario del monopolio, y por lo tanto son de naturaleza socialista.

No tengo ningún problema con los acuerdos comunitarios socialistas siempre que la participación sea voluntaria. De hecho, creo que hay muy buenas razones para participar voluntariamente en acuerdos socialistas con otras personas. Esto puede demostrarse por la existencia de un gran mercado de productos de seguros voluntarios y sociedades de ayuda mutua. Los individuos tienen que renunciar algo para obtener los beneficios de una comunidad. Ir por la vida en solitario es peligroso bajo la ley de la selva.

El problema del socialismo es su tendencia a evolucionar en comunismo militante. Esto se debe al hecho de que el socialismo requiere una concentración de poder, y esta concentración tiende a una mayor concentración de la cual el comunismo es el extremo. En la mente de muchas personas hay poca diferencia entre socialismo y el comunismo; por lo tanto, el término socialismo no es un término terriblemente útil, excepto como medio para describir la “agrupación de riesgos” y el “reparto de costes”. Uno de los mayores riesgos del socialismo es el riesgo moral. El próximo capítulo profundizará en el riesgo moral.

Capitalismo

La definición común de capitalismo es un sistema económico o político en el que la industria está controlada por entidades privadas en vez de por el Estado. Una definición alternativa es una sociedad dirigida por el capital y los mercados. Los comunistas podrían calificar como capitalista todo lo que tiene “ánimo de lucro”.

Mucha gente asume que vivimos en una sociedad capitalista, debido a los fuertes motivos de lucro de las corporaciones, pero como se puede ver en la discusión anterior sobre el comunismo y el socialismo, todo el mundo está gobernado bajo algún grado de socialismo. Las empresas que la gente atribuye al capitalismo son criaturas del socialismo que se visten de capitalismo. Un término más útil para referirse al gobierno de las entidades corporativas es corporativismo, del que hablaré más adelante.

El capitalismo vive justo por encima de la ley de la selva en que existe donde no hay gobiernos ni comunidades formales. En el capitalismo, la propiedad se impone por acuerdo informal y la posesión se defiende con la fuerza de la selva. Si su propiedad “privada” depende del consenso de una comunidad y se hace cumplir por la policía comunitaria, los tribunales y las prisiones de la comunidad, entonces no es realmente una propiedad privada. Es una propiedad pública a la que la comunidad le concede temporalmente el derecho exclusivo de uso. Desde una perspectiva económica, se comporta como si fuera tu propiedad pero sólo es tuya en virtud de los acuerdos sociales. La verdadera propiedad privada es la que conservas bajo la ley de la selva.

Desde esta perspectiva, el capitalismo es tan fundamental como la ley de la selva y la base sobre la que se construyen todos los demás sistemas. Un reino puede ser socialista por dentro, pero el comercio entre reinos funciona sobre la base del capitalismo. Otra forma de expresar el capitalismo es que quien tiene el “oro” hace las reglas. Todo lo que existe debido a la especialización, incluidos los sistemas comunistas y socialistas, es el resultado del intercambio voluntario de bienes y servicios bajo la ley de la selva. Todo es, pues, el resultado del capitalismo.

No tiene sentido estar “en contra” del capitalismo o “a favor” del capitalismo porque el capitalismo es como el éter - siempre y en todas partes se encuentra presente. De lo que la gente está “a favor” o “en contra” es el grado de socialismo en la definición y aplicación de los derechos prácticos de propiedad. Dado que considero los derechos de propiedad como un tratado de paz, los considero maleables. Si uno quisiera ser “justo”, entonces los verdaderos derechos de propiedad son los que se negocian entre personas con igual poder de jungla. Trataremos los derechos de propiedad con más detalle en un capítulo posterior.

Libertarismo

Si deseas una palabra un poco más útil que capitalismo, se podría utilizar “libertarismo” para describir el sistema de comercio voluntario sin responsabilidad limitada y si la personalidad corporativa. Una comunidad libertaria define derechos de propiedad por adelantado (a través de un tratado de paz) y dichos derechos sólo se transfieren por contrato.

Una comunidad libertaria resuelve las disputas devolviendo la propiedad perdida a su a su legítimo propietario en la medida de lo posible. Técnicamente, el proceso de “definir los derechos de propiedad por adelantado” y “resolver las disputas” depende del consenso de la comunidad y, por tanto, es socialista por naturaleza, pero ese limitado grado de socialismo no debería manchar una definición por lo demás práctica del libertario.

Los libertarios siguen el principio de la no-agresión, que establece que nadie debe iniciar la violencia (o la amenaza de esta) contra otro y permite defenderse a sí mismo y a “su” propiedad con violencia. El principal reto de los sistemas libertarios es conseguir que la gente se ponga de acuerdo en la definición inicial de propiedad y en el proceso de resolución de conflictos.

La definición de “agresión” también es muy discutida, especialmente en respecto al ser “puesta en peligro”. ¿Es agresión apuntar con un arma pero no disparar (suponiendo que no hay amenazas)? ¿Es agresión jugar a la ruleta rusa mientras se apunta con el arma a otra persona? ¿Es una agresión conducir ebrio? ¿Es agresión exponer alguien a la gripe? ¿La agresividad depende de que el arma se dispare, de que el coche se estrelle o de que alguien se contamine con la gripe? Los que son muy dogmáticos en sus creencias libertarias se resisten a todo lo que huela a socialismo y, por tanto, les resulta difícil negociar tratados de paz. Mientras que los voluntaristas generalmente apoyan los principios de los libertarios, tienen una mentalidad más abierta hacia los acuerdos socialistas.

Democratismo

Este libro se trata de la verdadera democracia, que según mi opinion es el proceso voluntario por el que un grupo de personas (o un grupo de organizaciones) llega a un consenso para que los miembros del grupo puedan actuar como uno y puedan resolver las disputas sin quitarle poder del pueblo. La democracia es el gobierno derivado del consentimiento permanente de las personas, como lo demuestra el derecho de secesión.

Con una verdadera democracia las personas lo pueden establecer todo, desde una comunidad libertaria hasta cualquier grado de socialismo. La principal diferencia entre el verdadero socialismo democrático y el socialismo DSDN (democrático sólo de nombre) es que bajo el verdadero socialismo democrático el poder realmente está descentralizado mientras que en el socialismo / comunismo DSDN el poder está extremadamente concentrado.

Existe el argumento de que las democracias se convierten en comunismo tan pronto como los ciudadanos se den cuenta de que pueden votar para quitarle a los ricos y darle a los pobres. Es mi creencia que esto sólo es cierto en el caso de las DSDN, que violan los principios de la verdadera democracia al permitir el faccionalismo y activamente resistiendo la secesión.

Si los ricos tienen el derecho a la secesión entonces cualquier democracia que los amenace de una manera que ellos consideren sea injusta, perdería a sus ciudadanos más ricos. Es como intentar matar a la gallina de los huevos de oro. Irónicamente, suelen ser los más ricos los que defienden el socialismo / comunismo porque aumenta su poder relativo y, por tanto, su riqueza relativa.

Un libertario típico argumentará en contra de la democracia en que la minoría no ha dado su consentimiento. Al mismo mismo tiempo, los libertarios argumentarán a favor del arbitraje en el que dos personas se someten voluntariamente a la “regla” de una tercera persona. La clave es que las personas consientan en el proceso y luego se atengan al resultado.

La democracia, unida voluntariamente, no es más que un proceso de resolución de disputas multipartidista. Todo el mundo está mejor posicionado actuando como grupo, incluso si algunos de los miembros no están de acuerdo con la decisión del grupo. La verdadera democracia consiste en coordinarse con otras personas manteniendo la autonomía y el poder personal. Su poder es mejor representado como el derecho y la capacidad de separarse. Los sistemas DSDN dan al pueblo la apariencia de poder político mientras le roban su sustancia y se la dan a una clase dirigente.

Capítulo 10 - El Riesgo Moral

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El Riesgo Moral

El estudio de la economía y la teoría de juego trata de comprender los incentivos que motivan la acción humana. El tipo de incentivo puede tener un gran impacto en el resultado de las personas involucradas. En términos generales, desea estructurar incentivos de manera que las personas estén alineadas con el mismo objetivo y evitar situaciones en las que una persona tenga incentivos o razones para dañar a otra. Llamamos a estas situaciones riesgo moral porque el resultado depende de alguna manera del carácter “moral” de las personas con las que interactúa.

Incluso si todo el mundo es una “buena persona”, los incentivos malos pueden comprometer la forma en que las partes perciben y valoran las cosas hasta el punto de que todavía suceden cosas malas. Si bien se le llama “riesgo moral”, en última instancia, no depende de una definición única de moralidad; en cambio, se trata de que otras personas tomen decisiones que se beneficien a sí mismas a coste de otra persona.

Comprender el riesgo moral es fundamental para las verdaderas democracias porque los incentivos desalineados harán que incluso las personas más honestas y nobles se vuelvan unas contra otras.
Conduce a una corrupción sistemática que no sirve a los intereses de la gente. Si va a negociar un contrato (o tratado de paz) con otros, debe asegurarse de que existan los mínimos riesgos morales que les motiven o les tienten a traicionarlo, ya sea consciente o inconscientemente.

Uno de los mayores indicadores de riesgo moral es cuando una persona elige y la persona otra paga. Suponga que se va de viaje de negocios y su empleador está comprando la cena. Suponga que su empleador cubre el 100% del costo. La tentación sería comprar comida de mayor calidad y mayor cantidad en el mejor restaurante de la ciudad. En este caso, los beneficios de una buena comida se acumulan para usted y los costes para su empleador.

El peligro existe incluso si eres una buena persona y conscientemente trata de comer de la misma manera a como lo haría por su cuenta. Desde la perspectiva de un economista, podemos decir que el valor no se revela hasta que se tome una decisión y quede demostrada por la acción tomada. Puede afirmar que valora la educación más que el entretenimiento, pero si siempre elige ver televisión en lugar de estudiar, se revelan sus verdaderos valores. Del mismo modo, puede afirmar que habría pedido un chuletón por su cuenta, pero sin poder observar la realidad alternativa, nunca lo sabremos realmente.

Ocurre un proceso similar si sale a cenar con un grupo grande de amigos y acepta dividir la cuenta en partes iguales. Todos los que piden una comida por encima del precio promedio se benefician y todos los demás pierden. La tentación es pedir más que la media. Esta tentación empeora cuando te das cuenta de que todos están tentados a pedir más de lo normal. Las cosas empeoran aún más si el grupo es un grupo aleatorio de desconocidos que tal vez nunca más vuelvan a compartir una comida juntos. La tendencia es que el grupo se gaste mucho más que el promedio de lo que habrían gastado si todos hubieran pagado su propia comida.

Ahora imagínese que usted y sus amigos se reúnen para cenar todas las semanas y que las mismas personas siempre piden la comidas más caras. Sucederá una de dos cosas: los que pidan comidas más baratas dejarán de asistir o el grupo dejará de invitar a los que pidan comidas más caras. Con múltiples iteraciones, reputación y membresía voluntaria, el riesgo moral se reduce en gran medida. Sin múltiples iteraciones, la reputación no tiene tiempo para ser descubierta. Sin la membresía voluntaria o la exclusión no hay forma de contrarrestar el abuso.

Imagínese que todos debían asistir a la comida y pagar una parte igual. En la primera comida, algunas personas pueden ser más económicas en sus decisiones y otras más derrochadoras. Después de observar el resultado de la primera comida, las partes económicas se volverán más derrochadores en la segunda comida para que obtengan su “parte justa” y no sientan que están subvencionando a los demás. Esto aumenta el coste promedio de la segunda comida. La tercera comida será aún peor. Este proceso continuará hasta que todos pidan lo que quieran o hasta que algunos miembros no puedan pagar la factura.

Una vez que algunos miembros no pueden pagar la cuenta, la tentación es pedir a otros que paguen su cuenta. Si el grupo decide dividir la factura de acuerdo con la capacidad de pago de cada miembro, entonces el riesgo moral continúa elevando el consumo hasta que no queda nada para consumir o incluso los más pudientes no pueden pagar. Si bien algunos miembros del grupo pueden hablar y decir, “¡esto es un desperdicio!”, Están atrapados con la opción entre subsidiar a todos los demás o recibir su “parte justa”. Por cada dólar que reducen su consumo, solo reducen su parte de la factura en centavos. Cuanto mayor sea el grupo, mayor será el riesgo moral.

Imagine un club comunitario con 100 miembros que cenan todos los domingos en su restaurante favorito. Para simplificar la facturación, el restaurante instala 10 mesas de 10 personas. Cada mesa debe dividir su cuenta de manera uniforme, pero la gente puede optar por sentarse en cualquier mesa. La consecuencia de esta configuración es que los miembros económicos elegirán una mesa y los derrochadores serán rechazados de la mayoría de las mesas y se verán obligados a cenar juntos.

Las personas tienden a agruparse de acuerdo con la cantidad que consideran económica para gastar ellos personalmente. Cada grupo puede incluso llegar a un consenso para poner un límite a cuánto puede gastar una persona. Estos límites funcionarían como un empleador que le da un presupuesto de alimentos diarios mientras viaja. El gasto de cada persona se acercará al límite ya sea que “lo use o lo pierda”. Entonces, si bien los límites pueden prevenir el consumo descontrolado, no fomentan las opciones económicas. Es más, estos límites obligan artificialmente a algunas personas a vivir por debajo de sus capacidades.

Si permitir que las personas se agrupen ayuda a reducir el desperdicio, el desperdicio se puede reducir aún más habilitando más grupos, lo que significa grupos más pequeños con el límite de que todos pagan por su propia comida. Un grupo de personas que sale a comer es más económico cuando la gente asume sus propios gastos. Cuando los gastos se comparten, la gente comienza a “gastar el dinero de otras personas” y el coste se dispara fuera de control debido al riesgo moral.

Un restaurante astuto requeriría que cada mesa dividiera la cuenta equitativamente entre todos en la mesa. Al obligar a la gente a entrar en un sistema con riesgo moral, el dueño del restaurante es el beneficiario. En un mercado con competencia, muchas personas optarían por salir de un restaurante de este tipo en favor de otros restaurantes donde la gente puede obtener comidas más baratas sin subsidiar a los derrochadores. Ahora, imagínese que no pudiera optar por no participar y que en lugar de comida fueran todos los servicios facilitados por el gobierno!!

Seguros

El seguro es una situación en la que un grupo de personas decide hacer pagos iguales para compensar un riesgo que es poco probable que golpee a todos. Si asumimos que las personas se unen para asegurarse contra los rayos y la probabilidad es que 1 de cada 1 millón de personas son alcanzados por un rayo cada año y la indemnización en caso de que le caiga un rayo es de $ 1 millón de dólares, entonces cada persona pagaría $ 1 por año.

Existe un riesgo moral cuando algunas personas eligen vivir en Florida mientras que otras viven en Virginia. La probabilidad de ser alcanzado por un rayo en Florida es mucho mayor que en Virginia. El riesgo moral también existe cuando algunas personas se dan cuenta de que hay una tasa de supervivencia del 90% de victimas de los rayos y que podría valer solo $ 1 millón de dólares, arriesgarse a morir. Estas personas salen bajo la lluvia y vuelan cometas.

Todos los sistemas de seguros deben hacer todo lo posible para agrupar a las personas de acuerdo con los perfiles de riesgo. Aquellos que estén dispuestos a tomar medidas para reducir el riesgo deben agruparse. Cualquiera que sea identificado volando una cometa bajo la lluvia quedaría descalificado para cobrar un seguro contra rayos. Los residentes de Florida estarían en un grupo diferente al de los residentes de Virginia y, por lo tanto, deberían pagar primas más altas. La conclusión es que el riesgo moral prevalece siempre que un grupo reúne recursos para gastar. Se deben implementar contramedidas si no se puede evitar por completo el riesgo moral. Tenga en cuenta que todas las estructuras corporativas sufren de riesgo moral.

En el caso del seguro médico, aquellos que tienen más probabilidades de enfermarse tienen más probabilidades de comprar un seguro con deducibles bajos, copago bajo y coseguro bajo. Aquellos que tienen menos probabilidades de enfermarse elegirán deducibles, copagos y coseguros más altos. La presencia de deducibles y copagos hace que las personas se “auto-clasifiquen” en grupos de bajo y alto riesgo. Alguien que debe pagar la mitad de sus facturas médicas tiene más incentivos para reducir gastos que alguien que solo tiene que pagar el 1% de sus facturas.

Para evitar esta “autoclasificación”, que provocaría un aumento repentino de las primas para los enfermos, las compañías de seguros obligan a las personas en agruparse por otros medios, como un empleador común. Esto sería como la cena comunitaria semanal que asigna personas al azar a grupos de 10 en lugar de permitir la autoselección. El resultado efectivo es similar a tener un grupo global, ya que cada grupo más pequeño tendría una muestra “aleatoria” de derrochadores (o personas enfermas).

Imagínese una cena para dos en la que la pareja decide dividir la cuenta en partes iguales. Debido a que cada persona en última instancia queda responsable de la mitad de sus gastos, es menos probable que aumenten la factura. En un grupo de 100 personas, cada persona solo es responsable del 1% de su gasto adicional, por lo que el riesgo moral se hace cargo y los gastos aumentan mucho más rápido. Los deducibles, copagos y coseguros son formas de minimizar el riesgo moral en los sistemas de seguros al recrear las condiciones económicas de un “grupo más pequeño”.

Ahora considere que las compañías de seguros tienen unos gastos generales y el objetivo de obtener ganancias. Si la compañía de seguros gana el 10% de cada dólar gastado en atención médica, entonces es como el dueño de un restaurante que obliga a las mesas a dividir la cuenta de manera equitativa. Su objetivo es maximizar el número de personas en cada mesa (en cada grupo de riesgo) y luego maximizar el número de condiciones cubiertas.

Para el propietario de la compañía de seguros, lo ideal sería que todos en un grupo y todas las condiciones y tratamientos estén cubiertos. Incluso si la compañía de seguros es “sin ánimo de lucro”, todavía tiene que emplear personas y esos empleados se benefician de la seguridad laboral y salarios más altos. Considere también que no es solo la compañía de seguros la que se beneficia del riesgo moral. Todos los médicos, fabricantes de medicamentos y fabricantes de dispositivos médicos también se benefician al aumentar la demanda de sus servicios.

Para contrarrestar este riesgo moral, la atención médica universal debe dictar todos los precios de todos los servicios y también controlar qué servicios están disponibles y para quién.

¡Esto crea aún más peligros morales! En este caso, la persona que elige es un empleado del gobierno y la persona que paga tanto con dinero como con las consecuencias del tratamiento elegido (o denegado), ¡Es usted!

Una compañía de seguros también tiene un incentivo para fijar precios incorrectos sobre el riesgo, cobrando de más y facilitando una cobertura deficiente. Si la compañía de seguros se queda con la diferencia entre las primas cobradas y las reclamaciones pagadas, entonces tiene un incentivo para pagar menos las reclamaciones. Si es el juez de su propio proceso de reclamación, existe una falta de imparcialidad y la tentación de negar las reclamaciones.

Upton Sinclair tiene una cita famosa: “¡Es difícil lograr que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda!” Este es un ejemplo de riesgo moral y en muchos casos es inconsciente. Nuestros cerebros están conectados para ver lo que queremos ver y ser ciegos a lo que no queremos ver. La presencia de riesgo moral es una de esas cosas que no queremos ver cuando nos beneficiamos de él. No queremos ver nuestra propia corrupción o nuestro propio sesgo. No podemos evitar ser parciales incluso con una vigilancia y un entrenamiento constante. Todos somos inconscientes de todo el sesgo sutil creado por los incentivos de los juegos que configuramos para nosotros mismos.

Riesgo moral y Democracias

Los gobiernos tradicionales son como restaurantes a los que todo el mundo está obligado en asistir y donde todo el mundo se reparte la cuenta. Son como planes de seguro a los que todos están suscritos y que se supone que aseguran contra amenazas a nuestra vida, libertad y propiedad al proporcionar justicia para todos. Se supone que la democracia es el proceso por el cual la gente elige quién dirige la “compañía de seguros”, quién juzga las disputas y qué reclamaciones quedan cubiertas.

El comunismo es un restaurante donde todos pueden pedir lo que quieran y el precio es el 90% de su sueldo - pero hay poca producción, por lo que no hay nada disponible en el menú.

*Socialismo” es un restaurante que cuesta el 50% de su sueldo y usted paga el 50% del precio de su comida, mientras que las comidas básicas son gratis.

El libertarismo es que todos pagan su propia comida y pueden dar comida voluntariamente a aquellos que no pueden permitírselo.

Cuando se ve desde la perspectiva del riesgo moral, está bastante claro por qué el comunismo fracasa y el libertarismo generalmente produce prosperidad.

La razón por la que el arte de la verdadera democracia es sutil es por el riesgo moral y el desafío de diseñar sistemas que lo minimicen o lo contrarresten. Todos los que trabajan en puestos gubernamentales están sujetos a riesgo moral porque gastan el dinero de los demás. Reducir el gasto público significa que los empleados públicos pierden sus puestos de trabajo.

Reducir el conflicto de intereses reduce la oportunidad de recibir sobornos. La eliminación del sistema bipartidista hace que algunas personas pierdan poder e influencia. Decir verdades duras reduce las posibilidades de elección. La paz es un inconveniente para quienes se enriquezcan de la guerra. La salud es un inconveniente para quienes se enriquezcan de tratamientos médicos.

El mismo acto de votar es un riesgo moral si el 51% puede quitarle todo al 49%. Hemos visto que las soluciones al riesgo moral son minimizar el tamaño, la repetición y la reputación del grupo. Además, la membresía voluntaria y la capacidad de exclusión de los grupos es clave para aprovechar la reputación y así mitigar el riesgo moral. La verdadera democracia se estructura para contrarrestar el riesgo moral tanto como sea posible. Los DSDN se estructuran para maximizar el riesgo moral porque aumentar los riesgos morales es para el beneficio de quienes dirigen el gobierno.

El gobierno es como el restaurante que intenta obtener ganancias maximizando el riesgo moral entre sus clientes. Cuanto mayor es el riesgo moral que enfrentan las instituciones sociales, más demanda hay de que el gobierno “resuelva los problemas” creados por el riesgo moral. En efecto, la consecuencia del riesgo moral en el gobierno es la propagación de más y más tipos de riesgo moral.
Un buen gobierno basado en los principios de la verdadera democracia tiene como objetivo eliminar y minimizar el riesgo moral sea donde se encuentre.

Capítulo 11 - El Corporativismo

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El Corporativismo

En la sociedad moderna, casi todo es propiedad de las corporaciones. Hay corporaciones de muchos tipos, incluidas las sociedades de responsabilidad limitada. Son tan comúnes que la gente se olvida que todas las corporaciones son criaturas creadas por el gobierno y no podrían existir en su forma actual sin el gobierno. Entonces la pregunta es, ¿cómo se relacionan las corporaciones con la verdadera democracia?

En capítulos anteriores describí la importancia de mantener reglas de poder relativo junto con un bajo acoplamiento y una alta encapsulación. También presenté el número de Dunbar, que da crédito a los límites naturales en la escalabilidad del poder dentro de las organizaciones.

Presenté el objetivo de diseñar para la independencia y la antifragilidad. Todas estas cosas conducen a diseñar un gobierno alrededor de “países pequeños” en gran parte independientes de unas 50.000 personas, que también se dividen en distritos más pequeños de unas 1.000 personas. Estos “condados como países” pueden formar federaciones para crear los estados y los estados pueden formar federaciones como los Estados Unidos.

En el proceso de modularización del gobierno nos quedamos con un mundo donde las corporaciones individuales todavía emplean a millones de personas. Esto crea una situación en la que una persona, el director ejecutivo, guía eficazmente los esfuerzos de millones. Esto hace que el director ejecutivo sea más poderoso que los líderes de muchos países pequeños. Los ingresos de las principales empresas también son mayores que el PIB de muchos países.

¿Cómo es eso de democrático? Los líderes de las principales empresas se unen a comunidades como el Foro Económico Mundial donde coordinan políticas y agendas. Las principales empresas a menudo son interdependientes entre sí y todas dependen del sistema bancario. Todos se benefician del aumento de la dependencia de la población de sus servicios y de desautorizar a la competencia. El resultado es que los gigantes corporativos gobiernan casi todos los bienes o servicios que la mayoría de nosotros consume.

¿Cómo puede un país de 50.000 habitantes autorizar el funcionamiento de una empresa global de 5 millones de habitantes? ¿Qué pasaría si Walmart tuviera que incorporar una subsidiaria de propiedad total en cada micro-jurisdicción? ¿Imagínese si una sola persona pudiera ser simultáneamente ciudadano de todos los países del mundo? ¿Qué pasaría si cada jurisdicción prohibiera a las empresas de origen extranjera operar en su territorio? ¿Cómo sería la vida sin las corporaciones internacionales gigantes? ¿Podrían los grandes proyectos obtener financiación en algún caso?

Estas son preguntas difíciles que tomarían todo un libro para explorar. Existe una relación de codependencia entre las grandes empresas y el gran gobierno. Cuando las grandes empresas capturan la gobernanza de una sociedad, el resultado es un “capitalismo de amiguísmo”.
En muchos sentidos, las grandes empresas como Apple, Google, Microsoft, Amazon, Walmart, Facebook y los principales medios de comunicación tienen más poder sobre la vida de la gente que el propio gobierno. ¡Considere que Twitter, Facebook y los principales medios de comunicación censuran activamente a un presidente en ejercicio de los Estados Unidos! Como se les considera “privados”, pueden hacer cosas que, en teoría, el gobierno no está autorizado a hacer.

Quizás el aspecto más peligroso para las grandes empresas es que otorgan influencia al gobierno sobre todos sus clientes cuando este presiona al equipo ejecutivo de la empresa. En lugar de tener que censurar a millones de personas con “cargos penales” individuales, los gobiernos simplemente responsabilizan a conjunto de empresas y las propias empresas censuran. Los gobiernos censuran todo, incluido el hablar, los productos y los servicios. Es más, a menudo los ejecutivos de las corporaciones de las que depende la gente empieza a actuar como un gobierno sobre sí mismos.

