Capítulo 7 - El Desempate Político

El Desempate Político
¿Y si la habilidad del “buen gobierno” fuera como el juego del ajedrez? Imagine que Estados Unidos y China decidieran resolver sus disputas en una partida de ajedrez jugada por sus respectivos líderes. El pueblo quiere asegurarse de que su país gane, así que ¿cómo iría el actual proceso electoral del DSDN?
Considere por un momento que el votante típico es racionalmente ignorante sobre el ajedrez y que nunca ha jugado. La población se divide en partidos y patrocina candidatos con filosofías opuestas sobre cómo jugar al ajedrez. El pueblo tiene la oportunidad de votar por supuestos expertos de ajedrez.
En fin el presidente elegido sería el más hábil en convencer a los demás de que sabe jugar al ajedrez. Una habilidad que no tiene nada que ver con jugar al ajedrez. De hecho, los mejores jugadores de ajedrez seguramente son horribles en convencer a los demás de que saben jugar mejor.
Imagínese que a nadie se le permitiera jugar ajedrez hasta que fuera elegido. Se limitaran a leer sobre partidas de ajedrez históricas. ¿Apostaría usted un candidato seleccionado de esta manera? Si se require la habilidad de ajedrez para ganar contra China, entonces la mayoría de la gente recomendaría encontrar al mejor jugador a través de torneos. Todos los interesados en representar a Estados Unidos podrían participar. Se emparejarían al azar para jugar una partida. Los ganadores de la primera ronda serían emparejados al azar con otros ganadores. Este proceso sigue hasta que se identifica un campeón de ajedrez y este campeón se enfrentaría a China. Debe quedar claro que en comparación con las votaciones, un torneo es más probable en identificar y producir un jugador altamente cualificado.
Para evitar que el mismo jugar de ajedrez gobierne de por vida, el líder podría ser seleccionado al azar entre el 1% de los campeones de ajedrez. Esto minimizaría la oportunidad de que tramposos tengan una victoria garantizada y nos permite corregir en caso de que hubieran maestros de ajedrez psicópatas. Desgraciadamente, no hay una forma fácil de celebrar un torneo para dirigir un país; sin embargo, si pudiéramos diseñar un juego que ponga a prueba las habilidades altamente correlacionadas con un buen gobierno, entonces será un sustituto más adecuado que el juego de política de partidos que jugamos hoy en día.
Si el propósito del gobierno es permitir que un grupo de personas llegue a un consenso, entonces debería ser dirigido por alguien experto en el arte de construir consensos. El más hábil es aquel que puede obtener el consentimiento unánime de la población; el menos hábil es el que divide a la población en facciones enfrentadas.
Para identificar al mejor constructor de consenso, organizamos un torneo que asigna aleatoriamente a pequeños grupos (~10 personas). Cada grupo debe alcanzar una supermayoría (~7/10) sobre uno de sus miembros para representar a su grupo. En informática, 2/3+1 representa el umbral de tolerancia para fallos bizantinos. Esto pone a prueba a cada miembro del grupo para ver quién es más eficaz en la construcción de consenso. Un grupo que no puede llegar a un consenso es como una partida de ajedrez que termina en empate y nadie del grupo avanza en el torneo. El proceso se repite hasta que se identifica al mejor constructor de consenso.
Imagínese cómo sería nuestra sociedad si todos los que ocupan cualquier cargo electo tuviera que pasar por este proceso. ¿Crees que el Congreso tendría un índice de aprobación del 30% y que la fe
en el gobierno estaría por debajo del 20%? Si China usa un proceso similar, ¿cuáles son las posibilidades de que se pueda alcanzar un acuerdo comercial entre dos expertos constructores de consenso? En teoría un sistema de desempate podría permitir una población de mil millones de personas identificar un congreso/parlamento en sólo ocho o nueve rondas donde cada ronda es asignada un mes entero para alcanzar el consenso. En general, el proceso debería ocupar mucho menos tiempo que el(los) año(s) que los políticos pasan en campaña y debate a través del proceso de primarias y hasta las elecciones generales. El Congreso o el parlamento elegiría un presidente, un vicepresidente y un tribunal supremo de entre sus miembros. Como alternativa, el poder legislativo, el poder judicial y el poder ejecutivo podrían tener torneos independientes.