Persona Corporativa y Responsabilidad Limitada

Comencemos esta exploración revisando la naturaleza de una empresa y su personalidad corporativa. La idea general es que un grupo de personas pueden unirse y ser propietarios de una empresa. Todo lo que queda titulado a la empresa es propiedad indirecta de las personas propietarias de la empresa.
La empresa más pequeña pertenece y es operada por una sola persona. A menudo, estas se organizan como sociedades de responsabilidad limitada, pero casi cualquier estructura empresarial uede ser considerada propiedad y estar gestionada por una sola persona.

Ahora suponga que un multimillonario choca su coche contra tu casa. En teoría, los tribunales harían responsable al multimillonario de todos los daños y porque tiene amplios activos para pagar los daños que a usted le reembolsan. Imagine en cambio que el multimillonario formó una CRL (compañía de responsabilidad limitada) para operar un servicio de entrega y compra su camión bajo la CRL. Un día está haciendo una entrega y choca el camión contra su casa. La CRL no tiene más activos que el camión accidentado, por lo que incluso si usted realiza una demanda y gana, no se le paga nada. En aras del argumento, estoy suponiendo que no se pagó la factura del seguro

En efecto, la creación de la CRL fue una póliza de seguro de bajo costo para el multimillonario, el cual está pagado por cualquiera que se vea perjudicado por sus prácticas comerciales. Ésta es una forma de riesgo moral. En el caso extremo, compañías como BP perforan en busca de petróleo en el Golfo de México y cuando su pozo falla, causa daños por billones de dólares y destruye vastos ecosistemas.

Todas las corporaciones existen bajo el tratado de paz de una sociedad democrática. La pregunta es, si las corporaciones deben obtener una licencia, en qué nivel de las muchas capas de la sociedad democrática se debe otorgar la licencia. Si se otorga una licencia, ¿qué beneficios obtiene “la gente” al permitir que “algunas personas” operen con responsabilidad limitada? ¿Cómo se defiende una sociedad así contra el riesgo moral creado por la responsabilidad limitada? Alternativamente, si una sociedad democrática no reconoce la personalidad corporativa, ¿cómo se formarían las empresas y socavarían el poder democrático del pueblo?

Cara yo gano, Cruz tú pierdes

Cuando la sociedad otorga el derecho de operar una empresa con responsabilidad limitada a algunas personas , se crea un riesgo moral. Todos los negocios conllevan riesgos y algunos de esos riesgos pueden ser daños que excedan el dinero invertido. Esto es más cierto todavía en el caso de la contaminación, que daña a miles de millones de personas en pequeñas cantidades.

Imagine que un especulador crea una empresa de responsabilidad limitada y la financia con 100 dólares. Este especulador tiene un plan de negocios que le hará ganar $ 1000 o le crean responsabilidades extracontractuales de $ 1000 con una probabilidad de 50/50. Sin responsabilidad limitada, la empresa opera al punto de equilibrio porque las veces que gana $ 1000 cubren las pérdidas de las veces que pierde $ 1000. Con responsabilidad limitada, el negocio ahora es rentable porque en lugar de perder $ 1000, solo pierde $ 100. En promedio, ahora gana $ 950 por cada lanzamiento de la moneda. Las pérdidas no desaparecieron, simplemente se trasladaron a otras personas, víctimas de la actividad empresarial. Una empresa correrá riesgos mucho mayores sabiendo que las desventajas de sus apuestas están cubiertas. Estas pérdidas son pagadas por las personas que otorgaron la responsabilidad limitada a la empresa.

Qué beneficio obtuvo la gente? Después de todo, el 70% de las empresas fracasan en los primeros 10 años y, en un plazo suficientemente largo, la mayoría de las empresas fracasan eventualmente. Cuanto más grandes se vuelven, mayor es el fracaso. A veces, las empresas crecen tanto que la gente las considera “demasiado grandes para quebrar”, momento en el que los gobiernos no solo limitan la responsabilidad (traspasando las pérdidas a los acreedores y / o víctimas), sino que crean una “empresa de responsabilidad negativa” en la que el toda la población cubre colectivamente los gastos de operación del negocio con pérdidas. A menudo se las conoce como empresas zombis. Los iniciados pasan años desviando utilidades a corto plazo mientras acumulan riesgos a largo plazo y luego “nosotros, la gente”, pasamos años pagando las pérdidas de esos riesgos a largo plazo. El apoyo político para las empresas zombis proviene de las millones de personas que podrían perder dinero si los dejasen fracasar.

Mientras una empresa está en funcionamiento, las personas se benefician de los servicios de la empresa. La teoría dice que sin responsabilidad limitada muchas personas no iniciarían empresas. Imagina que tienes $ 4 mil millones de dólares en el banco y quieres iniciar una empresa de redes sociales. Imagine que el coste de construir la empresa es de $ 10 millones de dólares. Ahora considere que existen “leyes ambiguas y contradictorias” que potencialmente podrían costarle a la empresa $ 4 mil millones de dólares en responsabilidad extracontractual. Supongamos que el negocio de las redes sociales, si tiene éxito (50% de posibilidades), valdría 100 millones de dólares en cinco años. ¿Inviertes en la empresa y arriesgas los $ 4 mil millones? ¿Qué pasa si solo tiene $ 10 millones de dólares y en el peor caso es declararse bancarrota? ¿Invertirías entonces?

A partir de cierto punto, un individuo acumula suficiente riqueza como para que hacer cualquier cosa con responsabilidad potencialmente ilimitada, no valga la pena la inversión. Cuando eres “pobre” y “no tienes nada que perder”, el cálculo de la inversión es muy diferente. Desde cierta perspectiva, toda persona podría considerarse una sociedad de responsabilidad limitada. Si mueren y no tienen bienes, entonces no hay nada que puedas hacer para cobrar deudas o daños.

¿Deberíamos permitir que las personas tengan múltiples vidas virtuales? ¿Debemos permitir que se multiplique el riesgo moral? Al menos con la responsabilidad limitada natural de una sola persona, su interés en permanecer vivo está alineado con su interés en que le paguen. Cada persona solo obtiene una reputación y cada persona solo es capaz de hacer tanto daño por sí misma. Además, el daño máximo que puede hacer una persona típica es relativamente pequeño en comparación con el daño que podría hacer un multimillonario si le otorgas una responsabilidad limitada.

La pregunta es, ¿debería la sociedad permitir que algunas personas asuman riesgos que podrían causar más daños de lo que son capaces de pagar? ¿Debería esperarse que BP publique un bono de $ 1 billón de dólares antes de perforar en el Golfo de México? ¿Debería un multimillonario estar protegido de la responsabilidad de la contaminación solo porque contaminó bajo una CRL que posee? ¿Debería la gente común poder invertir en acciones de empresas que realizan actividades peligrosas, ilegales, dañinas u otras actividades con fines de lucro sin estar expuesto a más que la pérdida de su inversión?

La responsabilidad limitada es un gran riesgo moral y no está claro cómo se compensa a la sociedad por los riesgos que asume al extender ese privilegio. ¿De qué otra manera podemos obtener los beneficios de la responsabilidad limitada? ¿Cómo sería si en lugar de que se cargue a la población con el coste, los individuos, contratando entre ellos, pudieran intercambiar los riesgos sin crear privilegios especiales?

Una posible mitigación de este riesgo moral es compensar mejor a quienes asumen el riesgo - nosotros, las personas. Todas las empresas tienen una potencial ventaja, que actualmente corresponde a los propietarios, mientras que la desventaja es para los ciudadanos. ¿Qué pasaría si la gente pudiera participar en la ventaja de cada negocio como el “precio” del seguro proporcionado por la responsabilidad limitada? Esto sería parecido a una empresa obligada en emitir acciones anualmente a todos los habitantes del país como “prima de seguro”. En efecto, crearía un ingreso universal para la población a cambio de la responsabilidad limitada.

Contaremos más sobre esto en el próximo capítulo sobre la “Asignación de recursos naturales”. Las personas dispuestas en asumir la responsabilidad y operar sin responsabilidad limitada tendrían una ventaja competitiva porque no tendrían que pagar por un seguro.

Capítulo 12 - La Riqueza vs. El Poder

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La Riqueza vs. El Poder

Ningún debate sobre la democracia y la descentralización del poder estaría completo sin abordar la relación entre la riqueza y el poder. ¿De qué sirve una teoría de la verdadera democracia si el dinero gobierna el mundo? ¿En qué se diferencia la idea de que todos los ciudadanos deben tener un poder democrático igual y que todas las personas deben tener la misma riqueza?

Muchas personas se centran en la distribución de la riqueza en sociedad, ignorando la distribución del poder. Es el poder individual (mano de obra) lo que crea la riqueza, no riqueza individual la que crea el poder. Tener toda la riqueza del mundo no tendría sentido sin la mano de obra para mantenerla. Con todo el poder del mundo se puede crear toda la riqueza del mundo. Toda la riqueza que ha existido fue creada por alguien ejerciendo su mano de obra para producir más valor de la que consume. El poder se deriva en última instancia de la ley de la selva y es la fuerza de trabajo la que permite la producción de riqueza.

Me gustaría introducir una analogía con la física en la que la potencia es igual a la energía durante un tiempo (P = E/seg). La riqueza es la energía potencial, la energía almacenada o los ahorros. La potencia es la tasa de generación de energía o de utilización de la energía almacenada para efectuar cambios en el mundo. Todas las formas de vida pueden considerarse como convertirdoras de materias primas y de energía (calor/solar/etc.) en estados energéticos superiores (energía potencial/ahorros/grasa). Las personas son como paneles solares o turbinas de viento que producen valor (energía) a diferentes ritmos (a lo largo del tiempo) en función de las distintas contribuciones.

Cada uno de nosotros debe determinar cómo utilizar nuestra mano de obra y el flujo de valor resultante (energía) que producimos. ¿La utilizamos para cargar nuestras baterías o las de los demás? ¿La utilizamos para alimentar nuestra casa o la de otros? Podemos utilizar nuestra “energía solar” para “vivir en el momento”, pero si carecemos de reservas suficientes, acabaremos cuando pase una nube o anochezca. Si alguna vez necesitamos un “aumento” de energía para arrancar un motor la energía solar puede que sea insuficiente. Como esto no es un resultado deseable, todo ser vivo gasta parte (¿o la mayor parte?) de su “energía solar” excesiva para cargar sus baterías (construir ahorros/grasa). Con los ahorros hemos aumentado la independencia y podemos sobrevivir a una nube pasajera, una noche oscura, un invierno largo o una demanda a corto plazo de una gran cantidad de energía.

Hay límite en lo que podemos almacenar en nuestras baterías. Finalmente las baterías se desgastan y con el tiempo pierden su carga. Jesús lo destaca cuando dice: “No acumuléis tesoros en la tierra, donde las polillas y el óxido destruyen y donde los ladrones entran y roban, sino que acumulen tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no destruyen y los ladrones no entrar a robar”.

No es necesario tomar esto al pie de la letra para sacarle provecho. Considere que los “ahorros celestiales” es la buena voluntad de tu comunidad, ganada por ser un miembro generoso y confiable de la comunidad. Cuando tus ahorros terrenales te fallan, tus ahorros celestiales pueden sacarte de apuros. Esto es lo que significa ser parte de una comunidad.

Almacenar tesoros en el cielo es como un sistema de energía solar conectado a la red eléctrica. Cuando tus baterías están llenas y tienes un exceso de energía lo vendes a la red y cuando tus baterías están bajas y el sol no brilla, compras de la red. Incluso con la red eléctrica, la gente sigue necesitando sus propios ahorros. La red eléctrica no es siempre fiable y cada persona necesita una ventaja para poder negociar las tarifas.

Sin ahorros individuales, la compañía eléctrica (la sociedad) puede extorsionarte cuando necesites comprar y, sin la capacidad de ahorrar, la compañía eléctrica puede extorsionarte cuando necesites vender. Uno de los objetivos de la verdadera democracia y del dinero sensato es crear una “red eléctrica” social más digna de confianza mediante un tratado de paz verdaderamente democrático.

La energía puede adoptar muchas formas diferentes: calor, cinética, eléctrica, química, etc. Las personas son generadoras y convertidoras de energía. En términos sociales, utilizamos la energía de muchas formas: dinero, capital social, deudas, bienes tangibles, conocimientos, lealtad, armas y salud. Cada día elegimos hacia dónde dirigimos nuestra generación de energía (mano de obra) y nuestro consumo mediante la forma en la que dedicamos nuestro tiempo, los productos que compramos y lo que decidimos ahorrar. Si no tenemos cuidado, podemos convertirnos en generadores que alimentan muchas distintas cargas parasitarias.

El poder democrático consiste en que un gran número de personas den una pequeña parte de su capacidad generadora a una sola persona durante un tiempo. Este poder puede utilizarse directamente para crear un ejército que satisfaga las necesidades de hoy o puede utilizarse para producir y almacenar cosas de valor. Aprovecha el poder en tiempo real de las personas que contribuyen con su tiempo y obediencia para efectuar el cambio en una dirección coordinada. El líder tiene acceso a esta mano de obra en tiempo real. Es como tener un campo masivo de paneles solares para alimentar cualquier carga que se desee. Lo más importante es que no depende de la riqueza de la gente. Existe incluso entre las poblaciones indigentes si están dispuestas en obedecer y servir a sus líderes.

El poder económico consiste en utilizar los ahorros para alquilar la capacidad generativa de otras personas. Das algo de valor relativamente bajo (para ti) para obtener algo de valor relativamente más alto (para ti). Ambas partes creen que están obteniendo algo que valoran más de lo que están cediendo. El poder económico puede utilizarse para invertir, creando así más poder económico. Otra posibilidad es que el poder económico se consuma para disfrutar o para obtener control sobre los demás.

El poder democrático frecuentemente es convertido en poder económico cobrando al pueblo y luego utilizando el valor producido para comprar la capacidad de generación de los empleados del gobierno. La tiranía generalmente depende del uso consuntivo de la energía/ahorro. Si la gente elimina su contribución voluntaria, entonces los tiranos deben depender de sus ahorros para mantener su poder, y todos los ahorros del mundo son insignifcantes al lado del poder generativo de las masas trabajando juntas.

Si un tirano está usando tu poder generativo contra tí mismo, la solución sería hacer caso a la llamada de John Galt y que jures: “Juro que por mi vida y mi amor por ella nunca viviré por el bien de otro hombre, ni pediré a otro hombre que viva por el mío”. El colapso económico es como terminan la mayoría de las tiranías, ya sea la tiranía de una multitud o la tiranía de un rey. John Galt llamó al 4% crítico (Pareto) a ir a la huelga para “frenar el motor del mundo”. Al eliminar la base imponible, de la que el 4% aporta más del 64% de los ingresos, el gobierno pierde el poder económico para comprar el poder humano de mercenarios económicos.

Tenga en cuenta que el concepto de “base imponible” es mucho más amplio que el dinero que le quita su gobierno. Si eres un empleado crítico de la generadora eléctrica local, el gobierno puede quitarte el 50% de tu sueldo, pero tu trabajo y tu creatividad están produciendo mucho más valor para la compañía eléctrica que el equivalente a tu sueldo. Si esto no fuera cierto, usted sería una pérdida neta para su empleador. Si el resto de la sociedad está utilizando esa plusvalía para oprimirte, entonces la verdadera tasa de impuestos que pagas es la diferencia entre el valor que estás produciendo para los gobernantes y el valor que la sociedad te está proporcionando a tí.

Las personas convierten su energía en riqueza a través de su trabajo y la creatividad. La riqueza se concentra cuando un propietario de una empresa paga a alguien 1 dólar por utilizar su mano de obra para crear 2 dólares de valor para la empresa. Una persona que contrata a 100 empleados generará 200 dólares a un coste de 100 dólares. En términos de Pareto, el propietario del negocio tiene ahora tanta riqueza como las otras 100 personas combinadas; el 1% de las personas controla el 50% de la riqueza. Sin el empresario, las 100 personas no habrían tenido el trabajo, y la sociedad sería menos eficaz para convertir la mano de obra en valor. Si esas personas hubieran tenido una mejor oportunidad, habrían empleado su tiempo haciendo otra cosa y ganando menos de 100 dólares.

Sin personas que generen energía, la riqueza (energía almacenada) disminuye. La riqueza es como una batería con una tasa de autodescarga. Imagina por un momento que eres el último hombre en la tierra. Tienes el 100% de toda la riqueza pero sólo una mano de obra. ¿En qué dirección tenderá su riqueza? ¿Podría mantener todo o la naturaleza hará que el óxido y el deterioro destruye casi todo lo que consideras riqueza? En el esquema general de las cosas, ¿qué implica esto sobre lo que es necesario para sacar a la gente de la pobreza? ¿Qué es más importante, la riqueza que la gente tiene hoy en día o dónde y en qué gastan su mano de obra? En cuanto las personas asumen responsabilidad de usar su poder para producir independencia personal, empiezan a ahorrar y a reducir el poder económico del tirano. La independencia aumenta tu capacidad de captar tu propio poder generativo.

La idea que intento transmitir en este capítulo es que el poder democrático (mano de obra) es la raíz de todo poder. Que la riqueza no es una fuente sostenible de poder y que la igualación de la riqueza sólo sirve para agotar las baterías de la sociedad y no hace nada para arreglar el despliegue desajustado del poder generativo de las masas. Si las masas intentan mantener la igualación de la riqueza, entonces es como un cortocircuito gigante. Todo el poder generativo de las masas fluye hacia los líderes y los líderes utilizan este poder generativo contra la acumulación de ahorros, el poder económico y la independencia individual.

Dicho esto, el poder económico es real del mismo modo que la energía en una batería es tan real como la que producen los paneles solares. La clave es que incluso el poder económico está limitado por la capacidad de las personas para agotar las baterías. Toda la riqueza del mundo es impotente sin personas motivadas para hacer la voluntad del propietario de la riqueza. El propietario es impotente para aumentar la riqueza de la sociedad sin la visión creativa y empresarial sobre cómo dirigir la mano de obra de las personas.

Explotación Corporativo de los Trabajadores

¿“Explotan” las empresas a los trabajadores pagándoles menos que el valor que producen? Investiguemoslo. Imaginemos que hay 1000 personas capaces de realizar un trabajo que produce 10 dólares de valor para una empresa. La empresa sólo tiene que pagar tanto como el “ofertante más bajo”. Si la oferta más baja es de 1 dólar, el empleador gana 9 dólares por el trabajo realizado por una persona. ¿Es esto explotación u otra cosa? La incapacidad de las 1.000 personas para coordinarse da lugar a una transferencia de poder al empresario (quien coordina). Si las 1000 personas pudieran cooperar, tal vez podrían extraer 9 del empresario (que sigue ganando 1$). Se trata de un clásico dilema del prisionero. Las preguntas son: ¿si deben y cómo deben coordinarse para captar mejor el valor de su trabajo?

Considere si la situación se invierte. Imagina que todos los productores de alimentos se coordinaran para subir los precios. Imaginemos que todos los productores de ropa pudieran coordinarse. La capacidad de subir los precios mediante la coordinación se deriva de la creación de un monopolio. El monopolio de los trabajadores podría ser una respuesta al monopolio de los empresarios, pero tal vez deberíamos abordar por qué el empresario tiene un monopolio en primer lugar.

Lo primero que debemos considerar es que cualquier empresario capaz de generar una rentabilidad de 10 veces los salarios de sus empleados, tiene unos márgenes enormes. Este debería fomentar la competencia de otros empresarios que producen productos o servicios competitivos. Estos competidores aumentarán los salarios de los trabajadores y reducirán el coste de los productos para los clientes. Esto continuará hasta que el beneficio para el empresario sea proporcional al riesgo asumido. Dicho esto, hay barreras naturales y artificiales de entrada que dan una ventaja a los que tienen capital en la utilización de la mano de obra.

Considere una empresa de excavación que posee la única excavadora de la ciudad. Supongamos que una persona con una excavadora puede cavar tanto en una hora como 100 personas con palas. Si por cavar una zanja gana 100 dólares, el propietario de la excavadora puede pagarle a alguien 1 dólar por operar la excavadora o a 100 personas 1 dólar por para que operen una pala. El propietario de la excavadora gana 99 dólares por cada hora de funcionamiento de la excavadora. ¿Es esto explotación? El propietario de la excavadora tuvo que comprarla, lo que significa que sus costes reales incluyen la mano de obra necesaria para construir la retroexcavadora. Sólo cuando la excavadora gana lo suficiente para pagarse a sí misma, empezará su propietario a ver crecer sus beneficios.

Podemos ver que los mercados parecen equilibrar las cosas mientras haya competencia. La competencia supone que todos los recursos pueden obtenerse de múltiples fuentes independientes. Si se puede restringir la competencia, entonces es como un propietario de una excavadora que impide a cualquier otro operar excavadoras. Los que monopolizan las áreas de negocio ganan la mano de obra. Obsérvese que la propiedad intelectual (PI) no es más que un monopolio legal y la consecuencia es que los propietarios de la propiedad intelectual se imponen sobre la mano de obra. Abordaremos a la PI en un siguiente capítulo.

Anteriormente hemos descrito la medida de una verdadera democracia como la capacidad del pueblo para alcanzar un nuevo consenso, la capacidad de efectuar el cambio. Las DSDN trabajan para socavar el poder del pueblo para así alcanzar un nuevo consenso. Buscan mantener su monopolio sobre el consenso. Todo este libro está dedicado a explorar cómo la gente puede organizarse para mantener su capacidad de alcanzar un nuevo consenso y efectuar cambio. Está dedicado a explorar formas en las que podemos escapar del dilema del prisionero. ¿Puede alguna de las técnicas que hemos aprendido ayudar a los trabajadores atrapados en el dilema del prisionero?

La respuesta típica es que los trabajadores formen un sindicato. Un sindicato permite la negociación colectiva con el objetivo de crear un “monopolio” de las competencias requeridas por la empresa. Para evaluar si los sindicatos son la solución debemos preguntarnos si cumplen con los principios de la democracia y los principios de minimización del riesgo moral. ¿Es voluntaria la afiliación al sindicato? Si no lo es, viola los principios democráticos. ¿Todos los miembros del sindicato ganan lo mismo?

Si es así, el resultado es el mismo que el de una cena en la que se reparte la cuenta, pero a la inversa. En lugar de que cada persona intente comer lo máximo posible a coste de los demás, cada persona trata de hacer lo menos posible por el mismo sueldo. La productividad por empleado caerá mientras el salario aumenta. Los sindicatos tienen los gastos generales y los que dirigen el sindicato se benefician como el propietario de un restaurante que exige que todos se repartan la cuenta. Si fueramos a construir un sindicato, éste debería regirse por los principios de la verdadera democracia.

La explotación es subjetiva y supone que el empresario se beneficia “excesivamente” del trabajo de otros. Es difícil medir el grado en la que un empleado individual se beneficia de la empresa. Podríamos estimar que la relación entre la remuneración y la productividad de los empleados sigue una distribución de Pareto. Lo que significa que algunos empleados son altamente explotados por un lado y otros son gastos netos para la empresa. En general, el propietario de la empresa tiene incentivos para identificar y despedir a las personas que son una “pérdida neta”, excepto en los casos de nepotismo o fraude a los accionistas. Los directivos que defraudan accionistas mediante planes de compensación es otro ejemplo de riesgo moral.

Lo único que sabemos es que toda la riqueza es creada por el poder de las personas y que la consecuencia del dilema del prisionero es la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. ¿Es este exceso de riqueza el resultado del trabajo duro y legítimo y de la asunción de riesgos del propietario de la empresa? ¿Realmente asumió el propietario todos los riesgos si se trataba de una empresa con responsabilidad limitada? ¿Se contabilizan todos los costes externalizados de la empresa o se trasladan a la población? ¿Qué pasa con el coste social de la dependencia individual creada por las relaciones laborales de jornada completa? ¿Puede una verdadera democracia sostenerse con una población de empleados dependientes de los jefes supremos de las empresas?

Una cosa es cierta: contratar a la persona dispuesta a trabajar por el salario más bajo es lo más eficiente desde el punto de vista económico. Consumirá la menor riqueza y producirá la mayor riqueza. Esa persona es la que más necesita el trabajo y la que menos oportunidades tiene de producir valor para la sociedad. Sin embargo, la riqueza producida se concentra y la concentración es lo que lleva a la distribución natural de Pareto de la riqueza.

En resumen, los empleados no están siendo explotados sólo porque un empleador gane 10 veces el valor que pagan de salario y cualquier intento de sindicalización acabará fracasando la sociedad debido al riesgo moral. Una sociedad que busque nivelar el campo de juego podría exigir alguna forma de compensación de capital o de reparto de beneficios para los empleados. Esto también es un reto porque los beneficios se derivan de la inversión del propietario de la empresa (en excavadoras) y cualquier reparto obligatorio de beneficios con los empleados equivaldría a convertir a los empleados en propietarios parciales de una excavadora que no han tenido que pagar.

Derribar a la Democracia mediante el Poder Económico

En una sociedad con un orden social y unos derechos de propiedad relativamente estables, el poder económico puede ser utilizado por los prósperos para ganar poder político. Esto se consigue mediante un proceso de creación de dependencia. Una vez alcanzada la dependencia, el poder generativo del pueblo puede ser explotado por otra persona.

Considere una persona que lleva trabajando en el mismo empleo durante 30 años. Se ha vuelto dependiente de su empleador y pueda que sus habilidades ya no son lo suficientemente flexibles como para ser productivas en otro lugar. El empleador carece de incentivos para aumentar el salario y puede captar cada vez más el poder productivo del empleado. Para ganar independencia, el empleado tiene que pasar por un periodo de bajos ingresos y desempleo/subempleo mientras mientras a producir valor sin depender de su empleador de toda la vida. Si no puede acumular suficientes ahorros para sobrevivir a un periodo de desempleo, entonces se verá esclavizado y su propio poder produce la riqueza que da lugar a su esclavitud.

Imagine que tenga la suerte de vivir en una verdadera democracia donde las reglas del poder relativo, el bajo acoplamiento y alto encapsulamiento están en juego y donde el juego político de los partidos políticos impiden que el poder fluya hacia las mismas personas de siempre. ¿Qué pasaría si todo el mundo trabajara para la misma empresa? ¿Qué pasaría si alguien acumulara tanta riqueza que pudiera comprarse un puesto en la cima de los desempates? ¿Qué pasaría si tanta gente se volviera dependiente de una empresa que su dependencia corrompiera su voluntad de independencia? El pueblo podría optar por rescatar a las instituciones que lo esclavizan en lugar de mantener la verdadera democracia.

Está claro que el corporativismo es una amenaza para la verdadera democracia y que cualquier democracia verdadera debe establecer reglas y una cultura que defiende contra este tipo de fracaso. Esto no es tan fácil si se tiene en cuenta que las empresas no son más que un medio alternativo para crear comunidades voluntarias.

Una empresa es un grupo de personas que sigue un proceso de consenso con un líder elegido por los accionistas. Si una persona posee el 51% de las acciones, la empresa es un reino sin tierra (a menos que cuente la propiedad intelectual como tierra virtual). El rey está interesado en hacer crecer su reino y lo hace aumentando el número de personas sobre la que puede influir. Cuanto más productivos sean sus ciudadanos (empleados), más se enriquecerá su reino.

El rey es dueño de todo el terreno (propiedad del negocio) y los empleados trabajan la tierra por un salario. Tanto en su estructura como en sus estatutos son muy parecidos la empresa y el feudalismo, y los empleados y los siervos. La propiedad intelectual y las licencias comerciales son los nuevos monopolios de terrenos, también conocidos como feudos. Quizás lá única diferencia mínima es que los empleados pueden cambiar de empresa; sin embargo, a medida que las empresas crecen, trabajan para minimizar la capacidad de los empleados de trasladarse a la competencia.

Una democracia puede elegir un rey, pero la estructura de la sociedad puede seguir siendo de naturaleza feudal si se permite que las corporaciones crezcan y monopolizan las industrias por su gran tamaño y la dependencia que tiene la gente en ellas tanto para empleo como para productos. Una parte de cualquier tratado de paz deben ser medidas de defensa contra el crecimiento de las grandes empresas.

Esto podría considerarse como un sistema “antimonopolio generalizado”. Si se siguen los principios de la verdadera democracia, entonces cada comunidad tomaría medidas para proteger su propia independencia. Esas medidas pueden incluir tarifas o prohibición de las “importaciones” de las empresas igual que prohibimos las importaciones de un imperio extranjero. Del mismo modo, se limitarían las “exportaciones” de mano de obra a cualquier entidad corporativa que se haga demasiado grande. Una empresa grande podría ser considerada como una comunidad extranjera y sus empleados como miembros de otra comunidad. En este caso, no se puede ser miembro de la comunidad local y a la vez trabajar como empleado de una empresa que no es propiedad de los miembros de su comunidad local.

Los grandes gigantes corporativos no existirían en una verdadera democracia. Esto tiene consecuencias masivas para la gente adaptadas a las cadenas de las comodidades modernas. Las economías de escala permiten procesos de fabricación que requieren decenas de miles de millones de dólares en fábricas. Si impedimos que las grandes empresas crezcan, puede que estas fábricas nunca se creen y puede que nunca tengamos iPhones. Eso no es exactamente cierto. El mundo sólo ganaría iPhones una vez que la capacidad productiva de una pequeña comunidad de 50.000 personas acumulara el capital productivo para patrocinar su propio centro de fabricación de iPhone en gran medida independiente del resto del mundo.

Apple es una de las mayores empresas del mundo (por valoración) y funciona creando un ecosistema muy acoplado y estrechamente integrado. Lo controlan todo, desde la fabricación del chip hasta el método de pago. Una vez que se entra en su ecosistema es relativamente más difícil interoperar con productos de fuera de su sistema. A medida que Apple crece, expulsa a sus competidores de su ecosistema. Los que desean permanecer pagan un impuesto Apple del 30% para acceder a los clientes de Apple.

Apple es un ejemplo para la construcción de una comunidad independiente. Esta comunidad está gobernada por el Rey Cook, que heredó el reino del Rey Jobs. Apple crea incentivos para que la gente permanezca dentro de su “jardín amurallado” y persigue agresivamente a la integración vertical de su cadena de suministro. Este es un ejemplo de una grande comunidad voluntaria no-democrática. La sociedad empodera a las empresas como Apple al concederles los monopolios a través de la propiedad intelectual.

El corporativismo es contrarrestado en gran medida por verdaderas democracias que protegen la independencia de su pueblo. La sociedad puede llegar a proporcionar muchos de los bienes y servicios que proporcionan las grandes empresas, pero tendría que innovar la capacidad de hacerlo de una forma más descentralizada. Ceder a la tentación de hacer avanzar la tecnología lo más rápidamente posible mediante la creación de grandes corporaciones es una de las formas más rápidas de perder una verdadera democracia y quedar esclavizados a los intereses corporativos por nuestro deseo de comodidad.

Capítulo 13 - Asignación de Recursos Naturales

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Asignación de Recursos Naturales

Cuando era niño, mis padres nos enseñaron a mi hermano y a mí como partir una galleta sin disputas. Si mis padres partían una galleta y luego lo distribuían a trozos, entonces pelearíamos por quién se quedaba con que mitad. Era imposible dividirlo “perfectamente”, por lo que siempre había una disputa.

Mis padres se cansaron de tener que resolver la disputa por lo que nos dieron una nueva estrategia. Uno de nosotros tendría la tarea de dividir la galleta, el otro tendría derecho a elegir qué mitad querían. Para decidir quién era el divisor y quién elegía, lanzábamos una moneda al aire o nos turnábamos.

El resultado de este algoritmo es que el divisor sería meticulosamente justo, porque se supone que el que elige puede elegir la mejor mitad. Al aceptar este algoritmo, no habían más disputas y, por lo tanto, no necesitábamos una autoridad superior para resolver nuestras disputas. Se podría decir que teníamos un algoritmo libre de riesgo moral para generar consenso y que evitaba una disputa física bajo la ley de la jungla.

Una de las mayores disputas que enfrenta la humanidad es cómo asignar los recursos del mundo. A diferencia de mi hermano y yo, la humanidad no tiene la opción de dejar que nuestros “padres” lo resuelvan por nosotros.

Creo que es hora de una advertencia. Este capítulo puede provocar fácilmente a los de la perspectiva capitalista, socialista y comunista. El concepto de “propiedad” está muy ligado a nuestra identidad, por lo que cualquier discusión que cuestione nuestra creencia sobre lo que nos corresponde se ve como una amenaza contra nuestra persona. Discutí mucho la exclusión de este capítulo del libro debido a la facilidad con la que las ideas presentadas pueden usarse para agruparme en una categoría preconcebida.

Por lo tanto, les pido tengan en cuenta que mis creencias fundamentalmentes son el comercio voluntario, la asociación voluntaria y la membresía voluntaria en una comunidad y que todas las “reglas” deben limitarse a una comunidad de participación voluntaria. El proceso voluntario basado en el consentimiento debería ser atractivo para los capitalistas. Dicho esto, lo que estoy a punto de presentar sugiere que las personas racionales se someten voluntariamente a algo que podría interpretarse como algo socialista o comunista si uno se adhiere demasiado a sus nociones de propiedad.

Después de pensarlo mucho, me topé con una teoría racional y lógicamente consistente de la asignación de propiedades. Me hice una pregunta fundamental: “*¿Cómo distribuimos los recursos naturales inmerecidos del universo de manera justa entre todas las generaciones?”

La respuesta a esta pregunta es fundamental para las personas que intentan negociar derechos a través de un tratado de paz comunitario. Sin una buena respuesta, sin darte cuenta, podrías acordar un tratado desequilibrado o insostenible. Sería como si mi hermano me engañara para que escogiera el trozo más pequeño de la galleta o como Jacob le ofreciera a Esaú un plato de estofado a cambio de su derecho de nacimiento.

Esta pregunta es un desafío, incluso para los libertarios, porque llega al mismo corazón de los derechos de propiedad. ¿Cómo determinamos qué es tuyo y qué es mío? ¿De dónde provienen estos derechos? Los libertarios sostienen que apoderarse de la propiedad sin permiso es un acto de agresión y de esto concluyen que los impuestos son un acto de agresión; sin embargo, para que sea un acto de agresión, el libertario primero debe establecer una base de su declaración sobre la propiedad.

¿Quién es el dueño de la luna, el océano, la tierra y el aire? ¿Tienen Adán y Eva derechos de propiedad eterna sobre el 50% de la Tierra o es Adán dueño del mundo porque llegó primero? Lo que quiero decir con esto es que ellos pueden elegir cuál de sus hijos se quedará con su propiedad cuando mueran. Sus hijos deciden cómo repartirlo entre sus hijos y así sucesivamente hasta el día de hoy. Si Caín mata a Abel, ¿podrá quedarse con la propiedad de Abel? ¿Y los descendientes de Caín?

¿Para demostrar un demostrar un título limpio de propiedad se requiere documentar todas las transferencias desde la Génesis? Esto, después de todo, es la base de la propiedad de la criptomoneda. Todas las transferencias se registran en un libro mayor públicamente verificable y los bitcoins son solo suyos en virtud de la capacidad de rastrear la propiedad hasta el bloque génesis.

Debería ser obvio que demostrar título claro para cualquier cosa es imposible. Además, uno debe hacerse la pregunta, ¿por qué tienen Adán y Eva derecho a controlar la definición de propiedad legítima para toda la eternidad? ¿Sería cada nueva generación obligada en reconocer los derechos de propiedad asignados por la generación anterior?

¿Es una base adecuada el “primero en llegar, primero en servir” para asignar inicialmente una propiedad sin dueño? ¿Tiene esta generación el derecho a consumir todo el petróleo y las selvas tropicales y luego pasar las ganancias a sus hijos favoritos? ¿Tiene esta generación el derecho a asignar todos los derechos mineros por toda la eternidad? Estas son las preguntas que me llevaron a considerar un enfoque alternativo a los derechos de propiedad.

La mayoría de las personas tiene un sentido innato de la justicia que comienza desde la niñez. Tenemos una idea de lo que consideramos “nuestro”. Esto generalmente incluye cosas que tocamos primero, cosas que creamos o cosas que vimos primero. De ahí fluye a las cosas que compramos a otros. Además de esta base, presentamos contratos que representan acuerdos mutuos entre personas sobre cómo, cuándo y si se transfieren los títulos de propiedad.

Mientras que algunas personas respetan naturalmente la propiedad y los contratos de otras personas, otros optan por seguir el enfoque de la propiedad en el que el poder-hace-el-bien. Esta es la ley de la jungla y es lo que ha gobernado en gran medida cómo se asigna la propiedad a través del robo, las guerras y los impuestos. En la jungla, la posesión es un 9/10 de la ley. En la práctica, la mayoría de los derechos de propiedad se rigen por el respeto del statu quo. Lo que fue tuyo ayer es tuyo hoy. Si puede mantener el control sobre la propiedad durante el tiempo suficiente, la gente olvida cómo la obtuvo y se convierte en suya.

Encuentro que todos los sistemas anteriores son lógicamente inconsistentes. Antes de que uno pueda contratar por una propiedad, debe poseerla. La fuerza, el fraude, el robo y la extorsión no son medios válidos para adquirir bienes en virtud de un tratado de paz. Los sistemas establecidos por consentimiento mutuo en una generación no pueden ser vinculantes para las generaciones posteriores porque los contratos solo son válidos si las partes tienen la capacidad de dar su consentimiento y están negociando como iguales. Las generaciones futuras no pudieron dar su consentimiento y no estuvieron presentes para negociar. Argumentar lo contrario es asumir que el niño es sometido para siempre a la esclavitud debido a los contratos de sus padres.

Es evidente que, en la práctica, la propiedad se asigna por la ley de la selva. Los partidos más fuertes conquistan a los más débiles. Los vencedores escriben los libros de historia y redefinen los derechos de propiedad. Los derechos de propiedad se hacen cumplir mediante la violencia o la amenaza de la misma. Cualquier sistema nuevo de derechos de propiedad debe tener en cuenta esta tendencia natural de la humanidad y debe corregir gradualmente esa “mala conducta” en lugar de agravarla. Dicho esto, clasificar la guerra, el robo y el fraude como “mala conducta” supone un tratado de paz existente y, según la ley de la selva, tal “mala conducta” no es ni más “buena” ni más “mala” que un tiburón comiendo otro pescado.

Desde la perspectiva de una comunidad en la que todos los derechos se derivan de un tratado de paz entre individuos independientes, debemos preguntarnos cómo debemos negociar. El objetivo de negociar es alcanzar la paz y tener una paz duradera sabiendo que negociamos desde una posición teóricamente de fuerza igual.

Apliquemos la lección de los hermanos que dividen una galleta a la tarea de los derechos de propiedad. Imagínese que la humanidad tuviera que diseñar un sistema para asignar derechos de propiedad que represente plenamente a todas las generaciones.

Imagina que te encomiendan la tarea de dividir el universo entre personas de todas las generaciones y que alguien a quien no le gustes tiene que decidir qué porción obtienes y en qué generación naces. ¿Le daría a la primera generación el derecho de asignar a las futuras generaciones? ¿Darías al vencedor el botín de guerra? ¿Quieres dejarlo al azar? Hablando históricamente, las probabilidades de obtener la mejor parte de la galleta no estarían a su favor.

Al reflexionar sobre esta pregunta, se me ocurrió un proceso para la herencia universal. Asumo que cada día es un nuevo día y que cada generación merece una división equitativa de los recursos naturales inmerecidos del universo. Un multimillonario que adquirió sus riquezas extrayendo petróleo del suelo niega a las generaciones futuras esos recursos y la riqueza ganada la transmite a sus hijos.

Toda la riqueza se deriva de los recursos naturales inmerecidos extraídos en el pasado y comercializados entre generaciones anteriores. De acuerdo, la gente mezcla cosas con su trabajo para hacer que los recursos naturales sean más valiosos, pero eso no niega su dependencia de los recursos naturales. Muchos de estos recursos se consumen en el proceso y ya no existen. Lo que queda son otras formas de riqueza acumuladas por el consumo de petróleo, la fertilidad del suelo y las selvas tropicales.

Para que las cosas sean justas entre generaciones, propongo que a cada persona se le preste una parte de los recursos de la tierra durante una larga vida humana. Esto se basa en la premisa de que los miembros de una generación nunca estarían de acuerdo en dar a la generación anterior términos más favorables suponiendo que todas las generaciones estuvieran representadas por abogados competentes.

Desde esta perspectiva, cada año algún porcentaje de los recursos de la Tierra debería redistribuirse a la “generación actual” de modo que a lo largo de una vida los recursos (riqueza) se pasen de manera justa (uniforme) de una generación a la siguiente. Si asumimos que la mayoría de las personas viven menos de 100 años, entonces la tasa de herencia resultante debería ser de alrededor del 5% anual.
Esto redistribuiría el 99,5% de la riqueza inicial durante 100 años. Esta “redistribución” no es más que un “pago de préstamo” por una generación y una emisión de préstamo a la siguiente.

Desafortunadamente, no toda la “riqueza” es fungible y divisible. ¿Cómo se divide la “Mona Lisa”? es más, no hay unidad de valor, ya que todo su valor está en el ojo del espectador. No es posible establecer un valor objetivo para la “Mona Lisa”. Dada la falta de soluciones algorítmicas para manejar todas las clases de riqueza, nos queda el desafío de alcanzar un consenso político imperfecto que respete el principio de que todas las personas heredan una parte igual durante 100 años.

Si un grupo de personas se une y establece un nuevo tratado de paz (también conocido como constitución), ¿cómo sabrían qué sería justo pedir? Armados con la lógica de dividir el universo de manera justa a lo largo de las generaciones, la gente esperaría que algún tipo de herencia universal pasara la propiedad de generación en generación.

Una forma sencilla de implementar un préstamo universal de recursos es emitir la moneda comunitaria de manera uniforme a todas las personas de la comunidad. Cada año, la oferta monetaria aumentaría un 5% y la moneda recién emitida se dividiría entre las partes del tratado de paz comunitaria. Dado que la moneda es efectivamente un derecho sobre los recursos futuros, esta inflación implementaría de manera sencilla y transparente el principio de herencia universal.

Otra forma de aumentarlo sería implementar un sistema de impuestos a la propiedad para bienes raíces y distribuir los ingresos de manera uniforme a todas las partes del tratado de paz. Otra es exigir que todas las empresas subasten el 5% de su capital cada año, lo que podría verse como el precio de la responsabilidad limitada. Ninguna de estas ideas es perfecta, pero son un paso hacia la implementación de una transferencia justa de activos de generación en generación, como si se implementara un impuesto directo sobre el patrimonio del 5%.

Estabilidad Económica

Una comunidad necesita tener un conjunto de reglas que sea estable a lo largo del tiempo o eventualmente colapsará. Una concentración de la riqueza es una forma de poder y se distribuye entre la sociedad a través de una distribución de Pareto. En un mercado libre con comercio voluntario, el capital (y el poder) se concentrarán para obtener mayores economías de escala y eficiencia. Esto hace bajar los precios para todos, pero concentra la riqueza. La riqueza es una forma de poder que se gana con el comercio y no con los votos.

La historia ha demostrado que los intentos de igualar la riqueza a través del comunismo fracasan. Hace que todos menos la clase dominante se empobrezcan por igual y solo puede ser impuesta por una tiranía. La gente volverá a la ley de la jungla en una revolución violenta después de haber pasado suficiente tiempo bajo una clase dominante comunista.

La historia también ha demostrado que cuando la desigualdad de riqueza “capitalista” alcanza proporciones extremas de Pareto (en lugar de 80:20 se acerca a 90:10 o 99: 1), la gente se rebela y la revuelta suele ser liderada por comunistas. Los gobernantes comunistas harán campaña para redistribuir la riqueza para elevar el nivel de vida de todos, pero en el proceso concentrarán más la riqueza (en forma de poder) y no cumplirán sus promesas.

La riqueza y el poder están firmamente unidos. Cualquier tratado de paz debe tomar medidas para asegurar que ni la riqueza ni el poder se concentren más allá de una saludable distribución de Pareto. Esto significa que no se puede concentrar el poder en nombre de la descentralización de la riqueza ni se puede permitir la concentración de la riqueza hasta el punto de crear una concentración de poder que se refuerza a sí misma.

Este juego de ping pong entre la extrema desigualdad de riqueza y la extrema desigualdad de poder impide que la sociedad alcance su máximo potencial porque se autodestruye. La sociedad parece ser más estable con una gran clase media y una distribución de Pareto más conservadora (quizás 70:30).

Cualquier tratado de paz debe tener en cuenta la necesidad de proteger tanto del comunismo extremo como de la desigualdad extrema de riqueza. Es por esta razón que puede tener sentido un “impuesto sobre el patrimonio” fijo cuyos ingresos se distribuyan uniformemente entre la población. La redistribución algorítmica está diseñada para evitar que los ingresos fiscales otorguen poder a intereses especiales y “planificadores centrales”.

Esto no se puede exagerar, porque el comunismo normalmente fracasa porque los gobernantes toman una gran parte de la “riqueza” que gravan, lo que aumenta su poder. Una redistribución algorítmica niega a los gobernantes ese poder y, por lo tanto, reequilibra la riqueza sin concentrar el poder.

Un efecto de dicho impuesto sobre el patrimonio es que existiría un equilibrio en el que la cantidad que paga en el impuesto sobre el patrimonio es igual al beneficio que recibe de una distribución equitativa. Esto significa que la gran mayoría de la gente no pagaría el impuesto sobre el patrimonio neto. También significa que quienes tienen riqueza deben usarla de manera productiva para generar ingresos suficientes para pagar el impuesto a la propiedad o la perderán gradualmente.

Esto maximiza la utilización de activos para aumentar la productividad de la sociedad al mismo tiempo que minimiza la creación de una burocracia gubernamental. Se convierte en un impuesto sobre los activos improductivos.

La implementación de una herencia básica tiene consecuencias que deben reconocerse. Cuando le das a las personas una herencia, es posible que se inclinen a vivir cerca de la pobreza en lugar de trabajar. Existe una utilidad marginal en sus ingresos donde el primer dólar ganado vale mucho más que el millonésimo. También hay una utilidad marginal en su tiempo libre. En un mundo sin ingresos básicos, alguien debe cambiar su tiempo libre para trabajar por dinero. En este caso, están trabajando por su “primer dólar”, que es su dólar más valioso porque sin él mueren. Una vez que han perdido su tiempo, tiene sentido maximizar la productividad. Después de todo, si debe trabajar duro ocho horas al día, tambien podría trabajar duro por 50 dólares la hora en lugar de 10 dólares la hora. De cualquier manera, está pagando el mismo precio: ocho horas de arduo trabajo.

Sin embargo, si obtuvo un ingreso equivalente a $ 5 por hora pero no tuvo que trabajar duro, entonces trabajar duro por $ 10 o incluso $ 50 podría ser menos atractivo que no tener que trabajar en absoluto por solo $ 5 por hora. En efecto, el costo de pasar de $ 5 por hora de herencia gratuita a $ 55 por hora es de ocho horas de arduo trabajo. La utilidad marginal de 50 dólares adicionales por hora podría ser menor que el valor de ocho horas de trabajo duro.

Esto se puede observar en todo el país por la dificultad de encontrar trabajadores especializados que realicen un trabajo arduo en un entorno donde hay un desempleo récord. Una comunidad podría encontrar que la falta de incentivos para hacer el trabajo duro reduce la producción total de riqueza y, en última instancia, reduce la herencia a un punto en el que la gente tiene que trabajar duro para sobrevivir.

Por esta razón, una comunidad sabia debería vincular la herencia a los ingresos del trabajo correspondiente. Debe ganar $ 5 a través del trabajo arduo de tiempo completo antes de poder reclamar $ 5 de su herencia a la comunidad. Cualquiera que no tenga un empleo remunerado no calificaría para una herencia. Desde la perspectiva de la negociación de un tratado de paz entre generaciones, Adán y Eva tuvieron que trabajar muchas horas solo para sobrevivir y mejorar su nivel de vida. Puede que hayan “heredado el mundo”, pero aun así tuvieron que pagar el precio del “trabajo duro”.

De ello se deduce que todas las generaciones deberían tener que pagar el mismo precio de “trabajo duro” para que no obtengan el mejor final del trato. Después de todo, si estuviera partiendo la galleta y tuviera que elegir entre una participación igual de 10,000 a. C. y una participación igual de 2020, ¿cuál elegiría? ¿Cuál te exigiría más trabajo duro solo para sobrevivir?

La realidad es que una sociedad productiva creará de forma natural excedentes que beneficiarán a la próxima generación. Esto es necesario para que la humanidad prospere y crezca. No deberíamos intentar limitar a las generaciones futuras en un intento de hacer a todos “iguales”, del mismo modo no deberíamos intentar hacer a todos “iguales” en esta generación. Si bien es correcto que un cierto porcentaje de la población desaprovechará sus recursos, es igualmente cierto que los ricos también desaprovechan recursos.

Los argumentos basados ​​en la eficiencia tienden hacia algún otro sistema de derechos de propiedad. La presunción es que alguien, en virtud de sus propios valores sesgados, sabe cómo asignar los recursos mejor que los demás. La presunción es que ciertos bienes económicos y experiencias son mejores que otros. La presunción es que los ricos de hoy se lo han “ganado” en virtud de su propia inteligencia y pueden invertirlo mejor. La presunción es que un extremo de la curva de campana que desperdicia los recursos que se les otorga supera al otro extremo de la curva de campana que los usa en medios mucho más productivos. La presunción es que unos pocos planificadores centrales ricos pueden invertir mejor los recursos que los propios empresarios que sirven a las masas quienes votan por los productos y servicios gastando su herencia.

En otras palabras, la eficiencia económica es un argumento sesgado que se utiliza para justificar un statu quo sesgado. Presupone que ciertas metas son más altas que otras. Supone que algunas personas no tienen derecho a participar em influir en los bienes y servicios que se proporcionan. En efecto, una herencia universal se convierte en la democratización de los derechos económicos al voto en el mercado. De repente, los libertarios que abogan por un sistema de derechos de propiedad del statu quo donde no hay “coste para mantener la propiedad” comienzan a sonar como estatistas de planificación central que saben mejor cómo manejar la economía.

La ironía es que un impuesto sobre el patrimonio también es “planificación central”, por lo que todos somos “culpables” de la planificación central. Lo único que no está planificado de forma centralizada es la ley de la jungla, en cuyo caso no hay más propiedad que la que puedas defender físicamente. Cualquier sistema que permita que la desigualdad de la riqueza aumente demasiado, finalmente volverá a la ley de la jungla cuando los pobres se levanten y quemen el lugar. Es probable que una redistribución gradual de la riqueza cree una sociedad más estable y próspera que una que atraviesa una agitación violenta cada dos generaciones. Una sola guerra mundial o un genocidio pueden hacer retroceder a la humanidad siglos de progreso, especialmente si se considera el impacto de los retornos compuestos.

Qué compraría su herencia?

La propiedad inmobiliaria global total tiene un valor de alrededor de $ 217 billones distribuidos entre 7 mil millones de personas, o alrededor de $ 1500 por persona por año. Las existencias globales totales rondan los $ 100 billones o $ 1200 por persona por año. La oferta monetaria mundial total también es de alrededor de $ 100 billones (y está creciendo rápidamente). En total, esto les daría a todos, incluidos los miles de millones de personas pobres y hambrientas en África, India y China, un ingreso total de alrededor de $ 4000 por año o $ 333 por mes. Esto es mayor que el ingreso medio familiar per cápita (por persona) mundial. Es más de cuatro veces el ingreso medio en África. ¡Hablando sobre el impacto de la pobreza mundial!