El hecho de que las eliminatorias políticas puedan escalar a miles de millones de personas no significa que sea una buena estrategia para organizar todo el mundo bajo una jerarquía de desempate. Seguiría violando los principios de poder relativo entre el individuo y el grupo; es decir, si no hay una forma clara de llegar a un consenso sobre cómo descomponer la comunidad en unidades autónomas e independientes, entonces no hay un camino fácil hacia la secesión. Sin la secesión, la capacidad de decir "¡no! se pierde y sin poder decir “¡no!” se pierde la capacidad de negociar y consentir, y sin consentimiento no hay legitimidad, y sin legitimidad no hay democracia.
Para apoyar mejor la secesión, imagina que cada condado utilice un desmempate político para elegir una “junta de supervisores”. Debido a que el condado promedio tiene una población de
50.000 habitantes, esto podría hacerse con un promedio de sólo 2 a 3 rondas, potencialmente ocurriendo en un solo día. Una vez seleccionada la junta, pueden elegir a uno de sus miembros para que represente al condado en niveles superiores (como el estatal).
En Estados Unidos hay 3141 condados. Imagínese si cada condado fuera autónomo y pudiera unirse a cualquier estado o país sin primero tener que pedir permiso para abandonar el estado o país en el que se encontraba anteriormente. Dentro de cada estado todos los condados utilizarían una eliminatoria política para nombrar a sus representantes en el congreso estatal. Finalmente
cada estado podría, si así lo decidiera, unirse a una estructura de gobierno federal.
El componente clave de esta estructura es que mantiene la posibilidad de resolver desacuerdos mediante la secesión. Un individuo al que no le guste la junta de supervisores de su condado local puede mudarse a un condado vecino. Un condado que no le guste su estado puede convertirse en un
país independiente o unirse a otro estado. Un estado al que no le gustan los “Estados Unidos” puede independizarse o unirse a otra federación.
El principio es que los gobiernos de nivel superior son “gobiernos de gobiernos”. Esto maximiza la autonomía local y entrega a los habitantes la libertad de establecer su propio camino, para vivir y dejar vivir. Si se desea un gobierno mundial, éste debe estar compuesto por países independientes que sean libres de abandonarlo en cualquier momento.
Retirada de Puestos
Ocasionalmente, un representante muere o traiciona a sus electores hasta tal punto que debe ser destituido antes del final de su mandato. En cualquier momento un grupo de 10 personas puede cambiar de representante alcanzando un nuevo consenso de más de 2/3. Esto crea una especie de democracia líquida en la que los malos actores pueden ser identificados y eliminados antes de que puedan hacer más daño.
La Evolución de los Estados Unidos
La estructura del gobierno de los gobiernos, está más cerca de la constitución original de los Estados Unidos, antes de la 17ª enmienda, cuando las legislaturas estatales elegían a los senadores federales.
La 17ª enmienda eliminó efectivamente la representación “estatal” a nivel federal, aplanando la pirámide de representación entre el individuo y el gobierno federal.
Los estados se unieron a la unión con la expectativa de que tenían derecho de secesión. Se produjo una concentración adicional de la representación al limitar el número de congresistas. A principios del siglo XIX había menos de 50.000 personas por congresista, ahora ahora son más de 650.000 por congresista. Esto representa un crecimiento de más de 10 veces en el poder relativo del congresista frente al individuo asumiendo una relación lineal.
Debido a la naturaleza no lineal de la distribución de Pareto de poder, esto podría ser también un crecimiento de 100 veces en el poder relativo de un congresista frente al pueblo. Al cambiar a un sistema de “gobierno de gobiernos”, cada condado tendría una población media de 50.000 habitantes
y los 3141 representantes designados por los condados serían similares al número de congresistas que hubiéramos tenido bajo la constitución original. Al vincular distritos de congreso con condados podríamos minimizar la oportunidad de manipulación.
La evolución desde una federación de estados independientes a un efectivo “imperio DSDN” ha socavado el poder real del pueblo para controlar su destino. La resistencia de movimientos de secesión es uno de los principales medios por los que el statu quo elimina el poder del pueblo para alcanzar un nuevo consenso.