Obviamente, implementar un proceso de distribución de este tipo a nivel mundial es difícil y no muy atractivo para los ciudadanos de los países industrializados más ricos. Dicho eso, si aplicamos el mismo proceso solo a los bienes y ciudadanos de los Estados Unidos, llegaríamos a un número de alrededor de $ 15,000 por año, lo que colocaría instantáneamente a todos por encima de la línea de pobreza (hasta que se alcance un nuevo equilibrio de precios).

El objetivo de esta discusión es demostrar que usando un proceso derivado de los primeros principios podemos derivar un ingreso básico que está en el mismo rango que lo que se propone a menudo. Además, podemos hacerlo no preguntando cuánto dinero “se necesita”, sino preguntando cuánta riqueza está disponible para “pasar a la siguiente generación” al 5% anual.

En resumen, un “impuesto sobre el patrimonio” del 5% anual daría a todos un ingreso por encima de la línea de pobreza sin violar los derechos de propiedad negociados de manera justa de ninguna generación. Este impuesto sobre el patrimonio en los EE. UU. Significaría que cualquier persona con bienes de menos de $ 300K de valor, en efecto, no pagaría impuestos, ya que su impuesto sería igual a su herencia. Esto significa que casi el 75% de los estadounidenses no pagarían impuestos sobre el patrimonio porque su herencia sería mayor que su obligación tributaria.

Además, aquellos con activos superiores a $ 300K en valor probablemente obtengan más del 5% de los ingresos pasivos de esos activos. Aquellos que no usan sus activos de manera productiva (ganando más del 5%) los perderán lentamente para la próxima generación a lo largo de su vida.

Dado que todo el mundo estaría “por encima del umbral de la pobreza”, ya no habría necesidad de otros servicios de asistencia social, comprobación de medios, etc. La matrícula escolar podría pagarse fácilmente con los ingresos básicos de los niños. Las órdenes de manutención de menores podrían eliminarse.

La Necesidad no es una base para los Derechos de Propiedad

Casi la mitad de los estadounidenses apoyan un ingreso básico universal (UBI - Universal basic income), pero los libros existentes sobre el tema abordan el concepto desde un enfoque basado en las necesidades. El enfoque de la UBI basado en las necesidades naturalmente rechaza a quienes están en contra del estado de bienestar, especialmente a los libertarios. Los argumentos libertarios existentes en apoyo de una UBI tienden a enfocarse en una justificación del menor de los males en lugar de derivar un argumento de los primeros principios, siendo esta, que la UBI es mejor que los sistemas de bienestar de alto costo existentes.

Los filósofos políticos y los economistas han propuesto muchas implementaciones diferentes de la UBI, casi todas las cuales terminarán en hiperinflación y destrucción económica. El argumento basado en las necesidades para la UBI crea una cadena económica insostenible de eventos donde la UBI desencadena aumentos de precios, lo que desencadena aumentos adicionales basados ​​en las necesidades de la UBI.

Es posible sustentar una herencia universal, apoyado por un impuesto sobre el patrimonio y al mismo tiempo ser un libertario lógicamente coherente y económicamente sólido. De hecho, puede ser la única teoría lógicamente consistente de los derechos de propiedad que podría ser ampliamente aceptada por las masas mientras corrige automáticamente el pasado y las injusticias.

Por otro lado, esta posición matizada podría perderse en las masas que no entenderían la razón detrás de su herencia. Sin una comprensión adecuada, las masas pueden simplemente pedir “más” siempre que su herencia no apoye el nivel de vida que desean. A través de su propia ignorancia y deseos egoístas, las masas pueden convertir rápidamente un sistema económico estable (5% por año) en un sistema comunista inestable que obliga a todos al mínimo denominador común. Sólo mediante la educación continua y la afirmación de una generación a la siguiente puede un pueblo esperar crear y mantener tal sistema sin ser víctima de la corrupción filosófica.

Todos los derechos de propiedad se derivan de un tratado de paz acordado por partes independientes capaces de negociar libremente con la capacidad de decir “no”. Una sociedad sabia negocia un tratado de paz que es sostenible a lo largo de muchas generaciones y no se ve socavado a medida que evoluciona con el tiempo el equilibrio de poder entre las partes del tratado.

Capítulo 14 - Los Contratos Inteligentes (1ª parte)

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Los Contratos Inteligentes

¿Qué es un contrato? ¿Por qué son vinculantes? ¿Cómo se hacen cumplir? Firmamos contratos todo el tiempo y pagamos a los abogados una tonelada de dinero en el proceso, pero ¿cuántos de nosotros nos hemos parado a pensar en los principios que respaldan los contratos? ¿Deben ser ejecutables todas las promesas o sólo aquellas vinculadas a una contraprestación? ¿Por qué sí o por qué no? Las respuestas a estas preguntas revelan principios sutiles que son fundamentales para sostener una verdadera democracia.

Murray Rothbard y Williamson Evers desarrollaron la Teoría de la Transferencia del Título del Contrato, del cual creo que contiene conceptos críticos para una verdadera democracia. La derivación de Rothbard de los derechos de propiedad se basa en la teoría del “homesteading” o “primer uso” y es muy diferente de mi derivación de derechos de propiedad como un tratado de paz. Dicho esto, sigue siendo relevante su teoría de los derechos de propiedad definido.

Mientras que otras filosofías reivindican los “derechos” como axiomas fundamentales derivados de posturas morales axiomáticas como el “principio de la no agresión”, yo sostengo que no hay apoyo en la naturaleza para sus principios. En el mejor de los casos, sus filosofías equivalen a una propuesta de tratado de paz. Aunque rechazo sus axiomas como tales, creo que hay amplias lecciones que se pueden aprender de la obra de Rothbard sobre cómo diseñar un tratado de paz lógicamente consistente y aplicable (es decir, una verdadera democracia).

Uno de los aspectos más importantes de un tratado de paz es definir quién es dueño de qué, cómo cambia la propiedad y cómo se resuelven las disputas. Cualquier confusión sobre la propiedad crea conflicto y se supone que el conflicto se resuelve con un tratado de de paz. Por lo tanto, se deduce que el tratado de paz debe definir el proceso por el que los individuos pueden contratar con respecto a su propiedad, de forma en la que se minimice la ambigüedad. Esto plantea a su vez la cuestión de qué constituye un contrato válido y cómo se debe hacer cumplir?

Antes de explicar lo que esto significa, repasemos cómo funcionan los contratos hoy en día. Los contratos son generalmente combinaciones de promesas para “hacer” o “dar” algo. Si compras un café, se contrata verbalmente el título de propiedad del dinero en efectivo, a condición de recibir el título de propiedad de una taza de café. Este contrato no necesita estar escrito para captar la intención de las partes.

Este es un ejemplo de un contrato de “dar”. Un contrato “para dar” podría representarse fácilmente en una blockchain como un contrato inteligente, suponiendo que se crearan “títulos digitales” vinculados a una cosa física. Un contrato “para hacer” podría ser algo así como un contrato de trabajo. Aquí prometes trabajar 40 horas en una fábrica de clavos de herradura la próxima semana y otra persona promete pagarte en efectivo. En el caso de que decidas no trabajar podría considerarse un incumplimiento de contrato. En este caso simplemente no se le paga; sin embargo, en el peor de los casos “podría perderse el reino”. Recordemos el dicho del capítulo sobre el diseño de la independencia:

Por falta de un clavo se perdió una herradura,

por falta de una herradura, se perdió un caballo,

por falta de un caballo, se perdió una batalla,

por falta de una batalla, se perdió el Reino.

Y todo por un clavo de una herradura.

El incumplimiento de una promesa “contractual” puede causar graves daños a otras partes que confían en esa promesa. Cuando estas cuestiones se llevan a los tribunales bajo las teorías contractuales tradicionales, el juez rara vez le obligará a realizar el servicio. En su lugar, el juez suele condenarle a pagar una indemnización por daños y perjuicios a la otra parte. Sin embargo, hay un problema con esto: ¿cuáles son los daños y perjuicios? ¿Cómo se puede saber hasta qué punto las otras partes confían en esas promesas? ¿Aceptaría usted un trabajo que le prometiera pagarle 10.000 dólares por trabajar 40 horas la semana que viene, pero si cambia de opinión le corresponden 10 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios? Y si te pones enfermo o tienes un accidente de coche?

Supongamos por un momento que la otra parte realmente experimentaría una pérdida de 10 millones de dólares sin tu actuación y que no se trata de una penalización enorme e irrazonable. Si supieras que dependen de ti hasta 10 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios, lo más probable es que exigieras una mayor indemnización en primer lugar y que contrataras un seguro que cubriera cualquier acontecimiento ajeno a tu voluntad que pudiera hacerte responsable de 10 millones de dólares.

El Compromiso Matrimonial como Contrato

Todos los contratos “para hacer” son efectivamente promesas sin respaldo. Cuando uno se compromete a casarse, los tribunales consideran que se trata de un contrato. Si se le deja plantado, puede demandar por daños y perjuicios y muchos tribunales se los conceden. Los daños y perjuicios pueden ser cualquier cosa, desde el coste de la boda hasta la pérdida de un trabajo al que se ha renunciado con la esperanza de casarse. Cuando las partes “acordaron casarse”, los términos estaban mal definidos y los daños eran potencialmente ilimitados. En efecto, la mayor parte del “contrato” nunca se acordó y los tribunales lo definen a posteriori.

Muchos tribunales utilizan la teoría de la “confianza” como justificación para hacer cumplir las promesas de “hacer” cosas y conceder daños y perjuicios por el incumplimiento de las mismas. En teoría, sólo se considera válida la “confianza razonable”. Si alguien es “irrazonable” en su dependencia, entonces no se aplica. El problema de este enfoque es que es un razonamiento circular. Sólo es razonable confiar en una promesa si los tribunales van a hacerla cumplir y los tribunales sólo deberían hacer cumplir una promesa si es razonable confiar en ella.

Contrato de Cantante de Conciertos

Imagina que alguien te contrata por 200.000 dólares para cantar en un concierto. Una vez contratado, comercializan y venden entradas por el valor de 1 millón de dólares. Ahora imagina que el día del concierto tienes miedo escénico y optas por no cantar. El organizador del concierto puede verse obligado a devolver 1 millón de dólares en entradas, además de todos los gastos de reserva del local y publicidad. Si hubieras cantado, el organizador del concierto esperaba un beneficio de 200.000 dólares con unos gastos de 800.000 dólares, pero como no cantaste el organizador tuvo unos gastos de sólo 600.000 dólares, pero siguió sin tener ingresos y no consiguió el beneficio previsto. En total, el organizador tenía un retraso económico de 800.000 dólares debido a tu falta de actuación.

Si se le lleva a los tribunales, un juez podría obligarle a pagar entre 600.000 y 800.000 dólares, más los honorarios de los abogados, basándose en la premisa de que su “incumplimiento” causó daños y perjuicios. La cuestión es si era razonable confiar en la promesa de actuar. ¿Habrías accedido a cantar si supieras los daños que tendrías que pagar por no hacerlo? ¿Tiene siquiera la capacidad de pagar esos daños? Si el tribunal ordenara el pago, ¿podría el organizador cobrarlo?

Lo que podemos aprender de este ejemplo es que los tribunales no pueden obligarte a cantar y, aunque pudieran, no podrían obligarte a cantar lo mejor posible. Además, si no te presentas una hora antes de tu actuación, ningún tribunal puede conocer la disputa a tiempo para obligar su actuación y evitar daños y perjuicios. Si no es práctico obligar la actuación, ¿cuál es la alternativa? Los tribunales resuelven todos los conflictos transfiriendo el título de propiedad de la parte que rompe la promesa a la otra parte. Si el que rompe la promesa no tiene propiedades, los tribunales autorizan el embargo de salarios. En algunos casos, los tribunales dan a la persona que rompe la promesa la opción de cumplir o pagar. Esto significa que todos los contratos podrían redactarse de forma que no haya ambigüedad en cuanto a los daños y perjuicios y que todo sea simplemente una transferencia condicional de la propiedad previamente acordada.

El contrato del cantante diría algo así: si una canción se interpreta, entonces 200 mil dólares del organizador se transfieren al cantante, si no, 700 mil dólares del cantante se transfieren al organizador. En caso de litigio, un juez o un jurado sólo tendría que determinar si una canción fue interpretada según lo acordado. Si el cantante no dispone de 700.000 dólares, el organizador tendría que encontrar una aseguradora. Si no se puede encontrar una aseguradora, las entradas tendrían que indicar que no hay reembolso si el cantante no puede o no quiere actuar. El público acabaría financiando el “seguro”.

Contratos Más Inteligentes

Supongamos que no es posible transferir el riesgo a las aseguradoras o a los clientes y que el cantante no dispone de 700.000 dólares. Esto plantea una cuestión interesante: ¿se puede contratar para transferir la titularidad de algo que no se posee? Imaginemos que el contrato dice que si se interpreta una canción, entonces el puente de Brooklyn, “propiedad” del organizador, se transfiere al cantante, si no, mil millones de toneladas de oro, propiedad del cantante, se transfieren al organizador. El organizador no es dueño del puente de Brooklyn y no hay ni de lejos mil millones de toneladas de oro en todo el planeta. Según mi interpretación de la Teoría de la Transferencia de Títulos de los Contratos, un contrato es inválido si bajo cualquier resultado condicional se indica una transferencia de título para la que cualquiera de las partes no tiene el título actual. Cualquier otra cosa equivaldría a un contrato de “hacer” en el que el “hacer” es adquirir la titularidad del bien para poder transferirlo.

Esta interpretación de la Teoría de la Transferencia del Título del Contrato tiene profundas implicaciones para casi todo tipo de contratos. Estamos tan acostumbrados a ver los contratos como promesas que no es intuitivo limitar los contratos a las transferencias de títulos condicionales. Si no se tiene cuidado, es increíblemente fácil caer en una teoría de la promesa de los contratos. Incluso Rothbard cayó en esta trampa en un capítulo titulado “Los Derechos de Propiedad y la Teoría
de los Contratos
”, de su libro “La Ética de la Libertad”.

Afortunadamente, existe un marco que asegura que sea imposible construir un contrato inválido: contratos inteligentes. Un contrato inteligente es efectivamente un código informático que ejecuta de forma determinista un algoritmo basado en las declaraciones firmadas de los individuos. Los algoritmos informáticos deben ser consistentes y no pueden asignar dos propietarios a la misma propiedad al mismo tiempo. Cualquier cosa que pueda ser representado como un contrato inteligente es compatible con la Teoría de la Transferencia del Contrato. Si no puede ser representado por código informático, entonces probablemente no es un contrato válido y lógicamente consistente.

Lo único que tienen que hacer los tribunales para hacer cumplir los contratos inteligentes es asegurarse de que la propiedad física a la que se refiere el contrato inteligente está en control del propietario especificado por el contrato inteligente. Un contrato inteligente no necesita representarse en código de software para ser inteligente. A partir de este punto me referiré a los contratos compatibles con la Teoría de la Transferencia de Títulos de los Contratos como Contratos Inteligentes.

Ahora revisemos cómo Rothbard volvió a caer en la teoría de la promesa del contrato. El error de Rothbard estuvo en su ejemplo de un préstamo de 1000 dólares con la promesa de devolver 1100 dólares en un año. Veamos un extracto de La Ética de la Libertad:

*"Supongamos que López y Pérez hacen un contrato, en virtud del cual el primero entrega al segundo, en el acto, 1.000 dólares, a cambio de un pagaré que obliga a Pérez a devolver a López 1.100 dólares al cabo justo de un año. Nos hallamos, pues, ante un típico contrato de deuda.
Aquí ha ocurrido lo siguiente: López ha transferido su título de propiedad de 1.000 dólares actuales a Pérez a cambio de la transferencia, al cabo de un año, de un título de propiedad de 1.100 dólares de Pérez a López. Imaginemos ahora que, al cumplirse el plazo, Pérez se niega a pagar.

¿En virtud de qué debería ser exigible y ejecutable este pago, según la legislación libertaria? La legislación actual (que luego se analizará con mayor detalle) sostiene unánimemente que Pérez debe pagar los 1.100 dólares porque ha «prometido» hacerlo, y esta promesa crea en López la expectativa de que recibirá esta suma. Pero nosotros sostenemos que una simple promesa no es una transferencia de títulos de propiedad. Puede ser, desde luego, moral cumplir las promesas hechas, pero en un sistema libertario no puede ser función o cometido de la ley (ni de la violencia legal) exigir por la fuerza la moralidad (en este caso el cumplimiento de lo prometido).

Afirmamos que Pérez debe pagar a López los 1.100 dólares porque ha concertado con él transferirle estos títulos de propiedad, y no pagarle significa que es un ladrón, que roba propiedades de López. En resumen, la transferencia original de los 1.000 dólares de López no fue absoluta, sino condicional, condicionada al pago de 1.100 dólares por parte de Pérez al cabo de un año. De ahí que la negativa a pagar sea un robo encubierto de la legítima propiedad de López."*

El error cometido por Rothbard es que el título no puede ser transferido hasta que se cumplan las condiciones; además, Jones no puede aceptar transferir el título de 1.100 dólares que no tiene. Si Jones quisiera gastar los $1000 dólares que recibió condicionalmente de Smith, la condición sería un derecho a retención que siguiera a los 1.000 dólares. Si Jones utilizara los $ 1000 dólares para comprar un ordenador portátil de Alice tendría que revelar que él no tiene título limpio a los $ 1000 dólares porque todavía no ha pagado $ 1100 a Smith.

Alice tendría que aceptar el riesgo crediticio de que Jones no pagara a Smith y, por tanto, condicionaría la transferencia de la titularidad del portátil a que se levantara el gravamen sobre el dinero. Si Jones no paga 1.100 dólares a Smith en un año, entonces Smith conserva la titularidad de 1.000 dólares y Alice la del portátil. Si Jones se queda con el portátil es un ladrón. Si Alice se queda con los $1000 dólares es una ladrona. Los 100 dólares de intereses son una promesa no ejecutable que sólo existe como condición para la transferencia de la titularidad de los 1.000 dólares. Los títulos de propiedad del dinero condicionados a diferentes promesas no son fungibles. Esto significa que no hay una forma eficiente de utilizar los activos gravados como dinero.

¿Entonces cómo funcionaría el préstamo con un contrato inteligente? Tu contrato con el banco será algo así como: si no se realizan los pagos mensuales requeridos, entonces la titularidad de la casa se transfiere al banco. No se hacen promesas, sólo transferencias condicionales predefinidas de activos sobre los que las partes tienen un título limpio. Normalmente, los préstamos bancarios con recurso también te hacen responsable de la diferencia entre el precio por el que el banco puede vender la casa y el saldo del préstamo. Este acuerdo no sería válido porque todos los activos sujetos al contrato tendrían que ser de su propiedad en el momento en que se celebró el contrato para acordar la transferencia de la titularidad de esos activos. Como la prestataria no tiene el dinero para pagar la casa en efectivo, no puede firmar un contrato que transfiera la titularidad del efectivo. Cualquier promesa de pagar en efectivo sería inaplicable porque tal promesa no podría implementarse en código informático como contrato inteligente. Esto significa que sólo los préstamos sin aval-de-recursos son ejecutables a través de contratos inteligentes.

Un contrato inteligente en una blockchain es, en efecto, un agente de custodia automatizado que mantiene la titularidad de todos los activos sujetos a transferencias condicionales. El código informático rige la transferencia de los títulos en función de la interacción de las personas implicadas en el contrato. Un contrato inteligente podría implementarse manualmente con un agente de custodia humano. La aplicabilidad de un contrato en una verdadera democracia debería limitarse a la transferencia de activos gestionadas por el agente de custodia. Las partes de un contrato no necesitan contratar a un agente de custodia de tercera parte siempre y cuando den cuenta personalmente de todos las retenciones sobre cualquier propiedad en su posesión. En caso de disputa, se puede recurrir a un tercero para que interprete el contrato inteligente y evalúe las condiciones. Cualquiera que no transfiera la posesión física después de una resolución de este tipo no sería diferente de un ladrón.

Según la ley de la selva, podrías acordar la transferencia de la titularidad de tu cuerpo en caso de que no cumplieras con los términos del contrato. Esto permitiría que te metieran en la cárcel, que te obligaran en ir a un campo de trabajo o te torturaran hasta que cumplieras. En el caso extremo, podrías contratar para permitir que otros te maten. Como tu cuerpo es prácticamente indivisible, sólo podrías utilizarlo como garantía de un contrato a la vez.

Imagínese lo que ocurriría si contratara la cesión de la titularidad de su cuerpo en caso de incumplimiento de dos contratos diferentes con personas distintas. Una persona quiere extraer tus órganos y la otra quiere meterte en un campo de trabajo. Una vez que alguien tiene un derecho de retención sobre tu cuerpo, no es posible venderlo a otra persona o gravarlo con otros derechos de retención. Aunque un contrato de este tipo podría ser posible, una comunidad dedicada a proteger la independencia de sus miembros haría bien en no reconocer ni hacer cumplir tales contratos.

En general, recomendaría que una comunidad prohibiera la ejecución de cualquier préstamo con recurso más allá de la garantía. Esto incluiría las deudas de tarjetas de crédito sin garantía. Todos los contratos deberían liquidarse mediante transferencias de títulos, por lo que es imposible poner a alguien en quiebra. La quiebra sólo es posible en la medida en que los contratos se redactaron con respecto a bienes de los que las partes no eran titulares en el momento en que se acordó el contrato. Las tarjetas de crédito podrían seguir existiendo, pero el único recurso sería una nota en la calificación crediticia de alguien. Esto puede limitar su capacidad de obtener créditos en el futuro, pero no permitirá a los acreedores reclamar los fondos.

La propiedad puede concebirse en muchas dimensiones. Tiene una ubicación en el espacio tridimensional, pero también en el tiempo. Si usted contrata el alquiler de un coche la semana que viene, no puede hacer una doble reserva porque la titularidad del uso del coche en ese momento ya no es suya. Del mismo modo, no puede transferir la titularidad del dinero del mes que viene hasta que tenga la titularidad de ese dinero el mes que viene. Si un contrato concibe la transferencia de la titularidad de bienes que pueden no existir en el momento de la transferencia, entonces debe tener un respaldo. Una promesa de pagar 1.000 dólares el mes que viene no es vinculante a menos que se tenga el título de propiedad y se grave con una retención. La propiedad puede tener un número infinito de dimensiones dependiendo de cómo se dividan los “derechos de uso”. Los plazos son simplemente un tipo de derecho de uso.

Consideremos otro tipo de contrato, un “acuerdo de confidencialidad”. Un contrato de este tipo tendría que decir: si se divulga la información, se transfiere el título de propiedad. ¿Firmaría usted un acuerdo de confidencialidad que dijera: si se revela la información, se transfiere el título de un millón de dólares? En primer lugar, tendría que tener 1 millón de dólares que no estén gravados por otros contratos. Imagínese que sólo tuvieras un millón de dólares, y que firmaras un acuerdo de confidencialidad con un plazo de 100 años. Con un contrato inteligente, tendrías que bloquear ese dinero durante 100 años y no podrías usarlo para nada que no estuviera sujeto a tu capacidad de revelar información y provocar la transferencia.

Si usted quisiera firmar un segundo acuerdo confidencialidad, tendrías que encontrar otros activos con los que asegurarlo. Si no aseguras un contrato de confidencialidad con el título de los activos que posees, entonces sería un contrato inaplicable. En este caso, el coste de incumplir el contrato de confidencialidad es sólo su reputación (por ejemplo, la calificación crediticia). En la práctica, los contratos de confidencialidad deben reestructurarse como “honorarios por revelación” o tener períodos cortos de tiempo durante el cual los activos estarían gravados.

¿Y las cláusulas de “no-competencia”? Al igual que la cláusula de confidencialidad, se trata de una promesa sin sentido que sólo se puede hacer valer por el daño a la reputación, a menos que se grave la titularidad de otros activos con la condición de no competir. Un empleado sin activos tendría muy poco con lo que respaldar un acuerdo de no competencia; sin embargo, una gran empresa podría respaldar el acuerdo con fondos propios. Los tratados de paz comunitarios que pretenden implantar una verdadera democracia deberían reconocer los derechos de propiedad y los contratos inteligentes con respecto al título de propiedad. Además, las promesas de “hacer” cosas no deberían cumplirse como tales, sino que los títulos de propiedad deberían transferirse sujetos a condiciones “objetivas” previamente acordadas. No es razonable saber cómo otras personas confían en tus promesas y qué daños podrían reclamar; por lo tanto, no es posible consentir en daños abiertos. Sin el consentimiento, no es válido ni un contrato ni la “democracia sólo de nombre” que intenta imponerlo.

Una de las mayores innovaciones de la industria del blockchain es el concepto de contratos inteligentes. Cuando se implementa en una blockchain, un contrato inteligente es un acuerdo “autoejecutable” y determinista entre las partes que se hace cumplir por una comunidad sin depender de una amenaza creíble de violencia. Tradicionalmente, los contratos inteligentes se utilizan con respecto a la propiedad puramente digital porque la blockchain tiene total autoridad sobre su base de datos. Representar todos los derechos de propiedad bajo una mentalidad de “el software es la ley” proporciona un marco útil para construir contratos inteligentes aplicados por medios más manuales. En principio, todos los acuerdos deberían poder representarse en un software que gestione la transferencia de la titularidad de todos y cada uno de los bienes basándose en condiciones relativamente objetivas. Cualquier contrato que no pueda traducirse a un código equivalente debería considerarse inválido.

Capítulo 14 - Los Contratos Inteligentes (2ª parte)

2ª Parte

El Valor de la Confianza

La organización sobre la ley de la selva de comunidades de alto-orden depende de la confianza. Sin confianza, los contratos son mucho más costosos de documentar y hacer cumplir. En entornos de baja confianza, muchas transacciones ni siquiera son posibles porque el coste de crear un contrato es mayor que el valor de la transacción. La reputación es la base de la confianza y el incumplimiento de las promesas dañará la reputación y aumentará el coste de los negocios de todos. El derecho contractual debería reservarse en gran medida a las transacciones de alto valor y todo lo demás debería ser inaplicable en los tribunales. Como mucho, un tribunal o un sistema de arbitraje privado podría emitir una opinión de que ha incumplido una promesa.

Esa opinión, al ser de dominio público, repercutiría a su vez en el resto de tus relaciones comerciales. Esto debería ser suficiente incentivo para mantener tu palabra sin entrar en los daños subjetivos. Una de las ventajas de organizar la sociedad según las Reglas del Poder Relativo (capítulo 4) y la Encapsulación (capítulo 5) es que es más fácil crear confianza en comunidades pequeñas y eso puede hacer que estas comunidades sean más eficientes en muchos sentidos. La confianza es una función de la investigación de Dunbar sobre el número de relaciones que nuestro cerebro puede mantener. La confianza se basa en gran medida en el conocimiento de la gente y sólo hay un número determinado de personas a las que se puede conocer lo suficientemente bien como para confiar directamente. Cuando se depende en gran medida de medios indirectos para confiar en la gente, se corre el riesgo de transferir y concentrar el poder de manera que pueda socavar la verdadera democracia.

En las sociedades en las que podemos “confiar por defecto” en el 99% de las personas que conoces, las cosas prosperan. En las sociedades en las que sólo se puede confiar en los amigos y la familia, las cosas se estancan. El tener que depender en gran medida de un tratado de paz comunitario para hacer cumplir las promesas en los contratos es ya una señal de que la confianza está decayendo. En un mundo ideal, la reputación sería muy valorada y, por tanto, la confianza en la gente sería tan alta que las promesas escritas sólo serían necesarias para recordar el acuerdo a las partes firmantes. En una sociedad así, todos asumen el riesgo sin aval de recursos de que la otra parte incumpla con el acuerdo. Los préstamos se conceden sin que se presenten embargos en el juzgado. Las puertas se dejan abiertas y los niños juegan en la calle.

No deberíamos intentar sustituir la confianza por contratos ni hacer cumplir las promesas mediante tribunales que evalúen los daños subjetivos. La evaluación ambigua de los contratos rompe la confianza en el propio tratado de paz (gobierno) y cede demasiado poder subjetivo y antidemocrático a los tribunales. Dicho esto, los contratos inteligentes y los tribunales comunitarios son un trasfondo necesario sobre el que se puede construir la confianza. Cuanto más predecibles sean las sentencias de los tribunales, menos tiempo pasará la gente luchando en los tribunales y más rápido se resolverán las cosas entre ellos. Las sentencias judiciales predecibles requieren una filosofía contractual igualmente predecible. Por este motivo, creo que todo el mundo (o al menos todos los abogados) deberían esforzarse por comprender en profundidad la teoría de la Transferencia de Títulos de los Contratos para poder redactar contratos más inteligentes.

Ya vivimos en una sociedad en la que el 99% de los contratos son inaplicables. Los abogados cuestan cientos de dólares por hora. Navegar por el sistema sin abogados es propenso a errores y requiere meses de estudio. Incluso si se gana en un tribunal de reclamaciones de menor cuantía, el 80% de las sentencias nunca se pagan. La imposibilidad de pagar una sentencia es otro fallo de la teoría promesa del contrato. Las sentencias de los contratos inteligentes son pagables o la otra parte está sujeta a un robo penal. Entraré en más detalles sobre la justicia penal en el próximo capítulo.

Una vez vamos más allá de los tribunales de demandas de menor cuantía, los honorarios legales aumentan rápidamente. Estuve en una disputa de negocios y me dieron una estimación de 100.000 dólares en honorarios legales para hacer cumplir un caso que yo consideraba abierto y cerrado, y eso era sólo mi parte de los gastos. A pesar de los hechos evidentes, los abogados no podían darme ninguna garantía razonable de ganar. Afortunadamente llegamos a un acuerdo, pero sólo después de incurrir en miles de dólares en honorarios legales. Muchas veces, en los divorcios, el coste de pelear por los bienes es mayor que el valor total de todos los bienes del matrimonio. En la mayoría de los casos, tiene más sentido sufrir una pérdida que perseguir la ejecución de los contratos. Una vez que te das cuenta de esto, te das cuenta de que ya estamos viviendo en un mundo en el que la gran mayoría de los contratos son inaplicables.

Lamentablemente, una de las principales razones para firmar un contrato hoy en día es intentar evitar que los tribunales imputen un contrato implícito en su lugar. La mayoría de los contratos gastan una tonelada de tinta en explicitar que no se ha prometido, representado o adeudado nada. Y aún se gasta más tinta en asegurar que el cliente asume la responsabilidad personal de todos los riesgos asociados a la transacción. En efecto, los contratos se han convertido en todas las responsabilidades potenciales, irrazonables e inesperadas que podrían implicar los tribunales simplemente por interactuar con otras personas. La situación es tan grave que ni siquiera se puede “regalar software” para que lo utilice cualquiera sin que el 50% de la “licencia de software libre” se refiera a la limitación de la responsabilidad. Aquí está la licencia BSD (Berkeley Software Distribution):

ESTE SOFTWARE SE SUMINISTRA POR TAL “COMO ESTÁ” Y CUALQUIER GARANTÍA EXPRESA O IMPLÍCITA, INCLUYENDO, PERO NO LIMITADO A, LAS GARANTÍAS IMPLÍCITAS DE COMERCIALIZACIÓN Y APTITUD PARA UN PROPÓSITO PARTICULAR SON RECHAZADAS. EN NINGÚN CASO SERÁ RESPONSABLE POR NINGÚN DAÑO DIRECTO, INDIRECTO, INCIDENTAL, ESPECIAL, EJEMPLAR O COSECUENCIAL (INCLUYENDO, PERO NO LIMITADO A, LA ADQUISICIÓN O SUSTITUCIÓN DE BIENES O SERVICIOS; LA PÉRDIDA DE USO, DE DATOS O DE BENEFICIOS; O INTERRUPCIÓN DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL) O POR CUALQUIER TEORÍA DE RESPONSABILIDAD, YA SEA POR CONTRATO, RESPONSABILIDAD ESTRICTA O AGRAVIO (INCLUYENDO NEGLIGENCIA O CUALQUIER OTRA CAUSA) QUE SURJA DE CUALQUIER MANERA DEL USO DE ESTE SOFTWARE, INCLUSO SI HA ADVERTIDO DE LA POSIBILIDAD DE TALES DAÑOS.

Esta renuncia de responsabilidad no sólo representa el 50% del texto de la licencia, sino que además está en mayúsculas. La licencia del MIT también dedica alrededor del 50% de su texto del mismo modo.

Bajo un contrato inteligente, todas las responsabilidades y condiciones potenciales son explícitas. Los contratos sólo se redactan para artículos de gran valor y son completamente innecesarios en el resto de ocasiones. Eliminamos un gran porcentaje de contratos “económicamente inútiles” cuando todo el mundo sabe que un “contrato verbal” no es ejecutable y que los tribunales no pueden crear “contratos implícitos”. Una sociedad basada en contratos inteligentes elimina por completo la gran mayoría de los “contratos” que se firman y los contratos inteligentes que quedan se simplifican tremendamente.

Esta simplificación de los contratos da poder a las personas y quita poder a los tribunales. Esto hace que todos sean más iguales y, por lo tanto, es un componente crítico de las verdaderas democracias. En un capítulo posterior sobre La Integridad Financiera se verá cómo los contratos inteligentes evitan la mayoría de las formas de fraude financiero “legalizado”. El siguiente capítulo trata de cómo se puede hacer justicia cuando uno se ve perjudicado por alguien con quien no tenía ningún contrato establecido.

¿Es el Tratado de Paz una romesa o un Contrato Inteligente?

Los contratos inteligentes se basan en la suposición de un acuerdo preexistente sobre los derechos de propiedad. Rothbard propone que acordemos que la primera persona que declara quedarse con la propiedad se le asigne los derechos de propiedad. Yo propongo que la propiedad pertenezca a quien pueda controlarla. Ese control está sujeto a la fuerza física y a la fuerza social. Dos personas pueden acordar reconocer los derechos de propiedad, pero este acuerdo no es un contrato, es una promesa mutua construida sobre la confianza y la reputación.

La promesa sólo es ejecutable por la fuerza de la selva natural de las partes. Es teóricamente posible que un tratado de paz defina los derechos de propiedad y el derecho contractual por la teoría de la confianza, por la teoría de los daños, o por cualquier otra teoría del contrato. Al final, lo único que importa es que se mantenga la confianza y que la gente siga acordando vivir en paz y no en guerra.

En última instancia, esto significa que todos los contratos se basan en el cumplimiento de la promesa hecha en el tratado de paz. Utilizamos el poder de la selva para imponer las promesas hechas para alcanzar la paz. Entonces, ¿por qué limitarnos a los contratos inteligentes (transferencias de títulos condicionales) en el tratado de paz? Porque el tratado de paz debe ser claro, sencillo y sostenible. Debe estar diseñado para evitar el conflicto y el riesgo moral. Debe estar diseñado para evitar el abuso bajo el color de la ley.

Cualquier tratado de paz que falle en este aspecto no durará. Todas las demás teorías del contrato tienen inconsistencias lógicas que se evidencian en la incapacidad de representarse a sí mismas como código informático y de hacerse cumplir como un contrato inteligente. Estas inconsistencias lógicas conducen al conflicto y, en última instancia, al fracaso del tratado de paz. El conflicto transfiere el poder a los jueces, lo que en última instancia socava la verdadera democracia, ya que en lugar de la gente los jueces se convierten en los árbitros de quién posee qué.

No todo es igual de vital. No todos los tratados de paz son aconsejables. El propósito de este libro es proporcionar consejo a quienes se enfrentan a la negociación de un tratado de paz bajo la suposición de que todas las partes tienen igual poder de la selva. Es un intento de presentar un acuerdo aceptable para todas las partes y que no favorezca a ninguna. Los contratos inteligentes son la única visión lógicamente consistente de los derechos de propiedad que he encontrado. ¿Cómo le ha funcionado el sistema actual? Si nunca has ido a los tribunales, probablemente nunca has confiado realmente en la aplicabilidad de un contrato ni experimentado la locura creada por el sistema actual. Nosotros Podemos hacerlo mejor y te prometo que vale la pena tu tiempo para interiorizar los principios y el poder de los contratos inteligentes.

Sí, Pero, ¿Qué pasa con…?

He presentado el enfoque de los contratos inteligentes a muchas personas y he recibido muchos comentarios. Estamos tan acostumbrados a ver los contratos como promesas que no podemos imaginar un mundo que dependa sólo de los contratos inteligentes o de la reputación. Las cosas parecen funcionar “tal y como están”, así que ¿por qué debería abogar un libro sobre la verdadera democracia por un cambio tan fundamental en todos los acuerdos comerciales? ¿No podemos mantener una teoría de la promesa del contrato y seguir adoptando los demás principios de la verdadera democracia?

Hacer que las promesas contractuales sean ejecutables (más allá de una fianza), es dotarlas de las características de la propiedad. Mi promesa de pagarle 1 billón de dólares se convierte en un activo en tus libros porque, “por ley”, si no llego a pagar, el gobierno debe hacerme pagar. Todo el mundo debería saber que no tengo 1 billón de dólares ni capacidad para ganarlo y que no hay nada que el gobierno pueda hacer para hacer cumplir este contrato. Los daños que uno busca por las promesas rotas deben venir de alguna parte. Si no hay bienes para respaldar la promesa entonces potencialmente la promesa no tiene ningún valor. Cualquier contable que razonable sabe que no debe contar sus pollos (promesas) antes de que nazcan.

Si la promesa de pagar 1 billón de dólares del que no dispongo obviamente no es un “contrato” válido, entonces ¿en qué momento se convierte una promesa en válida y, por tanto, ejecutable? ¿1 billón de dólares? ¿1 millón de dólares? ¿1.000 dólares? ¿1 dólar? El hecho de que las promesas no deben considerarse ejecutables debería ser obvio para cualquiera que haga negocios con los pobres. No importa qué contrato firme una persona pobre, si no cumple su promesa, no hay nada que puedas hacer para cobrar daños y perjuicios. No se puede sacar sangre de una piedra.

La consecuencia de hacer cumplir las promesas, en contraposición a las transferencias de títulos condicionales, es animar a la gente a construir su casa económica sobre una base de arena. Permite el fraude al transformar algo que no debería tener valor en algo que se presume que lo tiene. Una compañía de seguros promete un nivel de cobertura que matemáticamente no puede cumplir en determinadas circunstancias. Las personas que confían en esa promesa se verán decepcionadas cuando su compañía de seguros quiebre cuando más lo necesiten, porque han calculado mal la frecuencia y la magnitud de los posibles siniestros.

Los fabricantes prometen ofrecer una garantía. Suponemos que estas promesas tienen algún valor porque la gente percibe que las empresas son “grandes” y “ricas” en comparación con sus clientes. El problema es que para que una empresa cumpla sus promesas debe reservar capital para “autoasegurarse” contra los defectos. Este capital debe proceder de los clientes en forma de aumento de precios. Como el fabricante no puede conocer la magnitud de las posibles reclamaciones ni su responsabilidad, acabará cobrando de más o prometiendo de más, y ni el cliente ni el fabricante conocen la realidad hasta el final del periodo de garantía.

Desde esta perspectiva, una garantía de por vida es una promesa no respaldada y, por tanto, potencialmente inaplicable. Una empresa que promete una garantía de por vida le está vendiendo una factura a menos que reserve fondos separados para respaldar la garantía. Debido a la feroz competencia del mercado y a los clientes preocupados por el precio, a las empresas a menudo les resulta más barato ofrecer promesas de garantía sin respaldo y esperar lo mejor. !Intente cobrar una garantía de por vida de un fabricante en quiebra!

Los bancos se comprometen a pagar por encargo, pero si todos intentaran cobrar esa promesa al mismo tiempo, el banco sería insolvente. ¿Cómo puede ser esto un contrato válido? ¿Cómo pueden los gobiernos hacer cumplir ese contrato? No pueden y no lo hacen. Imagínese que ha firmado 1000 contratos para diversas cosas. En cada contrato tienes la posibilidad de pagar los posibles daños, pero sólo si no incumples ninguno de los otros 999 contratos. ¿En qué se diferencia esto de la banca de reserva fraccionaria? ¿Son tus contrapartes conscientes del riesgo de que no puedas pagar los daños si no cumples tus promesas contractuales?

Incluso bajo la “teoría de la promesa de los contratos”, un contrato debe contar con el consentimiento de las partes para ser considerado válido. Para dar el consentimiento hay que tener conocimiento. ¿Cómo se puede saber hasta qué punto el incumplimiento de una promesa “perjudicará” a la otra parte si hay que esperar a que un juez “evalúe” los daños a posteriori? Si no conoce los límites de su responsabilidad, ¿cómo puede dar su consentimiento? Si no tienes la capacidad de pagar los daños y perjuicios tal y como se indica en el contrato o como los concede un juez, ¿cómo lo impone el gobierno? El supuesto “contrato” es inválido para ambas partes, una de ellas no puede dar su consentimiento y la otra no puede cobrar.

Una verdadera democracia debería facilitar el trabajo conjunto de las personas y la creación de confianza. La consecuencia de incumplir las promesas es la pérdida de confianza. Todos debemos asumir la responsabilidad personal de determinar en quién confiar y de asumir el coste de perder nuestra confianza. Si permitimos que los contratos basados en promesas se apliquen con todo el poder de la selva de la comunidad, introducimos el riesgo moral en el nivel más fundamental. Permitimos que una persona asuma el riesgo de confiar en alguien y esperamos que todos los demás asuman el coste de cobrar los daños y perjuicios cuando esa confianza se ha perdido.
La consecuencia de esto es que los miembros de la sociedad conceden la confianza a personas que no la merecen. Esto se debe a que la gente no confía en los demás, sino en la ilusión de un contrato ejecutable.

Nunca hagas negocios con alguien en quien no confíes. Si falta la confianza, entonces un contrato inteligente es la forma en que una comunidad debe documentar un contrato ejecutable. Si se rompe una promesa contractual, el único recurso debería ser advertir a los demás del incumplimiento.

Capítulo 15 - La Justicia Democrática

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La Justicia Democrática

Parte del logro de un consenso democrático es manejar quienes violan el tratado de paz. Una sociedad debe primero acordar las reglas, luego acordar un proceso para la identificación de violaciones y, finalmente, un proceso de restitución o retribución. ¿Cómo deberíamos diseñar este tipo de sistema? ¿Qué negociaría un individuo sabio y completamente independiente al unirse a una verdadera democracia? Recuerde, no debemos permitir que el statu quo influya en nuestro punto de vista o limite nuestra perspectiva.

Antes de firmar cualquier contrato o tratado de paz, siempre debe preguntarse: “¿Cuál es mi peor resultado?” Imagina que eres la persona en la cárcel (o condenada a la muerte) por un crimen que no cometiste. ¿Qué estructura de incentivos desea que motivara a todos los implicados en tu proceso? ¿Qué incentivos deseas para motivar a los demás a demostrar tu inocencia en lugar de tu culpabilidad? Estas son preguntas importantes que hay que tener en cuenta cuando se negocia un tratado de paz en una sociedad verdaderamente democrática en la que debe mantenerse la presunción de inocencia. Al fin y al cabo, ¿firmaría usted un tratado de paz en el que se le presumiera culpable hasta que se demostrara su inocencia? No se puede demostrar una negativa, así que elige sabiamente.

Todo sistema de justicia tiene tres caras: la de víctima, la del acusado y la de todos los demás, que pueden pagar una parte o la totalidad de los costes. Si los incentivos implicados no están alineados, se producen riesgos morales. Lo ideal sería que la misma “persona” o entidad lógica fuera responsable del coste del sistema judicial, de los daños del delito y del coste de los errores de la justicia. Cuando esto es así, esta única persona/entidad puede hacer concesiones prácticas entre comprar un seguro, dejar pasar las cosas, investigar, procesar, y el coste del castigo o la rehabilitación.

Cuando diferentes personas son responsables de los costes y de la toma de decisiones, entonces la delincuencia será demasiado elevada, las penas demasiado caras o las personas inocentes perjudicadas injustamente con demasiada frecuencia. Alguien se beneficiará sistemáticamente a precio de los demás. En el peor de los casos, el riesgo moral crea bucles de retroalimentación positiva que hacen que los gastos aumenten, la restitución disminuya, la tasa de captura de los delincuentes disminuya y el encarcelamiento injusto aumente. Nuestro sistema tradicional se acerca al peor de los casos.

Perspectiva Libertaria del Sistema de Justicia Actual

Antes de considerar un nuevo sistema, echemos un vistazo a la naturaleza injusta de los actuales sistemas de “justicia” desde la perspectiva de un libertario. Cuando la mayoría de la gente piensa en un sistema de justicia se imagina a la policía, los tribunales y las cárceles. Todo el mundo quiere justicia y se nos dice una y otra vez que la justicia es lo que producen la policía, los tribunales y las cárceles. Pero, ¿es realmente así?

Cuando uno se ve perjudicado, quiere justicia. Para ser más específicos, quieres un resultado “justo” y eso suele significar recibir una restitución (indemnización) de la parte que te ha perjudicado (o de una compañía de seguros). El castigo del mal comportamiento tiene un coste y no hace nada para restaurar a las víctimas del crimen. En el mejor de los casos, el castigo actúa como elemento disuasorio de la delincuencia, pero no tiene ningún valor cuando el delito ya se ha cometido y, por tanto, es irrelevante para la justicia. La justicia es algo que no se puede definir en términos absolutos porque cada uno tiene una opinión diferente sobre lo que es justo. En general, sólo hay un medio para establecer lo que es justo: el comercio voluntario. Si no hay comercio voluntario, siempre habrá una persona que se sienta perjudicada y, por tanto, tratada injustamente.

La falta de intercambio voluntario es lo que hace que nuestro sistema de justicia moderno acabe produciendo más injusticia que justicia. Imaginemos que a Alicia, alguien que no conoces, le roban su casa mientras está de vacaciones. Alicia quiere justicia. Quiere que le devuelvan sus cosas y que la persona que se las robó la compense por el tiempo y la angustia que le causó. En este punto tenemos una injusticia causada por el ladrón.

Alicia, en busca de justicia, acude a ti y pide que ayudes a pagar la contratación de un detective para que localice al ladrón. Argumenta que el próximo robo podría ser el tuyo y que no puede permitirse hacerlo ella misma. Te pones a pensar en ello y decides que saldría más barato cerrar las puertas con llave y adoptar una criptomoneda que contratar a un detective para Alicia. Ella va de puerta en puerta y es incapaz de encontrar alguien dispuesto en ayudarla. Frustrada, Alicia vuelve a casa, encuentra una pistola y va de puerta en puerta exigiendo que todos contribuyan con una pequeña cantidad a su causa.

En este punto tenemos ahora muchas injusticias. Alicia se ha convertido culpable del mismo crimen por el que exige justicia. En cierto modo es culpable de un crimen mucho peor porque amenaza con matar a cualquiera que no la ayude. La mayoría de la gente cede ante Alicia, pero un tipo se resiste a pagar y es asesinado mientras se resiste. Alicia cree que es necesario porque, de lo contrario, el crimen se saldría de control y razona que el tipo que se resistió a pagar es culpable de ayudar al ladrón (cómplice después del hecho, albergar a un fugitivo, interferir con una investigación, etc…).

El reto es que el hecho de que Alicia haya sufrido una injusticia a manos de otro no significa que se le conceda el derecho a perjudicar a otros. Por el contrario, debe encontrar una manera de hacer justicia sin causar injusticia a las partes inocentes. Esto podría resolverse con un tratado de paz en el que se definiera la obligación de todos de contribuir, pero ¿cómo debería estructurarse dicho tratado para evitar abusos y riesgos morales?

Desde luego, con el sistema actual el contribuyente se ve obligado a pagar la investigación, juicio, castigo y la responsabilidad por los delitos, independientemente de la calidad o la eficacia del sistema. Los políticos se benefician de parecer “duros con el crimen”, los abogados se benefician de tener más delitos y procesos más complicados, los operadores de las prisiones se benefician de sentencias más largas y los fiscales se benefician de altos índices de condenas en lugar de altos índices de justicia. Ninguna de estas personas sufre el coste de sus errores. Hay una multitud de personas que tienen control sobre cómo se gasta el dinero de otras personas y se benefician de ese control. El riesgo moral está en todas partes.

Asegurar contra la injusticia

Alicia decide resolver su contradicción interna buscando una alternativa a la violencia. Contrata un seguro para que, en caso de que le roben en el futuro, pueda contratar un detective para localizar al delincuente, un tribunal para juzgarlo y una cárcel para detenerlo. Así que Alicia empieza a comparar precios y descubre que los seguros de nuestro sistema actual son extremadamente caros.

Evidentemente, no he hecho los cálculos probabilísticos exactos que haría un actuario, pero supongo que el coste de las patrullas policiales es similar al de las revisiones médicas rutinarias, que el coste de un juicio es similar al de una visita a urgencias seguida de varios días de hospitalización, y que el coste de encarcelar a alguien es similar al de los cuidados a largo plazo en caso de cáncer y que el coste del seguro de mala praxis es similar al del seguro contra el encarcelamiento por error. Además supongo que el riesgo de ser víctima de un delito es similar al riesgo de un gasto médico importante. Si se intentara contratar un seguro médico con un copago del 0% y sin límite, se descubriría rápidamente que el coste es muy elevado. El coste del seguro sería aún mayor dado el riesgo moral creado por la cobertura obligatoria y la imposibilidad de agrupar por perfil de riesgo. Al igual que los seguros médicos modernos, los costes serían más elevados de lo que la mayoría de la gente podría o estaría dispuesta pagar.

El problema de nuestro sistema de justicia es que los gastos están socializados y nadie conoce realmente el coste total del sistema (especialmente cuando se tienen en cuenta los costes de oportunidad y de los errores). Si a la gente le subieran las tarifas del seguro cada vez que llama a la policía y se inicia una investigación, entonces la gente llamaría a la policía con menos frecuencia. Si la gente tuviera que pagar una cuota por perseguir a un delincuente, entonces muchos no se molestarían en presentar cargos por delitos menores. Todo cambia en cuanto alguien paga la factura. La cosa se pone aún peor cuando el gobierno llega a definir los delitos sin víctimas. Sería como conceder a los médicos el derecho a inventarse enfermedades y obligar a someterse a tratamientos a personas que nunca acudieron a verlos, mientras la compañía de seguros se hace cargo del 100% de los costes.

Un estudio descubrió que la gente estaría dispuesta a pagar hasta 12 millones de dólares si eso pudiera impedir un asesinato. Voy a suponer que el estudio utilizó un razonamiento económico erróneo (pidiendo opiniones en lugar de observar acciones) cuando intentaron estimar la demanda individual, pero creo que la gente está dispuesta a gastar 12 millones de dólares del dinero de otras personas para detener un solo asesinato. Y este es el corazón del socialismo y del riesgo moral.

¿Imagina que los que eligen utilizar nuestro sistema de justicia penal fueran responsables del 100% de la factura? Creo que nadie estaría en la cárcel a no ser que fueran enfermos mentales y supusieran una alta probabilidad de una futura amenaza en el futuro. El coste de mantener a la gente en prisión durante décadas puede ser mucho más alto que el coste de la muerte por negligencia descontando el riesgo de dicha muerte por negligencia. El robo, el fraude, las drogas, e incluso muchos asesinatos pueden no acabar en la cárcel. Con la rara excepción de los asesinos en serie que asesinan por el placer de hacerlo, hay poca reforma o disuasión que se produzca realmente al meter a la gente en la cárcel por periodos excesivos.