Proceso de Desempate Político de Tecnología Baja
Todo proceso democrático debe ser lo suficientemente sencillo para que cualquier comunidad pueda aplicarlo sin depender de soluciones de alta tecnología. Cuanta más dependa un proceso sobre una tecnología, más dependiente es de un pequeño número de proveedores tecnológicos y más inaccesible es para las masas.
Las soluciones de baja tecnología deben escalar de pequeños grupos de 50 personas hasta países enteros con miles de millones de personas. Implementar un desempate política requiere organizar a una población en agrupaciones aleatorias de 4 a 12 personas de manera que facilite a todos los implicados una gran confianza en la integridad de la aleatoriedad. Cuatro personas es el mínimo necesario para lograr consenso tolerante a fallos 2/3+1 Bizantinos. Cada grupo debe elegir uno de sus miembros para que sea representante del grupo. Empecemos por demostrar
cómo esto podría funcionar a pequeña escala y luego ampliarlo.
Comunidades con menos de 200 personas
Empecemos con una pequeña comunidad de 50 personas, como una iglesia, un club o representantes de cada uno de los 50 Estados. Este grupo organizaría un evento en un centro de eventos de la comunidad local o en su sala de reuniones, y colocaría 13 mesas de 4 personas. Una vez que todos se presenten, el anfitrión traerá una baraja de y le dará a todos la oportunidad de barajar la baraja a la vista de todos los demás. A continuación, pasaran por una fila y recibirán una tarjeta. A cada mesa se le asignará un rango de cartas (1, 2, 3…). Al recibir una carta, la gente se dirige a la mesa que corresponda a su carta. Una vez que todos estén en su mesa, puede comenzar una discusión
durante la cual los individuos negocian para determinar quién puede mejor representar a su mesa.
Una vez identificada la persona representativa se le entregan las cartas. Un individuo debe conseguir al menos tres de las cuatro cartas para representar a la mesa. Una vez completadas todas las mesas hay hasta 13 representantes, cada uno con al menos tres cartas. A partir de ahora los representantes pueden debatir delante de toda la comunidad (por ejemplo en un escenario) para elegir un líder. El líder debe tener al menos 9 de los 13 votos (2/3 + 1). En caso de que no se alcanza la supermayoría, el proceso vuelve a empezar. Una alternativa que podría defendernos del soborno o la influencia de los famosos es elegir al azar entre los 13 primeros.
Otra alternativa es que los 13 primeros se dividan en tres grupos aleatorios, cada uno de los cuales elige un representante y luego seleccionan al azar de los tres primeros.
Este proceso puede ampliarse hasta 200 personas, añadiendo más barajas y aumentando el tamaño de la mesa inicial hasta 12 personas.
Comunidad de 1000 personas
La ampliación del desempate político a un colectivo de 1000 personas requiere una ligera variación en el proceso. Mil personas fácilmente pueden encontrar un lugar como una escuela que pueda soportar 100 mesas de 10 personas. En este caso necesitaremos 20 barajas de cartas de dos colores diferentes, por ejemplo, una baraja con la espalda rojo y otra baraja con la espalda azul.
A cada mesa se le asignaría un rango y un color (por ejemplo, As rojo, 9 azul, etc.). Una vez más, la gente podría participar en el barajado y luego hacer cola para coger una carta, y luego ir a su mesa correspondiente. Cada mesa tendría 10 personas que tendrían que llegar a un acuerdo de 7 de 10.
Una vez que todas las mesas hayan elegido a su representante entonces podría tener lugar una segunda ronda utilizando las reglas para un grupo de 100 personas.
Comunidad de más de 10.000 personas
Cuando una comunidad llega a 10.000 personas es demasiado grande para albergarla en un solo lugar y es el momento de empezar a agrupar a la gente en recintos de 1000 personas. Cada recinto
debería tener aproximadamente el mismo tamaño (entre 900 y 1000 personas) y utilizaría el mismo proceso que una comunidad de 1000 personas para elegir a un representante del recinto. Los 10 representantes finales de los recintos se reunirían para elegir al representante final.
La agrupación de personas en distritos electorales debe hacerse de manera que sea robusta contra la manipulación subjetiva. El objetivo es evitar que haya collusión entre la gente para corromper la
distribución aleatoria y, por lo tanto, reintroducir los partidos políticos o la manipulación de circunscripciones. Esto puede lograrse agrupando a las personas según propiedades estáticas distribuidas aleatoriamente.