Hasta ahora mis argumentos han sido casi puramente utilitarios. La gente no pagaría voluntariamente por el sistema que tenemos hoy en día si se financiara con las primas de los seguros. Supongamos que todo el mundo tuviera una prima de seguro mínima para cubrir los daños corporales y que las primas aumentaran en función del valor de los bienes asegurados contra la delincuencia. Llegado un punto, tiene más sentido asegurar el siniestro que perseguirlo. En un momento dado, contratar guardias de seguridad privados es más barato que aumentar las patrullas policiales. Algunas personas prefieren confiar en el seguro médico y no perseguir a su atracador.

La pregunta es: ¿en qué momento reduce la probabilidad de ser atrapado todo el mundo que opta por renunciar a la justicia en favor del seguro de pérdidas hasta el punto de que la delincuencia se dispara? Y en medida que la delincuencia se dispara, las primas de los seguros de pérdidas aumentan y empieza a tener sentido invertir en investigadores para mantener responsable a la gente. Como todas las cosas en la vida, hay un equilibrio. El coste de atrapar a los delincuentes se aproxima al infinito cuando se intenta atrapar al 100% de los delincuentes. El coste de los seguros se aproxima al infinito a medida que los delincuentes no son mantenidos responsables. En un mercado competitivo, las compañías de seguros tendrían incentivos para rastrear a los delincuentes con la mayor eficacia posible. También tendrían incentivos para establecer castigos lo suficientemente altos como para disuadir a los delincuentes, pero lo suficientemente bajos como para mantener sus primas de seguros competitivas en el mercado.

Estudios han demostrado que la probabilidad de ser atrapado es mucho más importante que la severidad del castigo. Si el “beneficio” de un delito puede pagar el “seguro” contra la captura, entonces ya no hay riesgo de cometer el delito. El coste del “seguro” depende en gran medida de la proporción entre los que nunca presentan reclamaciones y los que las presentan. Dicho de otro modo, cuanto menor sea la probabilidad de ser atrapado, más barato será el “seguro” para el delincuente. Si puede robar 100 dólares con un 10% de probabilidades de que le pillen, mientras la restitución y la pena sean inferiores a 1.000 dólares el delincuente seguirá obteniendo beneficios por término medio. Algunos delitos, como la violación de los derechos de autor, tienen una probabilidad tan baja de ser atrapados que millones de personas infringen habitualmente las leyes de derechos de autor.

En respecto a las penas, la utilidad marginal de la disuasión es decreciente. El primer día en la cárcel tiene un enorme valor disuasorio en relación con el 10.000º día en la cárcel; sin embargo, el coste para los que pagan la prisión es el mismo para los 10.000 días. Si todos los delitos se castigan con la pena de muerte, entonces una vez que te saltas un semáforo también podrías intentar matar al policía que te detiene. En otras palabras, las consecuencias que no son proporcionales a los delitos pueden motivar el aumento de la cantidad y la gravedad de los mismos. Para las personas mayores de cierta edad, las largas penas de prisión pueden ser percibidas como algo peor que la muerte. Para las personas a las que les queda un mes de vida, las penas de prisión ya no son disuasorias. El reto al que se enfrenta una comunidad es hacer este análisis de costes y beneficios de forma que no sea víctima de la tragedia de los comunes.

Al fin y al cabo, algunas personas quieren penas largas, pero sólo porque tienen que pagar el 0,0000001% del coste. Si se tiene en cuenta que es más probable que sus impuestos se malgasten en otro sitio antes de que se reembolsen, no hay ningún coste perceptible para el contribuyente por las largas penas de prisión. Otros quieren penas largas porque operan, son empleados o se benefician económicamente del sistema penitenciario.

Si el sistema de justicia funcionara como una competencia entre múltiples compañías de seguros y estas compañías de seguros fueran responsables de indemnizar a las víctimas de los delitos y pagar el coste de encontrar, procesar y fijar las penas de los castigar a los delincuentes, entonces los incentivos se alinean adecuadamente. Cualquier compañía de seguros que fuera demasiado flojo en atrapar a los criminales tendría un aumento de las primas. Cualquier compañía de seguros que gastara demasiado en investigar o castigar vería aumentado las primas. Cualquier compañía de seguros que condenara injustamente a alguien tendría responsabilidad que se reflejaría en el aumento de las primas. Cada individuo tendría la posibilidad de elegir qué compañía de seguros adoptar y esto haría la participación voluntaria y democrática con un riesgo moral mínimo.

Esto es muy diferente al actual sistema de justicia DSDN, en el que los que deciden cuánto gastar en atrapar y castigar a los delincuentes no pagan la factura ni son responsables de sus errores. Las decisiones son tomadas por los votantes que emiten votos que “no les cuestan nada” porque es poco probable que su voto tenga algún impacto estadístico en el resultado. Si se mantiene toda la premisa y la estructura de nuestro sistema judicial y simplemente se elimina la subvención de los impuestos, entonces pocos elegirían pagar para utilizarlo. Usarían una alternativa más eficaz y más barata.

La Justicia Socialista No Puede Funcionar

Un problema que tenemos en nuestra sociedad es que la gente ha adoptado una mentalidad de castigo cuando se trata de la delincuencia. Cuando alguien es robado, el Estado puede atrapar al ladrón, pero rara vez indemniza a la víctima. El ladrón rara vez se hace responsable del coste de su propio encarcelamiento. Incluso si hiciéramos responsables a los ladrones del coste de su encarcelamiento, la mayoría de las veces no tienen capacidad de pago. Es fácil promover el castigo cuando uno mismo no tiene que pagar por ese castigo. ¿Realmente queremos una política de venganza socializada? ¿Acaso la venganza detiene la delincuencia? Es como darse un puñetazo en la cara para fastidiar tu nariz. Acabas haciéndote más daño a ti mismo en la búsqueda de la venganza. Cuando permites que la sociedad socialice el coste de la venganza, ni siquiera sientes el dolor. Todos los demás lo sienten.

Ludwig von Mises, en su artículo “El Cálculo Ecónomico en el Sistema Socialista”, plantea la razón principal por la que las instituciones socialistas no pueden funcionar: carecen de la capacidad de asignar económicamente los recursos. Sin la retroalimentación de los precios, los burócratas que establecen las penas de prisión y los políticos que hacen las leyes no tienen una medida de los beneficios y las pérdidas para la sociedad. Para ellos, más leyes y más sentencias largas casi siempre les ayudan a ser elegidos y a ganar más riqueza y poder personal. Los que presentan cargos o denuncias no tienen ningún problema en llamar a la policía por la pérdida de 1.000 dólares, a pesar de que el coste de la investigación policial, el juicio y el castigo del ladrón supera los 100.000 dólares. Esos 100.000 dólares provienen de otras personas a las que ahora también se les niega el acceso a su dinero y todo ello mientras la víctima original ni siquiera es reembolsada.

Cuando alguien ha sido perjudicado es normal que la gente pierda todo pensamiento racional. En su rabia, están dispuestos a desbordarse y a imponer un castigo muy desproporcionado con respecto al delito, porque eso les hará sentirse mejor. Dale a alguien un arma después de haber sido dañado, robado o violado junto con la oportunidad de disparar a la otra persona sin consecuencias y muchos la tomarán. Cuando se tiene un sistema de justicia socialista, todas las emociones y el comportamiento irracional se expresan mediante un gasto excesivo en juicios burocráticos y castigos excesivos que, en última instancia, hacen poco por reducir la delincuencia.

Una comunidad que está negociando un tratado de paz haría bien en considerar cómo gestiona su sistema judicial. El uso de los partidos políticos para seleccionar a los jueces y generar leyes contribuirá en gran medida a minimizar la corrupción del sistema actual; sin embargo, incluso si tuviéramos personas de mayor integridad dirigiendo nuestro sistema actual, éste seguiría sufriendo muchos problemas de riesgo moral. En el sistema actual, cuando un fiscal, un juez y un jurado cometen un error, son los contribuyentes o el individuo injustamente castigado quienes pagan la factura.

Esto crea un enorme riesgo moral cuando un fiscal intenta maximizar su tasa de condenas en lugar de su tasa de justicia. Después de todo, un contable puede ver fácilmente los costes de todas las “condenas fracasadas”, pero ¿cómo se contabilizan las condenas erróneas? El coste de las condenas erróneas no se descubre hasta años o décadas después y sólo en una pequeña fracción de los casos. Es probable que el fiscal ya no esté o se haya jubilado. ¿Qué incentivo tienes para limpiarte el nombre después de haber cumplido tu condena? Sólo te costará dinero y no te hará completo.

El propósito del tratado de paz es definir el proceso para los juicios justos y las sentencias justas. Una vez definido el proceso, es responsabilidad del pueblo o de las compañías de seguros pagar el coste del funcionamiento del proceso. Esto evita que las compañías de seguros deshonestas busquen sentencias injustas porque aún tendrían que pagar por un juicio justo, juzgado por un representante del pueblo, con un jurado aleatorio de sus iguales. El coste de pagar una restitución por un castigo injusto es a menudo mayor que el coste de dejar que el delito original quede impune. La única persona que está en condiciones de juzgar el riesgo es la que pide el castigo y, por tanto, asume la responsabilidad del encarcelamiento injusto.

Si alguien quiere cobrar la restitución y aplicar un castigo, entonces la fuerza del gobierno se está utilizando en su beneficio y, por lo tanto, debería ser responsable de pagar la prima del seguro de encarcelamiento indebido. Curiosamente, es probable que una compañía de seguros quiera evaluar los hechos del caso antes de comunicar a la víctima el coste del seguro de enjuiciamiento por error. Cuanto más ambiguo sea el caso y más graves sean el castigo y la restitución -según la opinión de la compañía de seguros-, mayor será la prima del seguro. La víctima podría pedir presupuesto a varias compañías de seguros para mantener los costes bajos, pero esto también aumentaría los costes, ya que cada compañía de seguros tendría que cubrir el coste de la revisión de los hechos para presentar una oferta.

Para ser castigado por un delito ahora se requiere ser condenado por un jurado de sus iguales, una compañía de seguros y la capacidad y voluntad de la víctima de pagar un seguro. Si un delito es especialmente grave y la víctima no puede o no está dispuesta a pagar, el pueblo tendría que recaudar donaciones para pagar las primas del seguro de privación de libertad. Con toda probabilidad, una compañía de seguros (o un grupo de compañías de seguros) pagaría el coste de encarcelar a quienes probablemente vuelvan a delinquir, incluso si la víctima no estuviera asegurada. Después de todo, las compañías de seguros son responsables de reembolsar a las futuras víctimas, atrapar los delincuentes y de volver a perseguirlos.

Tal vez el factor más importante de este acuerdo es que sin una víctima no hay nadie que lo declare culpable y que pague las primas del seguro y, por tanto, no hay delito. Además, no tendría ningún sentido que el legislador elegido por el pueblo a través de la repesca política aprobara una ley de delitos sin víctimas. Incluso si aprobaran una ley “sin víctima”, el pueblo tendría que financiar la aplicación de esa ley con fondos personales (o del seguro) y no con los impuestos de la comunidad. La voluntad de financiar la aplicación de la ley es una prueba de que alguien considera que la acción ha causado suficiente daño como para justificar el gasto personal. Poner fin a los delitos sin víctimas contribuiría en gran medida a reducir los costes.

Cuando se trata de castigar, suele ser necesario dejar un incentivo para detener una ola de crímenes. Si tu primer asesinato te condena a muerte, entonces cometerás tantos asesinatos como sea necesario para evitar que te atrapen. Entregarse debería ser recompensado. No hay un enfoque único que sirva para todos, por lo que necesitamos incentivos de mercado debidamente alineados.

Resumen de una Propuesta de un Sistema de Justicia Democrático

El riesgo moral debe evitarse en la medida de lo posible para evitar que el sistema de justicia se convierta en una espiral de la corrupción. Hay que hacer concesiones entre el aseguramiento contra las pérdidas, la investigación del delito, el coste del castigo y el riesgo de castigos erróneos. El propósito del gobierno debe ser definir un proceso justo para autorizar el uso de la fuerza y de la transferencia de propiedad, pero los costes asociados de ese proceso y las responsabilidades por los errores cometidos deben recaer en las personas que utilizan ese proceso y se benefician de él.

Cuando alguien o sus posesiones sufren daños, presentan una reclamación a su compañía de seguros. La compañía de seguros hace una rápida verificación de los daños y les indemniza de acuerdo con las condiciones de la póliza. La compañía de seguros tiene ahora una reclamación contra el delincuente y puede elegir el medio más rentable de perseguir al delincuente o incluso puede optar por no hacerlo. Una vez que la aseguradora la compañía de seguros identifica al culpable, realizarían un arresto y desde entonces comienzan a acumular el riesgo de privación de libertad.

Una vez realizada la detención, comienza el juicio. El tribunal está gobernado por tres jueces elegidos al azar entre los principales líderes de un proceso de desempate político. El coste del juicio lo paga la compañía de seguros. El detenido puede defenderse a sí mismo o ser defendido por un abogado designado por su compañía de seguros. La compañía de seguros del demandante pagaría una fianza a favor del abogado/compañía de seguros del acusado en caso de que el juicio no obtenga una condena. Este requisito de fianza es la forma en la que se compensa a los “defensores públicos” y la magnitud de la fianza debería ser proporcional a la pena solicitada. Pedir la pena de muerte requeriría una fianza enorme. Si se pide una multa, la fianza debe ser proporcional a la multa.

La teoría de juego puede utilizarse para evitar que la acusación solicite penas excesivamente largas. Imagínese que la pena solicitada por el demandante debe ser declarada de antemano y no puede ser reducida por los jueces. Los jueces deben considerar a la persona culpable y la pena razonable. Si la pena es demasiado dura, como pedir la pena de muerte por robar en una tienda, entonces, aunque el acusado sea declarado culpable de robar en una tienda, el caso se desestima y no puede volver a presentarse.

Esto es como pedir al demandante que reparta la galleta (castigo frente a libertad) y al juez que elija qué lado es más justo. Además, el coste de la pena debe depositarse en un depósito cuando se presentan los cargos. Así que si se pide una pena de cinco años de prisión, entonces el dinero necesario para financiar cinco años de prisión debe pagarse por adelantado. Todas estas cosas en conjunto crean un sesgo sistemático hacia la presunción de inocencia y en contra del sistema de justicia creando más injusticia.

En el caso de una condena injusta, la víctima puede presentar un caso contra la compañía de seguros acusadora. Este caso seguiría las mismas reglas que cualquier otro delito. Sería como si un criminal te secuestrara y te encerrara en un sótano durante años. Desde la perspectiva del inocente no hay ninguna diferencia.

Las Corporaciones Criminales

La sociedad está compuesta por personas, y sólo las personas pueden actuar o cometer delitos. Bajo una verdadera democracia, todas las empresas no son más que un conjunto de personas con contratos entre ellas. Estos contratos pueden transferir la responsabilidad, pero no pueden limitarla ni convertirla en una multa. Por lo tanto, si una “empresa” es condenada por un delito digno de la pena de muerte, entonces alguien recibirá la pena de muerte. Ese alguien se determinará en función de los contratos implicados.

Los contratos de trabajo y los acuerdos de accionistas determinarán quién tiene la responsabilidad. Supongamos que una empresa farmacéutica contamina conscientemente el suministro de agua y como resultado mueren 100 personas. Esto no es diferente a si un grupo de criminales envenenara conscientemente a otras personas. Todos los cómplices de la contaminación son potencialmente responsables y la existencia de contratos entre estas personas no transforma el acto criminal a “por la empresa” en lugar de “por los co-conspiradores”. No es posible protegerse de la pena de muerte o de la prisión mediante un contrato.

Una empresa criminal no es más que crimen organizado. ¿Deberían el líder y los empleados de la mafia transformar todas las penas en multas por contrato? Eso socavaría por completo el sistema judicial. Del mismo modo, si a un ladrón común se le exige que cumpla condena en la cárcel por robar un par de miles de dólares, ¿cuánto tiempo en la cárcel debería cumplir alguien que opera en nombre de una empresa que roba miles de millones? ¿Es suficiente con que sólo el director general cumpla condena? Imaginemos que un ladrón opera durante años y reparte el botín entre 1000 personas. Un día el ladrón es atrapado, pero ya no tiene el botín. ¿Basta con meter en la cárcel al ladrón o hay que meter en la cárcel a las 1.000 personas? ¿Debe el gobierno conceder a los accionistas una responsabilidad limitada que les permita conservar los dividendos de los años de robo? ¿Por qué la pena para un accionista debe limitarse a una multa, pero un “empresario individual” va a la cárcel? ¿Invertiría usted en una empresa si el tiempo de cárcel que gane la empresa tuviera que ser cumplido a prorrata por los accionistas?

Un desequilibrio en la responsabilidad penal entre los accionistas que invierten en una empresa delictiva y los ciudadanos ordinarios socava la verdadera democracia al crear un desequilibrio de poder. Este desequilibrio favorece al crimen organizado. Una persona sensata que negocie un tratado de paz bajo la ley de la selva debería pensárselo dos veces antes de aceptar estos términos.

El Dilema del Prisionero de Rescate

Un sistema de justicia justo requiere un proceso en el que la gente confíe, pagado por quienes tienen incentivos para equilibrar todas las compensaciones que deben hacerse. Los riesgos morales y los dilemas del prisionero (sin juego de palabras) abundan a la hora de diseñar el proceso.

Consideremos la cuestión del rescate. Los delincuentes se benefician robando bienes valiosos o seres queridos y pidiéndoles un rescate. El delincuente tiene un incentivo económico para fijar el precio del rescate de forma que sea probable que se pague y lo suficientemente alto como para compensar el riesgo de ser atrapado. Si nadie pagara nunca un rescate, este tipo de delitos no se producirían. En la medida en que algunas personas pagan ocasionalmente un rescate, los delincuentes tienen más probabilidades de intentarlo. Pagar un rescate es como ponerse en contra de sus conciudadanos en el dilema del prisionero.

Una sociedad que quiera acabar con los rescates haría ilegal el pago de los mismos. Pagar el rescate le convertiría a uno en cómplice del crimen, en co-conspirador. Esto podría convertirte en cómplice de un secuestro o de un posible intento de asesinato. Usted podría intentar organizar un pago en un esfuerzo por atrapar al criminal, pero esto requeriría denunciar el intento de rescate y tomar medidas para asegurar que el secuestrador no reciba el pago. Cuanto más severa sea la pena por pagar el rescate, más difícil será que tanto el criminal como la víctima completen con éxito el delito.

La presencia de dilemas del prisionero es la razón por la que una sociedad necesita reglas y cooperar para formar un tratado de paz. La necesidad de reglas y de encargados de hacerlas cumplir es la razón por la que se requiere un verdadero proceso democrático. Sin una verdadera democracia, algunas personas no consienten en hacer las reglas y todos sufren el riesgo moral resultante.

Nada es perfecto

El sistema de justicia propuesto en este capítulo es incompleto y seguro que tiene sus propias deficiencias. Lo importante es que el statu quo está roto a un nivel fundamental debido a riesgo moral sistémico y al desajuste de incentivos. El principio de alinear el coste del delito, el coste del seguro, el coste de la investigación, el coste del enjuiciamiento y el coste de errores en una organización debe ser un componente de cualquier sistema que pretenda minimizar la corrupción y costes. Los principios de la verdadera democracia pueden aplicarse para seleccionar a los jueces y a los jurados de forma que se impida que nadie convierta los tribunales en legisladores que gobiernen desde el banquillo.

El sistema de justicia propuesto se basa en los principios de los contratos inteligentes. En un capítulo posterior plantearé los principios de los seguros bajo contratos inteligentes, con los que cualquier seguro de justicia debe ser compatible.

Capítulo 16 - La Integridad Financiera (1ª parte)

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La Integridad Financiera

La integridad financiera es una propiedad estructural de las instituciones que son inmunes a la quiebra. En este caso, la quiebra se define como un incumplimiento de las condiciones contractuales. Mediante los contratos inteligentes, todas las obligaciones contractuales se resuelven mediante transferencias de títulos previamente acordadas y las “promesas sin respaldo” no son legítimas. En este capítulo espero que se comprenda la naturaleza sutil del fraude que se ha introducido en los acuerdos financieros comúnmente aceptados. Una sociedad que permite el fraude sistémico no mantendrá su estatus de verdadera democracia y, si vas a negociar un tratado de paz, te servirá de mucho entender los principios de este capítulo.

La forma más directa de entender la falta de integridad financiera es un hotel que alquila la misma habitación a 10 huéspedes diferentes al mismo tiempo. En este caso, cada huésped pensaba que había comprado el derecho a utilizar un recurso escaso (una habitación de hotel), pero cuando se presenta para utilizar la habitación descubre a alguien durmiendo en su cama.

Para el propósito de este capítulo estoy utilizando las habitaciones de hotel porque son concretas, fáciles de visualizar, y los daños del fraude son obvios. Una vez que hayamos establecido la estructura de varios fraudes, espero que estén en mejor posición para ver el fraude sistémico en otras industrias. Demostraré cómo estos mismos tipos de fraudes ocurren en todo nuestro sistema financiero, desde las materias primas hasta las acciones, pasando por los intercambios de criptomonedas y la banca. Puede que incluso haya experimentado este tipo de fraudes en las reservas de coches de alquiler o de aerolíneas.

Mark Twain dijo una vez: “Es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada”. Este es un sesgo natural que todos tenemos hacia las decisiones que ya hemos tomado. Si ya has actuado con información falsa, será más difícil convencerse de que la información era falsa. Todos hemos estado interactuando con prácticas comerciales fraudulentas durante tanto tiempo que ya no vemos el fraude y nos cuesta aceptarlo como fraude. Le pido que deje de lado cualquier justificación preconcebida para el statu quo de las prácticas empresariales.

Prestamo de Corto Plazo y Prestar a Largo Plazo

Supongamos que alguien alquila una habitación de un hotel por una noche y luego la subalquila a otra persona por 30 días con un gran depósito por adelantado. Al día siguiente, el hotel intentaría alquilar la habitación a otro huésped y se produciría un conflicto inmediato debido a que dos personas piensan que tienen derecho a la misma habitación. La persona que subarrendó la habitación durante 30 días cometió un fraude al intentar beneficiarse de la diferencia entre las tarifas de alquiler de 1 día y de 30 días (y al aceptar un depósito). Esperaban poder seguir alquilando la habitación durante 30 días y que nadie los descubriera. Esto se conoce como tomar prestado a corto plazo y prestar a largo plazo. El principio de este ejemplo es que si sólo se tiene derecho a utilizar una propiedad durante un periodo de tiempo determinado, no se pueden hacer contratos con respecto a esa propiedad más allá de ese tiempo. Esto es coherente con el uso de los contratos inteligentes. No puedes construir un contrato inteligente con respecto a una propiedad de la que no tienes el título.

Sobrearrendamiento

El propietario de un hotel se da cuenta de que, por término medio, el 10% de sus huéspedes nunca se presentan a reclamar su habitación. Basándose en este conocimiento, decide alquilar un 5% más de habitaciones de las que realmente tiene. Esto supone un aumento inmediato de los beneficios para el propietario del hotel, pero también viola los principios de los contratos inteligentes. El fraude sale a la luz el fatídico día en que César ordena a todos que vuelvan a su ciudad para hacer un censo. Los huéspedes se presentan y llenan todas las habitaciones y los que llegan tarde descubren que no queda ninguna habitación en la posada. Una de esas parejas que llegan tarde reservó con antelación porque estaba embarazada y quería asegurarse de tener una habitación adecuada. Como el propietario del hotel vendió más contratos de alquiler que habitaciones, esta pobre pareja se vio obligada a alojarse en un granero.

El propietario del hotel se benefició mintiendo a otros participantes en el mercado sobre la disponibilidad de habitaciones. Si hubiera sido honesto y hubiera dicho a esta pareja de embarazo que estaba agotado, podrían haber hecho solicitud en otro hotel cercano. En lugar de ello, se presentan y descubren que no sólo su reserva pagada por adelantado ya no está disponible, sino que todos los demás hoteles también están reservados. En ese momento, el coste de conseguir una habitación de sustitución es mucho mayor (potencialmente infinito). Un reembolso monetario no puede compensar a la pareja y su bebé nace entre animales que aumentan enormemente el riesgo de enfermedad y/o muerte. El principio de esta analogía es que no se puede vender o alquilar lo que no se posee, aunque las probabilidades de que te pillen sean extremadamente largas.

Tratar Diferentes Tipos de Habitaciones como si fueran Iguales

Imagínese que un determinado hotel tiene dos tipos de habitaciones diferentes, las que tienen vistas y las que están en el sótano. Este hotel hace reservas para cada tipo de habitación a precios diferentes, pero cuando la gente se presenta a reclamar su habitación el hotel declara (con la aprobación del gobierno) que todas las reservas son iguales y una pareja que espera la suite de luna de miel con vistas se queda atrapada en el sótano junto a una ruidosa sala de máquinas.

Este fraude sirve al hotel porque puede reservar más habitaciones a precios más elevados anunciando una vista envés de anunciar un sótano. El propietario del hotel llenaría primero todas las habitaciones del sótano aunque hubiera habitaciones con vistas disponibles. El principio es que los contratos no deben tratar dos activos no fungibles como fungibles (intercambiables/indistinguibles). Todo tipo de cualidades pueden hacer que dos bienes no sean fungibles, aunque normalmente tengan el mismo precio. Por ejemplo, imagine que en un día normal todas las habitaciones son iguales, pero que durante las lluvias extremas algunas habitaciones pueden inundarse (ya sea por la capa freática o por las goteras del tejado). Mientras tanto, otras habitaciones están secas todo el tiempo. Cuando el sol brilla, el hotel puede alquilar todas las habitaciones a precios idénticos, pero cuando llueve algunas habitaciones no pueden alquilarse en absoluto.

El propietario del hotel alquila todas las habitaciones como “garantía” de estar secas. En efecto, el propietario del hotel finge que todas las habitaciones son fungibles porque todas tienen el mismo precio hoy. Él “asume” el día soleado. Esto permite al hotel cobrar más por las habitaciones, pero entonces algunos huéspedes se presentan en una habitación húmeda o incluso inundada. Si el hotel anunciara con exactitud algunas habitaciones con un 25% de posibilidades de humedad, tendría que cobrar menos siempre por esas habitaciones e indicar que hay dos tipos diferentes de habitaciones. El principio es que las diferencias de riesgo representan diferencias de tipo y valor. No se pueden tratar dos cosas como iguales y fungibles sólo porque el 99% de las veces tienen el mismo el mismo precio de mercado.