Un ejemplo es la asignación de personas a los distritos electorales por su fecha de nacimiento. Otra posibilidad es organizar los distritos electoralesg eográficamente utilizando un algoritmo determinista no sujeto a manipulación, como una cuadrícula GPS.
Comunidad de 100.000+ personas
Es igual que una comunidad de 100 representantes. Una comunidad de un millón de personas sería igual que una comunidad de 1.000 representantes de recinto. En este momento se puede ver un patrón emergente que puede escalar a miles de millones de personas utilizando menos de cuatro eventos, cada evento consiste en grupos de 1000 o menos, usando nada más que unas barajas de cartas ampliamente disponibles.
Bajo este sistema es imposible que alguien “emita múltiples votos” o que voten “personas muertas” o “mascotas”. Para participar hay que presentarse y eso significa que debes estar vivo y en un solo lugar a la vez. No sólo esto, sino que no habría campaña porque las personas a las que puedes votar son las que se asignan al azar a tu mesa. Sin campaña no hay ventaja de los titulares de cargos, la influencia de los famosos, los insultos, la manipulación de los medios de comunicación, la influencia de la riqueza, ni la necesidad de financiar las campañas.
Dado que cada grupo requiere un acuerdo de 7 de 10 y los grupos no pueden coordinarse de antemano, no existe la posibilidad de formar partidos políticos. Como en cada elección la gente se
organizan en nuevos grupos aleatorios, un titular de cargo no tendría base.
Desempate Político de Tecnología Alta
Una solución de alta tecnología implicaría que todos usaran su teléfono móvil y la tecnología blockchain. Bajo este enfoque se utilizan técnicas criptográficas para crear un número aleatorio honesto. Un ejemplo de este tipo de algoritmo es el uso de un futuro hash de bloque de Bitcoin. Una vez seleccionado el número aleatorio, se utiliza como semilla para un algoritmo determinista de barajado que organiza a la gente en grupos de 10.
Se puede crear automáticamente una sala de chat para todos los grupos combinado con una opción de videoconferencia. El grupo podría disponer de horas o meses para llegar a un consenso de forma asíncrona. Los miembros del grupo votarían al representante (que podrían cambiar varias veces).
Una vez que 2/3+ de los miembros del grupo están de acuerdo, se elige un representante. El proceso se repite con los representantes.
Todo el mundo puede ver las discusiones en las que estan involucrados los representantes en los niveles superiores. Cada persona tiene la oportunidad de evaluar a sus representantes en función de la fidelidad de su prestación. Esta información permanece accesible en los años posteriores para cuando un nuevo grupo de 10 personas decida si nominar o no, a un representante anterior.
Debido a la transparencia de la blockchain y a la integridad criptográfica de los algoritmos sabemos que el sistema no puede ser “hackeado” como las máquinas de votación tradicionales. Si las salas de chat se sustituyen por videoconferencias interactivas y programadas al mismo tiempo, entonces también se puede impedir que la gente vote varias veces o que los muertos voten. Por desgracia, es un poco más difícil impedir que extranjeros se unan a distancia.
El Consenso requiere Tiempo
Llegar a un consenso lleva tiempo y no debería cambiar frecuentemente, especialmente en las sociedades más grandes, donde los cambios afectan a más personas. Un alto índice de cambio en las leyes o en el liderazgo sugiere que las cosas están sucediendo sin que la personas puedan procesar, discutir y consentir a los avances. Sin consentimiento, las personas que dirigen el gobierno han violado el tratado de paz de la sociedad y han devuelto al pueblo a la ley de la selva.
Imagina una dictadura en la que el líder cambiara cada 12 meses. Sería imposible para una comunidad ejecutar un plan a largo plazo. Esto afecta a más que solo el gobierno, sino que todas las empresas deben adaptarse a las normas cambiantes.
Puedes pensar en el poder del gobierno como un tesoro encerrado en la caja fuerte de un banco. Si no se toman precauciones el banco puede ser robado antes de que alguien pueda responder. No sólo
los bancos tienen que preocuparse por los ladrones externos, también tienen que preocuparse por los robos internos.