La Letra Pequeña

El propietario de un hotel reconoce que sería fraude redactar los contratos de una manera tan claramente fraudulenta. Así que añade una cláusula a todos sus contratos que le permite cancelar la reserva devolviendo el dinero más una tasa por molestias. A continuación, sigue con su actividad habitual: sobreventa, publicidad falsa, arrendamiento a corto plazo y préstamo a largo plazo. En el caso de que su “no fraude” esté a punto de quedar al descubierto, simplemente realiza un pago en efectivo según las condiciones “preacordadas” del contrato. Aunque ocasionalmente pague una comisión, sigue siendo más rentable por término medio.

La mayoría de los clientes no son abogados y no tienen tiempo para leer toda la letra pequeña. La pareja embarazada se sentirá engañada cuando no consiga la habitación que reservó aunque la “letra pequeña” declare que se cumplen todas las obligaciones. El principio aquí es que un contrato debe ser un encuentro de mentes basado en las expectativas de las partes. Por ejemplo, aunque la pareja embarazada leyera el contrato y se fijara en la letra pequeña relativa a la cláusula de “compra de la habitación”, asumiría naturalmente que el propietario del hotel se limitaba a “cubrir acontecimientos que escapaban a su control”. Si el hotel revelara su práctica de sobrerreserva, la pareja embarazada podría solicitar fácilmente una reserva garantizada que no estuviera sobrerreservada. Al fin y al cabo, tenían un largo viaje, sabían que todo estaría reservado y sabían que serían los últimos en llegar.

En este punto, el propietario del hotel podría decir: “Lo siento, no ofrecemos esas garantías”. Así que la pareja busca otros hoteles y descubre que todos los hoteles tienen exceso de reservas y ninguno ofrece garantías. De hecho, todos los propietarios de hoteles han formado un cártel y evitan que ningún hotel ofrezca esas garantías. Incluso sin un cártel, debido al exceso de reservas, los hoteles fraudulentos pueden ofrecer tarifas medias más bajas y pueden expulsar a los hoteles honestos del negocio.

El resultado final es que todos los propietarios de hoteles consiguen aumentar sus beneficios mientras sus huéspedes asumen todo el riesgo de no tener un lugar donde alojarse cuando más lo necesitan. Un reembolso más una tasa por molestias apenas puede cubrir sus pérdidas y los costes de oportunidad (especialmente si su bebé muere por haber nacido en un granero). Para colmo de males, imagina que en lugar de un reembolso, el hotel simplemente te diera crédito para una fecha futura. Como mínimo, el hotel debería ofrecer cubrir el coste de encontrarles una habitación, lo que podría significar alojarles en el hotel más cercano con una habitación vacía o encontrar a otro huésped que esté dispuesto a ceder su habitación a cambio de una tarifa. Incluso si el propietario del hotel es capaz de arreglárselas y entregar una habitación “comparable” “esta vez”, esto no niega el fraude. El fraude estaba incrustado en un contrato que sería imposible de implementar como un contrato inteligente.

Otra forma de entender la magnitud del fraude en términos “cuantificables” es ver el “reembolso” como una opción gratuita (“póliza de seguro”) para el propietario del hotel. Os demuestro un ejemplo de opción gratuita. Supongamos que cuando usted pagó por adelantado por la habitación era de 100 dólares por noche. Entonces, cuando el día llega la demanda es alta y las habitaciones se venden a 1000 dólares por noche. El propietario del hotel podría ejercer su derecho a reembolso de 101 dólares y volver a venderle la habitación por 1000 dólares. En realidad, usted nunca tuvo una reserva. Por otro lado, si el hotel estaba vacío y las habitaciones se vendían por 50 dólares, se le mantendría el precio de 100 dólares y no se le reembolsaría cancelar la reserva.

Se podría argumentar que “por término medio” los huéspedes se benefician de los precios más bajos de las habitaciones en la medida en que la competencia hace bajar los precios al subvencionar el alquiler de las habitaciones con los beneficios del exceso de suscripción. Se podría argumentar de forma similar que añadir agua a la leche reduce el precio por galón de leche y, por tanto, todos los compradores de leche se benefician. En un mundo en el que no se permitiera hacer una distinción legal entre agua y leche, toda la leche estaría aguada. El hecho de que algunos clientes “ahorren dinero” no sirve de consuelo a la mujer que da a luz en un establo. Dicho de otro modo, en un día normal, la mayoría de los participantes en un esquema Ponzi ganan dinero, pero todos los que siguen participando el último día lo pierden todo.

La conclusión es que la letra pequeña puede seguir utilizándose para llevar a cabo el fraude haciendo que la gente acepte cosas que no entiende o para las que no tiene otra opción en virtud del fraude sistémico de todos los agentes del mercado y/o institucionalizado por los gobiernos.

Nuestro Sistema Financiero

Los fraudes descritos anteriormente son sistémicos en nuestras instituciones financieras y adoptan muchas formas, incluyendo la banca de reserva “fraccional” (también conocida como ficticia), el préstamo de dinero pagadero a la vista y el préstamo durante más de 30 años, la venta en corto al descubierto y los mercados de futuros que pueden liquidarse en efectivo recién impreso en lugar de la entrega. Nuestro sistema financiero ha hecho que “todos los bancos sean iguales” a través de “seguros”, cárteles y rescates implícitos del gobierno.

Henry Ford dijo una vez: “Está bien que la gente de la nación no entienda nuestro sistema bancario y monetario, porque si lo hiciera, creo que habría una revolución antes de mañana”. Esto parece algo que el pueblo debería tener en cuenta a la hora de negociar un tratado de paz. La ley de Gresham establece que, en ausencia de elección, “el dinero malo expulsa al bueno”. Obsérvese que la ley de Gresham sólo se aplica cuando el dinero malo está obligado por ley a ser igual al bueno. Me gustaría proponer una nueva ley que creo que es igualmente cierta: “las instituciones fraudulentas legalizadas expulsan a las buenas instituciones”.

Todos los fraudes pagan mayores rendimientos a corto plazo al enmascarar los riesgos sistémicos ocultos. Un banco que está dispuesto a utilizar la misma garantía para respaldar múltiples deudas puede prestar dinero más barato de lo que podría hacerlo de otro modo y pagar mayores intereses a los depositantes. Un banco honesto tendría que emitir un certificado de depósito a 30 años para hacer una hipoteca a 30 años. ¿Cuándo fue la última vez que vio un certificado de depósito a 30 años? ¿Cuándo fue la última vez que oyó hablar de un certificado de depósito?

Ninguna democracia verdadera puede tolerar el fraude legalizado. Por eso, la Teoría de la Transferencia de Títulos de los Contratos debería ser un componente fundamental de cualquier tratado de paz comunitario.

Los Principios de Buenos Préstamos

A la hora de decidir si hacer un préstamo a un conocido, sería prudente preguntarle cómo piensa devolverlo. Lo que hay que tener en cuenta es su deuda total en relación con sus activos e ingresos. Si tiene activos que puede vender para pagarle, su préstamo es más seguro que si no tiene activos. Tradicionalmente, la capacidad de trabajar y producir ingresos salariales se considera un activo; sin embargo, bajo los principios de los contratos inteligentes esto equivale a una promesa no ejecutable. El valor de este “activo” depende de su habilidad y debe tener en cuenta el coste de la vida y la reputación. Podría caer fácilmente a cero. Por último, debe asegurarse de que no hay otras deudas que tengan mayor prioridad de retención que lo que se le debe.

Cuando se decide prestar a una empresa, también hay que evaluar su capacidad de reembolso. La forma más sencilla de hacerlo es examinar la capitalización total de mercado de la empresa. Normalmente se calcula como el precio de la última transacción multiplicado por el número total de acciones. Esta capitalización de mercado sobreestima el valor de la empresa porque el precio por acción depende del número total de acciones que se venden. Si tuviera que liquidar el 100% de la empresa al instante, el valor sería mucho menor que la capitalización de mercado. Además, la capitalización de mercado podría llegar a cero si no hay compradores. El valor base de una empresa es el valor de los activos que posee la empresa y que podrían liquidarse y distribuirse entre los accionistas.

Cuando se deposita dinero en un banco, se está haciendo un préstamo. Para calcular la capitalización total de mercado de un banco hay que tener en cuenta su activo y su pasivo. En este caso, el pasivo incluye el dinero que se debe a los depositantes. Sus activos incluyen el dinero que tiene a mano y las promesas de los prestatarios de devolver su hipoteca. El valor de las promesas de los compradores de viviendas depende de la economía (mercado de trabajo y mercado inmobiliario), así como del clima y de las catástrofes naturales.

En aras de la claridad, asumo que las monedas de oro son dinero. Una moneda de oro sólo puede estar en un lugar a la vez. Con los contratos inteligentes, un préstamo de depósito debe estar garantizado por activos. Si el depósito es pagadero por encargo, entonces el banco debe tener el título de una moneda de oro en su caja fuerte. Si el banco desea prestar el oro, entonces no puede prometer la transferencia de la titularidad de la moneda de oro por encargo porque el oro podría ser prestado y el préstamo podría incumplirse. En este caso, el contrato de depósito sería pagado en oro, más los intereses por encarego o la garantía comprometida por el banco al prestarle su dinero. La garantía que el banco puede pignorar es su patrimonio neto. El capital del banco representa las acciones de todos los activos que posee el banco y que no están sujetos a retenciones en un contrato inteligente. Esto significa que el oro que respalda los depósitos pagaderos por encargo no es un activo del banco.

Dado que el oro pagadero por encargo no es un activo del banco, podemos ignorar a estos depositantes y suponer que un banco comienza sin depósitos. El banco sólo debería aceptar su depósito si quiere tomar prestado su dinero. Sólo querrá aceptar si puede prestar el dinero a un tipo de interés más alto. Esto significa que el banco no puede utilizar los fondos de su depósito como garantía para su préstamo, al menos no directamente. Sería como si un banco te prestara dinero y en lugar de respaldar el préstamo con una casa, lo respaldara con el dinero que le prestó. Usted no podría utilizar el dinero porque tendría un embargo, lo que hace que el préstamo no tenga sentido.

Para resolver este problema, los bancos piden dinero prestado a los depositantes y respaldan los préstamos con su capital (acciones del banco). Los fondos propios representan una parte de los activos libres de cargas de un banco. Cuando se presta dinero a un banco (haciendo un depósito) se convierte en un activo libre de cargas del banco. ¿Deben los depositantes esperar las mismas normas de préstamo que el banco espera de los prestatarios? Yo creo que sí. Cuando un banco te presta dinero respaldado por tu casa, espera (suponiendo que se trate de una banca sana) que la casa valga al menos un 25% más que el préstamo. Esto protege al banco de las fluctuaciones del mercado en el valor de la casa. Siguiendo este principio, el valor del capital que respalda su depósito debería valer al menos un 25% más que su depósito. La consecuencia de esto es que un nuevo banco debe aportar 25 dólares de sus propios activos por cada 100 dólares de depósitos que acepte. Si cambiamos ligeramente el lenguaje, resulta obvio: un banco debe tener 125 dólares de garantía por cada 100 dólares que quiera tomar prestados. Lo que es bueno para el ganso es bueno para la gansa.

Cuando se pide un préstamo para comprar una casa, el banco espera que el préstamo sea devuelto con intereses. Es raro que un banco preste dinero a alguien por un plazo ilimitado y luego pida que no se pague. El ejemplo más parecido es una hipoteca inversa en la que el saldo del préstamo crece con el tiempo. La clave de las hipotecas inversas es que la garantía empieza siendo de valor mucho más alto y se acerca gradualmente al 80% del valor del préstamo. La idea de una hipoteca inversa es que el préstamo se pague cuando se venda la casa.

Cuando se presta dinero a un banco, el depositante debe tener expectativas de pago similares. Hay varias formas en las que un banco podría pagar un préstamo a un depositante:

  1. Devolver los depósitos que no se han vuelto a prestar
  2. Prestar dinero de un nuevo depositante
  3. Utilizar los flujos de ingresos
  4. Vender el patrimonio que se tiene como garantía

Cuando un depositante solicita al banco la devolución de su dinero, es como si el banco pidiera el reembolso inmediato de una parte o de la totalidad de una hipoteca. Si el “propietario” de una vivienda no puede aportar el dinero en efectivo por encargo, el banco puede embargar la titularidad de la casa. Del mismo modo, si el banco es incapaz de presentar el dinero en efectivo en una solicitud de retirada, el depositante debería tener derecho a embargar el capital. Una vez embargado el capital, el depositante puede venderlo, probablemente con pérdidas, o mantenerlo y cobrar dividendos mientras espera las ganancias de capital. En cualquier caso, si el banco no puede dar al depositante dinero en efectivo por encargo, el depositante probablemente verá perjudicada su liquidez por la duración media de los préstamos concedidos por el banco. Si quieren su dinero inmediatamente, sólo obtendrán el valor actual neto de la cartera de préstamos.

En cualquier caso, el riesgo de depositar dinero en un banco se deriva de los activos excedentes que posee el banco y de la calidad de los préstamos que concede. Un banco que concede préstamos con garantías de calidad a personas con un buen flujo de capital durante periodos cortos será más seguro que un banco que concede préstamos con garantías de baja calidad a personas con un flujo de capital pobre durante periodos largos. El banco tendría que ofrecer unos tipos de interés acordes con el riesgo implícito en la hoja de balance del banco para atraer capital.

Todo esto es compatible con los contratos inteligentes, y todos los préstamos, hipotecas y depósitos están libres del riesgo de quiebra y nunca se requieren “rescates bancarios”. Dicho esto, sigue habiendo un alto grado de riesgo moral asociado a permitir que otra persona vuelva a prestar el dinero que tú le prestaste. Este riesgo moral se amplía aún más si quien toma la decisión en el banco es un empleado y no un propietario, porque el propietario tiene algo de su propio dinero en juego, mientras que un empleado no tiene nada más que su trabajo en riesgo. Podrían estar ganando dinero tanto si lo pierdes todo como si no.

Si vas a prestar tu dinero a un banco y luego le das al banco discreción sobre a quién prestar, entonces sería prudente asegurar que los incentivos del banco están alineados con los tuyos. Lo ideal sería que el propietario y los gestores del banco no pudieran llevarse ningún dinero en forma de dividendos, sueldos o gastos operativos hasta que los préstamos que conceden se devuelvan con intereses y se compensen las pérdidas de los préstamos fallidos. Si los propietarios o los gestores del banco retiran dinero de la mesa antes de que se materialicen todos los riesgos que han asumido, entonces pueden tomar decisiones que generen rendimientos a corto plazo con riesgos-de-cola-a-largo-plazo. Un riesgo de cola es algo que “explota al final”, como los préstamos con pagos globales, los tipos de interés variables, el estallido de una burbuja en el mercado inmobiliario, etc.

Dar a los bancos una discreción ilimitada sobre la utilización de los activos bancarios también crea un riesgo moral y pone en peligro los fondos de los depositantes (prestamistas). Supongamos que a un banco se le permitiera hacer algo más que prestar. Supongamos que pudiera comprar bienes inmuebles y acciones con los fondos de los depositantes. Éstos podrían extraer valor del banco “pagando de más” por los bienes inmuebles y otros activos comprados de un amigo. El banco también estaría comprando activos volátiles con un apalancamiento cuatro veces mayor. Cuando un banco gana dinero prestando, sus intereses están alineados con los de los depositantes: obtener un rendimiento de su dinero sin arriesgar los principios. Cuando un banco gana dinero mediante las ganancias de capital y el apalancamiento, sus intereses están ahora divididos, ya que podría beneficiarse al margen de las compras del banco. El perfil de riesgo de prestar a un operador de margen y de prestar a un prestamista son muy diferentes.

En un mercado libre con amplia competencia, hay espacio para todo tipo de bancos que utilizan distintas políticas de gestión de activos. Cuando un banco te presta dinero, te pide una prueba de ingresos y una inspección de la vivienda. El banco sabe exactamente qué es lo que garantiza su préstamo. Cuando usted le presta dinero a un banco, debería exigir el mismo nivel de transparencia sobre los activos que respaldan el capital del banco.

Las empresas frecuentemente pueden emitir nuevas acciones en cualquier momento con la aprobación de los accionistas. Los accionistas racionales sólo aprueban esa emisión si aumenta el valor de las acciones existentes. Cuando un banco utiliza sus acciones como garantía para pedir dinero prestado a los depositantes, éstos tienen ahora un interés en el valor de las acciones. El banco no debería emitir nuevas acciones sin la aprobación de los depositantes, de la misma manera que no se debería permitir vender una parte o la totalidad de la casa sin pagar el préstamo (o el permiso del banco).

Si pides un préstamo al banco garantizado con el 100% de tu casa, no puedes pedir un préstamo a otro banco garantizado con el mismo 100% de tu casa. Del mismo modo, si usted deposita dinero en un banco, éste no lo “asegurará” con el 100% de su patrimonio. Hacerlo le impediría pedir dinero prestado a otros depositantes. Las acciones que garantizan sus depósitos deben asignarse en el momento del depósito, de lo contrario cada nuevo depósito aceptado por el banco compromete la garantía de los depositantes existentes. Si el banco pierde dinero, los nuevos depositantes obtendrán más capital (acciones) como garantía de sus depósitos que los depositantes originales. Si un banco gana dinero, los nuevos depositantes obtendrán menos capital (acciones) como garantía de sus depósitos. En lugar de que un banco quiebre “de golpe”, sólo los depositantes con menos garantías se convertirían en capital.

A un banco le interesa asegurarse de que su relación entre deuda y capital se mantenga por debajo del 80%. Muchos préstamos tienen condiciones que permiten al banco reclamar el préstamo y embargar la garantía si el precio de la vivienda cae demasiado. El prestatario puede pagar una parte del préstamo para restablecer la relación deuda-capital, o bien pagar todo el préstamo entregando el título al banco. Si los depositantes prestaran dinero al banco en las mismas condiciones, cada vez que el banco sufriera pérdidas todos los depositantes exigirían que se añadiera más capital a la garantía de sus depósitos.

En base a este análisis, la gran mayoría (quizás todos) de los bancos demasiado grandes para quebrar operan en estado de quiebra: su capital vale menos que su deuda. Pueden seguir operando porque la Reserva Federal está dispuesta a prestar dinero a los bancos utilizando garantías valoradas a tipos de interés que no son de mercado. Además, las normas permiten a los bancos fingir que sus activos se valoran a precios distintos de los del mercado (comercio voluntario, por ejemplo, una subasta). Incluso los valores de sus acciones “tienen en cuenta” el apoyo de la Reserva Federal y los rescates y, por lo tanto, las acciones se valoran más que los activos por sí solos. Los bancos operan únicamente mediante el continuo engaño y fraude legalizado.

Cuanto mayor sea el fraude, más dura será la caída final. Si los bancos individuales tuvieran que emitir sus propios “billetes”, entonces cada banco descubriría que el mercado descontaría sus billetes basándose en la reputación individual. Considérelo desde un perspectiva más cercana: ¿prefiere usted obtener dólares del Banco A porque su reputación e historia es mucho mejor que la del Banco B o considera a todos los bancos iguales? El sistema de la Reserva Federal viola el principio de tratar los activos de diferente riesgo como iguales al tratar los depósitos bancarios no fungibles como fungibles. ¿Un dólar es un dólar sin importar quién se lo deba? Considere la diferencia si la FDIC y la Reserva Federal no existieran. Considere además que la FDIC es también una promesa fraudulenta porque carece de activos para respaldar sus garantías a todos los depositantes. Considerar que la deuda del Banco A es igual a la del Banco B es como si el hotel considerara que las habitaciones que a veces se inundan son iguales a las que nunca se inundan. La ley de Gresham se impone y expulsa al banco bueno del negocio o reduce la calidad del banco bueno para que sea igual a la calidad del banco malo.

Un pánico bancario podría exponer el fraude en un solo banco dejando que la mayoría de la economía siga adelante. El banquero debería entonces ir a la cárcel por fraude. Cuando los gobiernos crean leyes que hacen que todas las deudas de los bancos sean iguales e impiden su rescate por el activo que se depositó originalmente, los pánicos bancarios ya no son posibles. Todo el mundo ve a todos los bancos como iguales porque el gobierno (a través de sus bancos regulados) siempre puede imprimir más “dinero” para rescatarlos. Con este sistema se garantiza que se recupera el “dinero”, pero no se garantiza que el dinero tenga el mismo poder adquisitivo en el mercado. En efecto, el dinero se convierte en nada más que “capital en el sistema bancario” y la impresión de dinero no es nada más que “aumentar el capital”. El dinero tendrá valor mientras los accionistas existentes estén dispuestos a tolerar la pérdida del poder adquisitivo de sus ahorros. A diferencia de las empresas que emiten nuevas acciones, los tenedores de dólares carecen de derechos de voto sobre la emisión de nuevo dinero. No hay nada que garantice que el nuevo dinero sólo se emita si aumenta el valor de todo el dinero (o aumenta la garantía que respalda el dinero).

El poder de imprimir dinero, combinado con los contratos que permiten que la falta de entrega de mercancías se liquide en efectivo, da a los bancos y al gobierno un control total sobre todos los precios. Pueden vender más mercancías de las que teóricamente pueden existir (suprimiendo el precio) y cualquiera que intente aceptar la entrega (por ejemplo, usar su habitación de hotel, desvelando sus intenciones) será pagado en efectivo (que pueden crear de la nada). Es como si el propietario de un hotel vendiera más reservas de habitaciones de las que tiene, y cuando alguien aparece para dormir realmente en la habitación simplemente le ofrece un reembolso en efectivo. Este control conlleva un poder sin precedentes para que las personas con información privilegiada “compren a bajo precio” y “vendan a alto precio”, ya que quienes dirigen el sistema controlan los movimientos de los precios.

Aunque no hay nada moralmente incorrecto en la obtención de capital mediante la venta de acciones, hacerlo normalmente requiere la aprobación de los accionistas. ¿Invertiría usted en una empresa que diera al director general el poder de emitir acciones unilateralmente, así como el poder de controlar cómo se gastan los fondos (por ejemplo, bonificaciones para él mismo y préstamos a bajo interés y rescates para sus amigos)? Si no es así, ¿por qué invierte en mantener el dólar y la deuda denominada en dólares?

Capítulo 16 - La Integridad Financiera (2ª parte)

2ª Parte

Plataformas de Intercambio de Criptodivisas

Bitcoin fue creado para hacer frente al fraude sistémico en nuestro sistema financiero; lo consigue a través de una transparencia radical. Todos los participantes del mercado pueden verificar la oferta total de monedas y nadie puede crear Bitcoin fraudulentos. Es como instalar una transmisión en directo en cada habitación de hotel para que puedas verificar que nadie está durmiendo en la cama que has reservado y tener a miles de personas comprobando constantemente la transmisión por ti. Además, el libro de reservas es público, por lo que todo el mundo puede ver quién ha reservado una habitación y que no hay dobles reservas.

Desgraciadamente, el Bitcoin mantenido en las plataformas de intercambio no son “Bitcoin” más que los depósitos bancarios son oro. En cambio, el “Bitcoin” mantenido en las plataformas de intercambio son una deuda de la plataforma de intercambio que está colateralizada por el valor de la equidad de la plataforma de intercambio. Una plataforma que opera con integridad tiene un Bitcoin real por cada Bitcoin que debe a sus clientes. Además, una bolsa de este tipo debe mantener los fondos de los clientes en cuentas segregadas para que no puedan ser utilizados para pagar las deudas de la plataforma.

Muchas plataformas de intercambio de criptodivisas ofrecen operaciones de margen en las que prestan a los clientes Bitcoin y otros activos respaldados por una garantía. En el caso de que la garantía caiga en valor, la bolsa liquidará la garantía y cubrirá la deuda. En este caso, el patrimonio de la bolsa ya no está respaldado por el Bitcoin mantenido en cuentas segregadas, sino por la promesa colateralizada de pagar el Bitcoin.

Este acuerdo es similar a que los bancos sustituyan los “billetes de oro” (respaldados por oro), por “pagarés de oro” respaldados por el capital del banco que posee las hipotecas que prometen pagar el oro. Independientemente de lo bien garantizado que esté el préstamo, si un banco o plataforma de intercambio no puede liquidar la garantía con la suficiente rapidez, podría acabar debiendo más que los activos que posee. Dado que los operadores de márgenes quieren controlar el momento en que cubren su préstamo, la plataforma debe prestar el dinero durante un periodo mínimo de tiempo (días o meses). Para realizar estos préstamos con margen, la bolsa debe tener la titularidad por un periodo de tiempo igual (días o meses). Para evitar “pedir prestado a corto plazo y prestar a largo plazo”, una plataforma de intercambios con integridad financiera tendría que solicitar un prestamo de dinero a los depositantes en condiciones equivalentes (por ejemplo, un certificado de depósito).

Una plataforma que promete a los depositantes que pueden retirar el dinero según encargo y promete a los operadores de márgenes que tienen un periodo mínimo para mantener el préstamo (suponiendo que la garantía sigue siendo buena) está cometiendo un fraude financiero (aunque los reguladores lo permitan).

Lo que podemos concluir es que las plataformas de intercambio de criptodivisas deberían seguir los principios de la banca sana y la teoría de la transferencia de títulos de los contratos. Esto incluye distinguir entre “billetes de oro” respaldados por “oro” y “pagarés de oro” respaldados por el patrimonio del intercambio, que está respaldado por “hipotecas” (por ejemplo, posiciones de margen colateralizadas).

El principio de “no quiebra” indica que, en caso de que el valor del patrimonio de la bolsa sea inferior a sus activos, los titulares del patrimonio deberían ser automáticamente eliminados y los deudores recibirían su parte proporcional de todo el patrimonio. Los propietarios de las plataformas de intercambios de criptodivisas se resisten a estas condiciones por la misma razón por la que a nadie le gusta que el hombre de los repositorios se lleve su coche por falta de pago. En cambio, los bancos y los propietarios de las plataformas de intercambio quieren fingir que no son insolventes y que “de alguna manera” se ganarán su salida aunque el mercado no lo crea posible (basándose en el precio de las acciones).

Prestar dinero a una plataforma de intercambios o a un banco en condiciones inferiores no es diferente de prestarle 100 dólares a un vagabundo en la calle y esperar que su adicción al juego dé sus frutos. En general, las masas no saben lo que implica la integridad financiera ni lo que deben exigir a una institución. En consecuencia, aceptarán términos y condiciones que efectivamente conceden un préstamo sin garantía a jugadores sofisticados involucrados en un “fraude financiero socialmente aceptable” con una “baja probabilidad de ser atrapados” en un día determinado, pero con la garantía de ser atrapados eventualmente (con suerte, después de que los que perpetran el fraude estén muertos).

Los Riesgos pueden Transferirse pero No Destruirse

Todo fraude financiero es un riesgo calculado de ser atrapado frente al beneficio del fraude. Alguien se está beneficiando al quedarse con las ganancias y transferir los riesgos. Son los propietarios de las instituciones financieras los que se benefician del fraude y los depositantes los que asumen los riesgos no compensados. Como las instituciones financieras se nacionalizan mediante la regulación, son los banqueros los que se benefician y la población en su conjunto la que asume los riesgos. Como los riesgos nunca se destruyen, los depositantes y la población tienen garantía de perder. Una transferencia de riesgo no compensada (o subcompensada) es que alguien obtiene algo a cambio de nada mientras que otro no obtiene nada a cambio de algo. Los principios de la integridad financiera no pueden tolerar estos acuerdos de almuerzo gratis.

Dicho de otro modo, usted podría realizar una transacción exitosa con otra parte y aun así ser defraudado. En general, la gente no considera que los “riesgos no realizados” sean un fraude. La idea de que la propia estructura de un contrato pueda ser fraudulenta es un concepto extraño. La Teoría de la Transferencia de Títulos de los Contratos deja muy claro que cualquier contrato que transfiera la titularidad de activos que no son de tu propiedad es fraudulento.

Las masas se sienten atraídas por un esquema Ponzi porque los rendimientos son elevados y esperan poder salir del Ponzi antes de que se derrumbe. El riesgo de que un Ponzi se derrumbe mañana es casi nulo, pero el riesgo de que se derrumbe algún día está garantizado. ¿Cómo se puede salir de una economía Ponzi antes de que colapse? No puede hacerse y todos pierden. Por eso es imperativo que todo el mundo entienda la integridad financiera y la exija a sus instituciones y al tratado de paz de la comunidad. Es responsabilidad de cada individuo conducir sus asuntos con integridad financiera y evitar hacer negocios con quienes apoyan el fraude sistémico.

Poder Delegado y Deuda Comunitaria

Ahora que entendemos que no se puede pedir prestado a corto plazo y prestar a largo plazo, podemos aplicar este principio al poder delegado. Cuando utilizamos las elecciones políticas para elegir a personas en posiciones de poder, sólo se les presta ese poder por un tiempo limitado.

Hoy en día un presidente en el poder no debería poder asumir compromisos en los contratos más allá de su mandato. Siguiendo la teoría de la Transferencia de la Titularidad de los Contratos mediante la utilización de contratos inteligentes se limitaría el gobierno a los compromisos que implican activos que son propiedad del gobierno en el momento del contrato. Si un congreso va a pedir dinero prestado, entonces tendría que empeñar la garantía de los activos actuales. No podría emitir un préstamo basado en los ingresos fiscales futuros porque el congreso actual no puede obligar a los congresos futuros.

Cualquiera que contrate con la comunidad debe estar de acuerdo en dejar que la comunidad salga del contrato sin penalización, “conciencia culpable” o daño a la reputación una vez que la comunidad reemplace a sus representantes. Nadie debería confiar en ninguna promesa del gobierno. Un congreso no debería poder pedir prestado de dinero por más importe de lo que pueda devolver en un par de años. Del mismo modo, no debería poder firmar contratos de arrendamiento vinculantes por más de un par de años. En efecto, cualquier deuda tiene una cláusula que, si no se paga antes de que el siguiente congreso tome posesión, es nula y sin efecto, a menos que el nuevo congreso renueve activamente la deuda.

Todas las comunidades se verán tentadas a pedir préstamos para financiar proyectos públicos. La deuda es un impuesto encubierto a las generaciones futuras que no pudieron consentir con la deuda. Por ello, la mejor política es que los gobiernos siempre “paguen sobre la marcha”. Si un gobierno quiere construir una carretera, primero debe ahorrar impuestos y luego pagar en efectivo. Esta disciplina proporciona un control crítico de los presupuestos gubernamentales y evita la corrupción causada por la transferencia de poder en forma de riqueza de las generaciones futuras a la generación actual.

La deuda es una forma de dependencia que socava fundamentalmente la independencia necesaria para dar el consentimiento. Cualquier gobierno endeudado con un banco es esclavo del banco. El banco tiene el poder de aprobar o negar el préstamo y si la gente “necesita” algo que el préstamo podría proporcionar entonces ya ha fracasado en el mantenimiento de su independencia. Afortunadamente, con los contratos inteligentes siempre se puede escapar de la deuda renunciando a la garantía.

La integridad financiera se mantiene automáticamente siguiendo la Teoría de la Transferencia de Títulos del Contrato y es fundamental para construir un sistema financiero sólido. Un sistema financiero sólido es necesario para mantener una verdadera democracia. Aunque la banca y las hipotecas son posibles y permisibles, yo recomendaría que una sociedad dedicada a la verdadera democracia minimizara el uso del apalancamiento financiero. Puede cegarnos rápidamente de las realidades subyacentes la financiarización de todo.

La Financiarización vs. Los Ahorros

La forma más fácil de entender la financiarización es la abstracción de los bienes y servicios tangibles a los asientos contables intangibles. Esto ocurre cuando la gente empieza a confundir la riqueza y los ahorros con el dinero. Cuando las cosas se vuelven demasiado abstractas es fácil olvidar que, en última instancia, todo se reduce a la titularidad de “cosas reales”. La financiarización puede reasignar estas cosas reales, pero no puede producir riqueza. Puede transferir cosas de una persona a otra, pero no crea cosas nuevas.

El dinero permite comprar bienes en el mercado actual. Ahorrar dinero permite comprar bienes en el mercado mañana o el año que viene. La suposición de que el ahorro de dinero se basa en que mañana habrá más bienes y servicios que hoy. ¿Qué ocurre si la guerra, el hambre o las catástrofes naturales destruyen la capacidad productiva de una sociedad? ¿Cuánta comida, refugio y ropa podrá comprar entonces con sus ahorros?

La financiarización es el proceso de dar por sentado un mercado funcional y asumir que crear y ahorrar dinero es lo mismo que crear y ahorrar cosas reales. Si nadie almacena productos básicos a granel, los precios pueden ser muy volátiles cuando se agoten los suministros. Todo el mundo puede tener dinero ahorrado y, sin embargo, todo el mundo morirá si se interrumpe la cadena de suministro de alimentos. La cadena de suministro puede reducirse increíblemente y nadie se daría cuenta de que la sociedad está “viviendo de pago en pago” con respecto a las necesidades tangibles. Los precios no suben hasta que la oferta es realmente escasa.

La gente puede construir extravagantes contratos de derivados que le permiten cubrirse contra las pérdidas monetarias, pero no hacen nada para ayudarle a cubrirse contra las pérdidas reales. Supongamos que compramos un derivado que permite cubrirnos del precio de los alimentos. Supongamos que especula correctamente y duplica su dinero. Esto no crea más alimentos; simplemente aumenta su prioridad en la obtención de los escasos alimentos existentes. Colectivamente, la sociedad no tiene más “ahorros para alimentos” sólo porque usted haya comprado una cobertura financiera. En una hambruna real, el precio de los alimentos puede llegar hasta el infinito en relación con el dinero y, en tal situación, la cobertura financiera no podría darte dinero infinito.

Un derivado es similar a apostar por el resultado de un deporte. En este caso, el deporte es el mercado libre y el resultado es el precio de los bienes. Con los contratos inteligentes no podrías hacer una apuesta sin tener la titularidad de los bienes que estarías obligado a pagar si perdieras la apuesta. No habría corredores de apuestas que vinieran a romperte las rodillas cuando pierdes a lo grande porque los activos estarían en custodia. Esto también significa que habría límites para el pago. Si quisieras cubrirte contra la duplicación del precio de los alimentos, entonces firmarías un contrato que duplicara tu dinero si el precio de los alimentos se duplicara. Así que encuentras a alguien que cree que los alimentos bajarán de precio. Cada uno de vosotros pone una moneda de oro y acordáis que si el precio de los alimentos sube un 50%, una persona recibirá 1,5 monedas de oro y la otra 0,5. Si el precio baja un 50%, será al revés. No es posible utilizar la financiarización para protegerse contra un aumento de 1000 veces en el precio de los alimentos, a menos que alguien esté dispuesto a guardar 1000 monedas de oro hoy en caso de perder la apuesta. La cobertura sería muy cara.

Dado que las coberturas financieras basadas en contratos inteligentes son naturalmente limitadas, no son lo mismo que ahorrar alimentos. En un momento dado, resulta más barato ahorrar alimentos que protegerse contra los cambios en el precio de los mismos. Cuando la cadena de suministro de alimentos se interrumpe y los precios suben 1000 veces, tienes comida para comer y, si eres inteligente, comida para vender. El incentivo para ahorrar alimentos está vinculado a los beneficios obtenidos de las ganancias de capital menos el coste de almacenamiento de los alimentos en descomposición. Si una sociedad implanta leyes de precios abusivos, el incentivo para ahorrar alimentos para otras personas desaparece y la hambruna final será más grave.

Las Consecuencias de la Deuda Consumista

Cuando un gobierno toma un prestado de dinero, el resultado es una reasignación de los recursos no monetarios. Si el gobierno consume los recursos no monetarios, el valor del dinero disminuye (los precios de los bienes aumentan) ya que hay menos bienes reales y la misma cantidad de dinero circulando. El aumento del consumo significa que hay menos recursos disponibles para ahorrar o utilizar para aumentar la producción. Si no hubiera intereses sobre el préstamo, cuando se devolviera el dinero el prestamista tendría menos poder adquisitivo que cuando empezó. Habría sido más prudente que el prestamista ahorrara el dinero y no lo prestara.

Puesto que un gobierno personifica el tratado de paz y el tratado de paz establece los derechos de propiedad, hay que preguntarse por qué un gobierno necesita pedir un préstamo cuando podría reasignar la propiedad hoy por otros medios (suponiendo que esos medios estuvieran establecidos en el tratado de paz). ¿Por qué debe pagar intereses a los prestamistas? Todo que necesita un gobierno (todos los bienes y servicios tangibles) para lograr sus objetivos puede lograrse mediante impuestos y gastos hoy en día, a menos que los objetivos del gobierno requieran ocultar al pueblo el coste real de los programas gubernamentales. Si el gobierno debe ocultar los verdaderos costes a través de la degradación monetaria y el endeudamiento, ¿el pueblo entonces está realmente dando su consentimiento? Si el pueblo está siendo engañado, ¿se puede considerar al gobierno como una democracia legítima?

Este es el peligro de la financiarización: oculta los verdaderos costes y hace que la sociedad sea más frágil. Es el equivalente a robar ladrillos de los cimientos para construir un edificio más alto. ¿Queremos construir nuestra sociedad como una torre de Jenga? Esto no sería tan malo si los riesgos se asumieran con pleno conocimiento (hoy en día es un impuesto), pero las capas de abstracción y el hecho de no seguir la disciplina de los contratos inteligentes ocultan el problema.

Los distintos tipos de interés indican el valor relativo de los bienes que el dinero puede comprar hoy frente a los bienes que se espera que el dinero pueda comprar mañana, el próximo año o dentro de 10 años. En una economía en crecimiento con una oferta monetaria fija, el número de bienes que el dinero puede comprar el próximo año es mayor que el número de bienes que puede comprar hoy. El simple hecho de mantener el dinero en un entorno de este tipo supone una tasa de rendimiento positiva.

Cualquiera que pida un prestado de dinero al 0% en una economía productora de riqueza debe desplegar el capital de manera que produzca valor a un ritmo más rápido que el que crece la economía. Imagina que pides un prestado de un millón de dólares y compras una cesta de productos básicos. Un año después, la oferta de productos básicos ha crecido en relación con la oferta de dinero. Esto significa que si vendiera sus productos básicos no podría devolver el préstamo. Para poder devolver el préstamo al 0% de interés, tendría que utilizar las mercancías que compró para producir incluso más mercancías de las que tenía al principio. Si no eres al menos tan productivo como el resto de la sociedad, no podrás devolver el préstamo.

Está claro que pedir prestado con fines de consumo es una pérdida neta para la sociedad. Hay que ser un empresario superior a la media para obtener una tasa de beneficio superior a la media. Teniendo en cuenta lo que sabemos sobre el riesgo moral, ¿cuáles son las posibilidades de que un empleado del gobierno o un político que gana el mismo dinero pase lo que pase supere a un empresario que arriesga su propio dinero y gana dinero proporcionalmente a su éxito?

Un gobierno que busque maximizar sus ingresos reales sólo querrá gravar el excedente de producción y nunca recurrir al tener que comer su semilla de maíz. Pedir dinero prestado es como la sobrepesca. Cada año el número de peces en el mar disminuirá porque los peces se comen más rápido de lo que pueden reproducirse. La deuda pública y la financiarización permiten una “sobrepesca” oculta. Una vez que se empieza a sobrepescar, hay que aumentar el ritmo de sobrepesca para mantener el mismo nivel de consumo. Al final se come el último pez y al año siguiente no hay nada que hacer. Podrían ser necesarias décadas de infrapesca para que la población de peces vuelva a crecer hasta niveles que puedan sostener el nivel de consumo anterior. Cuanto mayor sea la “infrapesca”, más rápida será la recuperación.

Aunque me he centrado en la deuda del gobierno, lo mismo se aplica a las deudas personales. Afortunadamente, los contratos inteligentes limitan toda la deuda ejecutable a la deuda colateralizada, lo que significa que la deuda es una alternativa a la venta de algo de mayor valor. No deberías tener que vender toda tu casa sólo porque necesitas algo de dinero para comprar un coche nuevo. Todas las tarjetas de crédito tendrían que estar garantizadas por activos reales, lo que significa que todas las personas tendrían un patrimonio neto positivo en todo momento (excluyendo a los que tienen responsabilidades penales por violar el tratado de paz).

La integridad financiera es un componente crítico de cualquier tratado de paz y ninguna persona sensata debería consentir a una democracia que no aplicara estos principios. Sin consentimiento no hay una verdadera democracia.

Realmente me gusto el tiempo que te tomaste para darnos la oportunidad a los hispano hablantes, la facilidad de poder disfrutar de este maravilloso contenido en nuestra lengua nativa, Muchas gracias compañero!

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Mis respetos y mi agradecimiento por la traducción y por facilitarnos la lectura a los hispanohablabtes :slightly_smiling_face:

Disculpa la intromisión, pero sutil no lleva tilde, es una palabra aguda.

Me gustaría saber cómo puedo colaborar con algunas correcciones ortográficas (acentos sobre todo).

Además algunas palabras me parecen incorrectas, por ejemplo en una parte leí “consentimiento” en lugar de “consenso”.

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Agradezco la aportación de cualquier corrección que consideren oportuna, es suficiente con que digáis en un comentario o a través de telegram (@nvdius) el capítulo y la frase donde se encuentra el error, aunque también pueden aportar la rectificación si desean, en este caso tened en cuenta las diferencias regionales del uso léxico español.

Si estiman que se puede mejorar alguna expresión, tener en cuenta que es una primera revisión del libro y que todo queda sujeto a cambio. Según Dan vaya modificando su versión iremos adaptando la traducción.

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Gracias por tomarte el tiempo

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Capítulo 17 - El Monopolio Intelectual

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El Monopolio Intelectual

Una verdadera democracia se basa en un tratado de paz que tiene como base los derechos de propiedad. Debemos ponernos de acuerdo sobre quién posee qué y cómo se transfiere entre nosotros. La propiedad intelectual es una clase de propiedad virtual que incluye los derechos de autor, las marcas, las patentes y los secretos comerciales. La cuestión que debemos considerar es cómo debe definirse, asignarse y hacerse transferible la propiedad intelectual y durante cuánto tiempo. ¿Es algo que tiene sentido dentro de una verdadera democracia?

Voy a recomendar que una verdadera democracia no reconozca la propiedad intelectual basándome en los argumentos de varios libros. El libro “Contra el Monopolio Intelectual” de Boldrin y Levine ofrece una visión profunda de cómo la ley de patentes obstaculizó la revolución industrial durante décadas. Haciendo honor a su título, el libro está disponible gratuitamente en Internet y también a la venta en edición de bolsillo. Otro libro, “Contra la Propiedad Intelectual”, de N. Stephan Kinsella, también presenta un argumento sólido y también está disponible gratuitamente. Si cree que la propiedad intelectual es necesaria y valiosa, lea estos libros.

Dicho esto, me gustaría añadir un nuevo argumento contra la propiedad intelectual. La premisa de una verdadera democracia es desarrollar un tratado de paz y luego hacer cumplir ese tratado manteniendo su independencia. El objetivo es descentralizar el poder y evitar crear dependencia de otros. La propiedad intelectual sirve para centralizar el poder y crear dependencia. Autoriza a una persona a tener el monopolio de una idea y el resto de la sociedad pasa a depender de esa persona.

Si se formara una comunidad en torno a la idea de la independencia, la comunidad tomaría medidas proactivas para combatir la tendencia de los individuos a poner el beneficio personal por encima de la independencia del grupo, ya que la independencia del grupo es necesaria para defender la independencia de sus miembros. Una comunidad de este tipo no se permitiría depender de un único punto de fallo. Desde esta perspectiva, una comunidad no compraría ninguna tecnología o arte de un monopolio. De hecho, se podría argumentar que no se debería permitir que la tecnología se distribuya ampliamente hasta que otros sean capaces de replicar la idea. En este caso, una patente se convierte en un medio de divulgación que permite la competencia y evita la dependencia.

Esto contrasta con las leyes de propiedad intelectual que conceden un monopolio sobre el uso de una tecnología y todo lo que se deriva de ella. Este monopolio obstaculiza la innovación y resulta muy costoso para la sociedad. De hecho, creo que el gasto para la sociedad es mayor que el beneficio para el monopolista creado artificialmente. Sería más barato compensar a los inventores de otra manera que concederles un monopolio.

En ausencia de monopolios artificiales, todo el mundo tendría que competir en la producción y distribución de tecnología y obras de arte con derechos de autor. Esto reduciría rápidamente los costes y permitiría una adopción y adaptación generalizada. Los beneficios recaerían en aquellos que fueran capaces de identificar las buenas ideas y llevarlas al mercado más rápidamente. El tiempo de espera proporciona una oportunidad de beneficio, pero también lo hace la marca y la reputación que se acumula como creador.

En una sociedad globalizada, la fabricación suele estar centralizada por las economías de escala. Esta escala permite a las empresas existentes copiar una idea y distribuirla a través de canales preestablecidos de forma más rápida y barata que una nueva empresa. Una teoría de la propiedad intelectual es que los “inventores” pueden contratar a una empresa para que fabrique sus inventos sin preocuparse de que el fabricante compita con ellos en el mercado.

Ya existe una solución para esto con los contratos inteligentes. Un inventor se dirigiría al fabricante con un acuerdo de confidencialidad/no competencia. El fabricante depositaría una fianza que se pagaría al inventor si violara el acuerdo. Además, los fabricantes tendrían una reputación que mantener si quieren tener una oportunidad de hacer negocios en el futuro con otros inventores.

Además, en una sociedad altamente modular que practicara los principios de las comunidades independientes (con impuestos de importación aleatorios) nadie tendría un monopolio global de fabricación y distribución. Cada comunidad tendría sus propios fabricantes y el inventor podría construir un negocio local saludable en torno a sus inventos.

Hay una diferencia fundamental entre “propiedad” y “no propiedad”. La propiedad se creó como medio para resolver una disputa sobre quién tiene el control de una cosa única. Sólo es posible que una sola persona controle una propiedad real. Las ideas se reproducen y todos pueden utilizarlas al mismo tiempo. En una disputa sobre cómo dividir una galleta, la forma más fácil de resolverla es clonar la galleta. La propiedad sólo se convierte en un problema cuando la clonación no es posible.

Dado que todos los derechos de propiedad se derivan de un tratado de paz, sólo son exigibles en virtud de ese tratado. Esto significa que antes de entrar en el tratado no hay patentes ni derechos de autor. Pregúntese, ¿renunciaría a su derecho natural a utilizar cualquiera de los millones de ideas que aprende para tener el monopolio de una idea en el que fue “el primero en documentarlo”? Ahora pregúntese ¿renunciaría a su capacidad de innovar simplemente porque otra persona, de forma independiente, tuvo la misma idea que usted?

Se ha convertido en una práctica habitual en la industria que las grandes empresas tecnológicas firmen un “tratado de patentes” por el que conceden licencias cruzadas de carteras de patentes completas. El mercado libre está utilizando activamente las patentes para anularlas y devolver los mercados a la innovación abierta. Las patentes son como las bombas nucleares; representan una destrucción mutua asegurada. Las empresas se ven obligadas a buscar patentes, no porque quieran un monopolio, sino porque necesitan defender su capacidad de competir contra aquellos que utilizarían las patentes en su contra. ¿No sería más sencillo acordar un enorme acuerdo de licencias cruzadas como parte del tratado de paz, con el efecto neto de que el monopolio intelectual es ilegal?

El resultado lógico de la ley de patentes es que las grandes empresas tienen el monopolio de todo (en virtud de las licencias cruzadas) y son libres de innovar, mientras que las pequeñas empresas, que no tienen cartera de patentes, no pueden entrar en el mercado. Es muy raro que una invención sea completamente independiente de las invenciones existentes. Esto, a su vez, da a las grandes empresas un poder extremo en las negociaciones, obligando al inventor a vender su patente por centavos a un conglomerado que recoge todos los beneficios del monopolio.

A lo largo de mi carrera he solicitado y me han concedido varias patentes. Este proceso me ha costado a mí y a mis empresas cientos de miles de dólares. El objetivo principal de estas patentes es evitar que otros patenten las ideas y me impidan utilizarlas. El objetivo secundario es tener algo para conceder licencias cruzadas en caso de que alguien intente utilizar su derecho de monopolio para restringir mi negocio. Sería mucho más fácil si pudiera unirme a una comunidad en la que no existieran las patentes. Ni una sola vez la presencia del derecho de patentes me motivó a inventar. Ni una sola vez las patentes me ayudaron a sacar mis productos al mercado o a ganar dinero. En todo caso, el proceso de solicitud de patentes ha retrasado y obstaculizado mi capacidad para innovar.

La mayoría de las veces, en el proceso de tratar de resolver un problema, inventaba de forma independiente algo que otras personas ya habían ideado. Es bastante habitual que varias personas en el mundo hagan simultáneamente los mismos descubrimientos. La necesidad es la madre de la invención y cada vez que dos personas inteligentes intentan satisfacer la misma necesidad es probable que inventen independientemente la misma cosa. Muchas veces un inventor en un área será completamente ciego a la aplicación de su invención a docenas de otras áreas. ¿Debemos conceder a alguien el monopolio de una idea cuando ni siquiera ha “descubierto” o “realizado” todas sus aplicaciones? ¿Cómo debemos resolver las disputas cuando una idea fue inventada de forma independiente?

En el transcurso de la redacción de este libro, la presencia de derechos de autor ha dificultado en gran medida mi capacidad para utilizar fotos, dibujos, etc., que no están disponibles en el mercado. Estos dibujos contribuyen a la sensación del libro y, aunque no fueran mi creación, no anularían el valor de mi contribución. Para evitar los derechos de autor, he recurrido a amigos para que aporten obras originales y he utilizado algunas bibliotecas gratuitas. Estas obras originales, aunque valiosas por sí mismas, representan un esfuerzo creativo innecesario en un mundo en el que es fácil tomar prestadas de una amplia biblioteca de obras adecuadas. Estoy increíblemente agradecido a mis amigos artistas y a sus contribuciones a este trabajo.

Mi enfoque de los derechos de autor, las patentes y similares es ofrecer un tratado de paz. Cualquiera que abandone su derecho a la “propiedad intelectual” puede utilizar mi “propiedad intelectual”. Pero a cualquiera que imponga su “propiedad intelectual” a mí o a otros se le negará el derecho a mi “propiedad intelectual”. Esto es similar a la Licencia Pública General (GPL) utilizada por los desarrolladores de código abierto. La GPL intenta utilizar los derechos de autor para mantener el software libre y abierto a las modificaciones. Cualquiera puede crear un derivado de una obra GPL siempre que el derivado esté licenciado bajo la GPL. Nadie puede utilizar el código GPL en ningún software que no sea GPL ni restringir el uso del software mediante patentes.

En definitiva, las empresas tienen que trabajar en torno a la propiedad intelectual y el mercado libre busca activamente formas de anularla. Los derechos de autor de la música y las películas son algo que un gran porcentaje de la población decide ignorar. La idea de la verdadera democracia es devolver el poder al pueblo, pero los derechos de autor y las patentes centralizan el poder y generan dependencia.

Estoy seguro de que algunos de ustedes, al no haber leído todavía “Contra el Monopolio Intelectual”, pueden tener todavía algunas dudas dudas sobre cómo sería el mundo sin propiedad intelectual. Hay alternativas ilimitadas para incentivar la innovación y los esfuerzos creativos. Deberíamos mirar más allá de la tiranía del statu quo si queremos obtener mejores resultados que los actuales.