Una comunidad que pretenda poner gente en el poder debería integrar un proceso que limite el daño que puedan causar unos pocos malos actores. Una forma de hacerlo es aprovechar técnicas utilizadas por los bancos para asegurar sus bienes. Una de las formas en que los bancos y muchas empresas aseguran sus cajas fuertes es implementar un bloqueo de tiempo. La idea es que la puerta de la caja fuerte sólo se puede abrir después de un tiempo de retraso obligatorio.
Cuando trabajaba en Dominoes de adolescente teníamos que desbloquear la caja fuerte 30 minutos antes de que necesitáramos acceder al dinero. La idea es que si alguien intentaba robar la tienda tendría que que esperar para acceder al efectivo, incluso si podían convencer al gerente para que introdujera el código adecuado. Esta demora le da tiempo a la policía para responder.
Cuando se aprueban nuevas leyes, es necesario un plazo mucho más largo ya que la población tarda mucho más en organizarse y crear un consenso sobre la resistencia. Las leyes de la sociedad deben ser estables y estar diseñadas para permanecer coherentes con realidades físicas y metafísicas relativamente inmutables.
La naturaleza de la realidad subyacente no está cambiando rápidamente; por lo tanto, nuestras leyes tampoco deberían cambiar con frecuencia. Cambiar rápidamente las reglas/leyes es como tratar de volar un avión con un retraso de dos minutos entre la emisión de un comando en el joystick y ver los resultados en los indicadores. Es imposible pilotar un avión así a menos que los cambios sean
extremadamente pequeños, de manera que el impacto en dos minutos sea lo suficientemente pequeño como para corregir el rumbo. Los movimientos bruscos podrían estrellar el avión antes de que los indicadores indiquen un problema.
Los impactos políticos, económicos y ecológicos de las leyes pueden tardar décadas o siglos en manifestarse. Una forma de lograr un control y equilibrio es garantizar que las leyes propuestas por un congreso deben ser ratificadas por el siguiente congreso, tras un ciclo electoral completo, antes de
de entrar en vigor. Esto implicaría que desde el momento en que una ley obtiene 2/3+ de aprobación en un congreso, tardará al menos cuatro años durante los cuales puede ser retirada por los siguientes
congresos posteriores. Después de cuatro años, el nuevo congreso tendría que ratificarla con 2/3+ de aprobación.
Entonces la ley caducaría si no es renovada por el siguiente congreso. Sólo después de mantener 20
años, la cláusula de caducidad terminaría y la ley se renovaría automáticamente hasta que se apruebe y ratifique una nueva ley.
Una ley que puede mantener el consenso durante cuatro temporadas de desempate político y aún así obtener una ratificación de más de 2/3 es una ley para la que existe un amplio consenso. Una ley que no puede mantener el consenso durante ese periodo es probable que se haya redactado por miedo o por corrupción.
Hay un dicho en política: “nunca desperdicies una crisis”. La idea es que durante los periodos de
de agitación, los políticos pueden aprovecharse de la población, pero también pueden ser aprovechados por los medios de comunicación y otras personas influyentes, dispuestos a introducir
leyes que de otro modo nunca se aprobarían. Ejemplos de estas leyes incluyen los rescates bancarios y la Ley “Patriota”. Ninguna ley debería aprobarse en una emergencia. En una verdadera emergencia
el mercado libre y la cooperación voluntaria bajo un conjunto estable de leyes pueden cubrir las grietas. Hacer excepciones para “emergencias” es una puerta trasera a la tiranía porque los líderes
pueden declarar una emergencia siempre que su propaganda sea lo suficiente como para poder asustar a la gente.
Seguramente habrás oído el consejo de “consultarlo con la almohada”, antes de tomar cualquier decisión importante que cambie tu vida. Este es especialmente bueno para las decisiones que no son fáciles de deshacer. Un sistema de gobernanza que aplique plazos obligatorios de tiempo de espera facilita más tiempo a la genta como para consultarlo con la almohada. El simple acto de retrasar sus decisiones da a su subconsciente tiempo para procesar emocionalmente las consecuencias. El resultado final es que, en promedio, las personas toman mejores decisiones y evitan el equivalente al “gasto impulsivo”.
Aprovechando el poder de Pareto
He pasado la última década experimentando con tecnologías diseñadas en ser resistentes contra la captura de pequeños grupos. La idea detrás de Bitcoin es que podemos asegurar contra los bancos o el gobierno de la apropiación de sus bienes digitales utilizando un libro de contabilidad pública resistente a la censura. Si alguien fuera capaz de controlar quién puede publicar en el libro de contabilidad, entonces pueden congelar fondos y extorsionar cumplimiento. Para derechos de propiedad de manera similar al oro, un protocolo de criptomonedas debe ser estable y casi imposible de cambiar o censurar.
Inicialmente cualquiera podía utilizar su ordenador personal para participar en el proceso de consenso de Bitcoin. Al principio yo produje muchos bloques en la red Bitcoin usando sólo mi ordenador. Mientras operaba a esta escala, todo el mundo con un ordenador podía estar seguro de que sus transacciones no podían ser censuradas.
A medida que la comunidad Bitcoin creció, las economías de escala tomaron las riendas y hoy en día sólo hay tres empresas diferentes que controlan el 51% de la producción de bloques. Con el 51% pueden censurar cualquier bloque que contenga transacciones que no les gusten. Además, se ha creado un hardware especializado que hace que sea antieconómico para los individuos con un ordenador normal asegurarse de que su transacción será incluida.
Debido a que el hardware, las habilidades y la infraestructura son altas barreras de entrada, la corrupción de los pools de minería (que podrían ser vistos como partidos políticos) se convierte en un potencial problema.
Un proceso similar sucede en todos los demás algoritmos de consenso. El Principio de Pareto toma efecto y el 1% de la gente gana el 51% de la influencia, lo que significa que el 1% acaba teniendo el control. Una comunidad que quiera protegerse de ser capturada necesita contrarrestar el Principio de Pareto. Hemos visto que la aleatoriedad es una herramienta eficaz para nivelar la influencia de Pareto.
También hemos visto que la aleatoriedad pone en el poder a personas con una habilidad “mediana” y que la habilidad mediana está muy por debajo de la mejor habilidad posible. Hemos aprendido que cada “juego” que creamos selecciona un conjunto distinto de personas según la distribución de Pareto.
Las blockchain de prueba de trabajo (Proof of Work) como Bitcoin, selecciona las habilidades técnicas y el acceso a electricidad barata. Las blockchain de prueba de participación (Proof of Stake), como las que yo que he creado, tienden a seleccionar a los ricos y las plataformas de intercambios de criptodivisas que gestionan los depósitos de los tokens de otras personas.
También hemos visto que algunos juegos, como la moderna política de partidos, seleccionan a personas con rasgos patológicos. Convirtiendo el juego en algo como las eliminatorias políticas podemos seleccionar de una distribución de Pareto de rasgos más virtuosos. El problema al que nos enfrentamos es que cualquier distribución única probablemente tenga una especialidad estrecha. Por ejemplo, si el desempate político selecciona a los constructores de consensos, podría seleccionar en contra de los pensadores estratégicos y los ingenieros.
Las habilidades necesarias para gobernar una sociedad puede requerir el consenso sobre un conjunto diverso de rasgos la cual ninguna única distribución de Pareto podría optimizar. Suponiendo que los conjuntos de habilidades no se alineen completamente, compartir la influencia entre múltiples distribuciones de Pareto aumentaría la diversidad y la descentralización de la influencia. El reto consiste en identificar un conjunto de juegos únicos para identificar al mejor de los mejores.
Desde esta perspectiva, puede tener sentido utilizar juegos como el ajedrez, el go, el póker, los concursos de deletreo, Starcraft o BattleBots. Utilizando estos juegos podemos identificar un subconjunto de la población que está por encima de la media de inteligencia y habilidad en
múltiples dimensiones. Es poco probable que la gente pueda coludir para manipular un conjunto tan diverso de juegos. Uno de los retos es llegar a un consenso sobre qué juegos seleccionar.
Independientemente del juego, es fundamental que se use una forma de sortición (selección aleatoria) para que el liderazgo en cualquier categoría no se estanque. Creo que el proceso de consenso del desempate político podría seleccionar a personas lo suficientemente capacitadas para llegar a un consenso sobre el conjunto de juegos. Dicho esto, la selección aleatoria de los líderes
de los mejores de varios juegos de desempate según el principio de Pareto, puede representar
una complejidad innecesaria.
Tecnocracia
Muchas personas defienden que debemos dejar que los científicos y otros “expertos” nos digan cómo organizar la sociedad. Si estas personas realmente saben lo que es mejor, entonces todo el mundo debería seguirlos. Es cierto que los mejores y más brillantes están en mejor posición para tomar decisiones sabias; sin embargo, el desafío se convierte en cómo identificarlos sin abrir una puerta trasera a la corrupción.
A lo largo de la historia, los poderes fácticos han quemado a personas en la hoguera por no estar de acuerdo con la “ciencia” del momento. Ideas como que la Tierra gira alrededor del sol o los beneficios de lavarse las manos antes de dar a luz se consideraban heréticas. En los tiempos modernos la “ciencia” es financiada por personas con motivos políticos y el resultado es la corrupción de la información. Desde una perspectiva puramente lógica la tecnocracia comete el pecado de apelar a la autoridad y por lo tanto debe ser rechazada como una falacia lógica.
Si se quiere gobernar mediante una tecnocracia, todavía hay que llegar a un consenso sobre quién es el mejor y hay que hacerlo de una manera que no esté corrompida por los prejuicios políticos y la “ciencia” interesada. No debe existir una “clase académica” o una “clase mediática” que elige a los “expertos”, ya que en este caso la clase académica representará una estructura de poder oculta que manipula el poder político en beneficio personal.
Uno de los problemas de dejar que expertos en un solo campo establezca la política es que carece de conocimientos interdisciplinarios. Por ejemplo, lo que podría ser mejor desde una perspectiva médica podría ser desastroso desde una perspectiva económica. En un intento de salvar vidas utilizando los conocimientos de una disciplina, se puede matar inadvertidamente a mucha más gente debido a factores no tenidos en cuenta de otras disciplinas.
Recuerde que la mayoría de las personas son racionalmente ignorantes con respecto a la buena gobernanza, la filosofía y la economía. Incluso los médicos, ingenieros y científicos son racionalmente ignorantes sobre de los asuntos que no son de su especialidad. Es más, los que son expertos en su campo suelen estar demasiado seguros de sus conocimiento de otras áreas.
Es por esta razón que la selección de personas para las habilidades abstractas de lógica, retórica, matemáticas, teoría del juego, memorización, etc., es mucho mejor que seleccionar personas con conocimientos altamente especializados en un sector en concreto. Un órgano de gobierno debe estar compuesto por personas capaces de razonar y negociar desde los primeros principios.
Además, las habilidades deberían ponerse a prueba mediante juegos con reglas bien definidas y ganadores objetivos (donde es difícil hacer trampas) en lugar de “el académico más publicado o con más conexiones políticas”. Por último, independientemente de cómo se midan las competencias, siempre debe utilizarse la aleatoriedad para seleccionar entre todos los que superen un umbral mínimo.
Resumen de la eliminatoria política
La selección de líderes debería basarse en un juego de habilidad que optimice los rasgos virtuosos combinados con una clasificación aleatoria para evitar el estancamiento. Hay que tener mucho cuidado que las eliminatorias no premien en exceso los rasgos antisociales.
El proceso debe ser escalonado en una estructura de desempate para filtrar eficazmente a los mejores de los demás. Combinando este proceso con el superponer de mandatos y el tiempo entre la aprobación y la ratificación de nuevas leyes, podemos proteger el consenso público y evitar que este sea capturado por representantes corruptos o corrompidos por masas emocionalmente manipuladas durante los periodos de crisis.
Este proceso es inmune a los partidos políticos porque cada grupo es seleccionado al azar y debe alcanzar una mayoría de 2/3 + 1. Es inmune a la ventaja del titular de cargo, porque cada año se asignan personas a nuevos grupos al azar. Es inmune a la manipulación de circunscripciones porque todos los grupos son elegidos aleatoriamente. Es inmune a las promesas de campaña y de la promoción porque no hay que convencer a nadie más que a los de tu grupo. Es inmune a la ignorancia racional porque la mayoría de la información que se necesita puede obtenerse directamente de la discusión en el grupo.
Aprovecha la sabiduría de las multitudes porque evalúa a todos los miembros de la población usando la información local. No depende de que los participantes tengan un conocimiento global; lo que deben
juzgar es el carácter y la lógica de las personas de su grupo. Esto es lo que llamo la verdadera democracia y es un fuerte contraste con los DSDN que devoran a su población bajo la ilusión de legitimidad democrática.